No falla, cuando tienes un plan para el fin de semana, otros amigos te llaman para proponerte otro -super interesante- justo para el mismo día. ¡Cómo si la primavera no tuviera más fines de semana!
Es como cuando buscas trabajo y por fin lo encuentras, te salen propuestas laborales por todas partes. O cuando esa persona de la que estabas enamorada te empieza a hacer caso cuando ya ha dejado de gustarte. No sé por qué ley universal, conseguimos algunas cosas cuando ya no las deseamos. O por qué encontramos algo que buscábamos cuando ya no lo necesitamos.
¿Será que para obtener algo debemos renunciar a nuestra obsesión primero? en fin, quien sabe...
El hecho es que he tenido que decir que no al plan interesante porque este sábado Id y yo tenemos una despedida de soltera con las Heteras. Hace semanas que preparamos la fiesta vía mail, y es que la primera dificultad fue encontrar un fin de semana que nos viniera bien a todas. Por suerte la fiesta no será la típica despedida de soltera; a Cat no le gustaría (y a mí tampoco). Nada de adornos con formas fálicas, ni strippers. Simplemente haremos un pícnic divertido con algunas bromas, y luego cenaremos y tomaremos cócteles en casa de Carrie.
Sea como sea, seguro que será mejor que la última despedida de soltera a la que fui. En esa ocasión, disfrazamos a la novia de conejita y la paseamos por la Rambla. El resto de chicas -unas 20- íbamos con camisetas conmemorativas y collares con pollitas de plástico. Odio que me hagan llevar ese tipo de cosas!
Unas semanas antes, la agencia de strippers nos facilitó una especie de book con todos los boys (precio incluido) para que escogiéramos el que más nos gustaba. Parecía que estuviéramos comprando un esclavo...
Vergüenza ajena fue lo que sentí, cuando en medio de la cena, se presentó el striper elegido y todas empezaron a chillar y reír como locas. En plena actuación una de las chicas le estiró la toalla, y en vez de devolvérsela, empezaron a pasársela de unas a otras. En ese momento el boy parecía muy azorado, yo diría que era novato en el tema... Y es que las mujeres en masa pueden llegar a ser peligrosas y muy descaradas.
Después del sábado también me esperan planes interesantes, pero intento no montarme expectativas. En algún lugar leí, que parar evitar decepciones, es mejor substituir la expectativa por la ilusión. Parece lo mismo pero el matiz es importante.
Vergüenza ajena fue lo que sentí, cuando en medio de la cena, se presentó el striper elegido y todas empezaron a chillar y reír como locas. En plena actuación una de las chicas le estiró la toalla, y en vez de devolvérsela, empezaron a pasársela de unas a otras. En ese momento el boy parecía muy azorado, yo diría que era novato en el tema... Y es que las mujeres en masa pueden llegar a ser peligrosas y muy descaradas.
Después del sábado también me esperan planes interesantes, pero intento no montarme expectativas. En algún lugar leí, que parar evitar decepciones, es mejor substituir la expectativa por la ilusión. Parece lo mismo pero el matiz es importante.