lunes, 29 de septiembre de 2014

hasta el próximo verano

Van Van Market

Las lluvias torrenciales se han llevado definitivamente el calor y los días largos. Cuando terminan las Festes de la Mercè doy por clausurado oficialmente el verano. Un verano un poco extraño y que me ha pasado demasiado rápido.
Esta vez, por tema trabajo y cansancio (siento no poder actualizar más a menudo), me tomé las Festes con más calma y tranquilidad que otros años. Además los conciertos que organizaban no me inspiraban demasiado. 
Lo que nos gustó más fueron los espectáculos de la Ciutadella, sobretodo de noche. Por suerte fuimos el primer día de las fiestas y pudimos disfrutar con tranquilidad de los espectáculos de danza y del Saturno Park: una feria vintage preciosa, con caballitos, carruseles, espejos deformantes, barracas de feria... En la Cascada, un espectáculo de luces, música y agua mágico. También había un pequeño teatro con títeres. Nos gustó bastante -aunque quizá fuese un poco largo- el Eventi Verticali: un número de danza vertical sobre una pantalla en la que los artistas interactuaban sobre proyecciones animadas.

D1gits  /  Electronic Performers

En diferentes zonas del parque, había escenarios repartidos que ofrecían espectáculos de danza, humor, magia... Me gustó mucho el número de danza "Hold" de Erik Linghede, me deslumbraron los D1gits con su espectáculo de magia con iPads, y me reí mucho con Tobias Wegner, un wall clown con un espectáculo muy original y divertido.


Pero la propuesta que murió de éxito fue sin duda el Van Van Market, un mercado gastronómada. 22 furgonetas, caravanas vintage o food trucks de diferentes nacionalidades se instalaron en el parque para ofrecer una variada oferta de comida, en un festival culinario callejero que entusiasmó a todos los visitantes.


El sábado pudimos disfrutar del concierto de Mishima en primera fila (ya he perdido la cuenta de las veces que los he visto en directo...). Y después del concierto repetimos visita a la Ciutadella acompañadas de unas amigas. Había tanta gente en el Van Van Market que hicimos una hora de cola para poder cenar!
Mishima

No sé si a vosotrxs también os pasa, pero yo me encuentro siempre con gente conocida por todas partes. El viernes nos pasamos la noche cruzándonos casualmente con Anna Salker; y el sábado, nos encontramos con otra amiga a la que hacía tiempo que no veíamos.
El domingo tocó visita al Palauet Albéniz, pero como cada año, quedaron muchas cosas por hacer y visitar, como por ejemplo el circo de Montjuïc, las proyecciones en la fachada del Ajuntament y los espectáculos pirotécnicos en la playa.
Lo que no me perdí fueron los conciertos del BAM del martes, aunque tuve que sacrificar por tema horario y emplazamiento el concierto de Manel. Me gustó muchísimo Seinabo Sey; en cambio, el concierto de NoNoNo fue un poco agobiante por culpa de los lateros y la gente cotorra que no sé que hace en un concierto de música si no le interesa escuchar (!!).

Seinabo Sey

Nonono

Y hasta aquí mis fiestas de la Mercè. Y ahora a esperar que vuelva el próximo verano. ¡Uf...!

martes, 16 de septiembre de 2014

momentos de libertad

Identitat, Xiaodu Liu. Arquitectura efímera (foto: Id)

Últimamente los días me están pasando muy rápido, como vagones de un tren de alta velocidad. Se me acumulan las historias y las anécdotas; los momentos y las experiencias que me hubiera gustado explicaros. 
Paradójicamente, desde hace unos años, en septiembre es cuando más siento que es verano: poder ir todavía a la playa y las temperaturas estivales de estas últimas semanas supongo que ayudan.
A pesar del colapso turístico, Barcelona me sigue fascinando. Me encanta pasear por sus calles al anocher o en plena noche, cuando el calor ya ha remitido y un frescor reconfortante envuelve el ambiente. Me gusta pasear con Id y de repente, entrar en una tienda a las 12 de la noche y comprarme un sombrero para protegerme del sol. Encontrar tiendas curiosas custodiadas por un ejercito de robots, o charlar con esas ancianas amantes de los gatos, que están siempre sentadas frente a Santa María del Mar acompañadas por sus mascotas felinas.

robots (foto: Id)

Descubrir arquitecturas efímeras esparcidas por la ciudad, admirar un beso compuesto por centenares de momentos de libertad, pasear entre libros delante de la catedral o perdernos en un mercadillo de segunda mano...

El mundo nace en cada beso, de Joan Fontcuberta 

Me encanta quedar con amigas y descubrir locales nuevos en los que cenar y tomar unas copas, a pesar de que el cansancio que arrastro últimamente no me deja trasnochar tanto como quisiera. Me gustan los encuentros casuales en el metro, aunque una barba inédita me impida reconocer a un amigo a dos palmos de la cara. Amigos que nos bautizan, a Id y a mí, como "la Parella Feliç", otros que sacrifican sus mañanas de domingo para ayudarte con su furgoneta a hacer un minitraslado de cama y colchón...

Y sobretodo me hubiera gustado explicaros la emoción y la alegría que sentí durante la Diada. Transmitiros la ilusión, la alegría, el civismo que se respiraba en unas calles teñidas de rojo y amarillo. Avenidas tomadas por gente de todas las edades y procedencias, movidas por una energía positiva increíble, esa que emerge de la creencia firme que el derecho más fundamental de cualquier democracia es poder Votar.


fotos Id


Y esta semana empiezan las Festes de la Mercè. He estado mirando el programa y preveo que se presentan unos días muy intensos...  

viernes, 5 de septiembre de 2014

en el lado oscuro


Yo no quería, os lo juro... pero él vino a mí sin yo querelo, ni buscarlo, casi como una imposición. Sí, finalmente he caído en el lado oscuro: lo confieso, tengo un sillyphone (*)


Como recordaréis tengo una relación amor-odio con los teléfonos móviles, sobretodo con los mal llamados 'inteligentes', porque según mi parecer nos han vuelto a todos más idiotas. La dependencia que tiene alguna gente con sus móviles es patológica: van cogidos con ellos de la mano por todas partes, comparten sus cenas y comidas con ellos, siempre a su lado, como si fueran una extensión de sus cuerpos (la futurista -o no tanto- película Her no iba tan desencaminada...).
Pues como os contaba, ahora tengo un chisme de esos. Mi hermana pequeña se ha cambiado el suyo; ahora tiene uno de esos enormes, a los que yo llamo tablephones (a mí no me engañan, eso no es un móvil) y me regaló el antiguo. De hecho es un birria de smartphone pero con eso ya tengo más que suficiente (vale! vale! lo confieso, tengo bastante envidia del iPhone nuevo de Id, pero solo por la cámara y el Instagram).

 

Nada más poner mi tarjeta y abrirlo, mis hermanas y sobrinos empezaron a bombardearme con whatsapps. Y a los 5 minutos, mi hermana pequeña ya había creado un grupo de hermanas. ¡Qué estrés, por favor! además, escribiendo en ese miniteclado, soy más lenta que el caballo del malo. Y como odio hacer faltas ortográficas, borro y reborro el mensaje hasta que queda perfecto, y claro, para entonces la otra persona ya me ha escrito 5 mensajes más. En fin, supongo que a base de práctica mejoraré mi velocidad taquigráfica.
Fui a una tiende Timostar a informarme de algunas cuestiones, y otra vez  me quedó demostrado que el personal que trabaja en este tipo de tiendas pueden llegar a ser de los más borde y arrogante. Además odio llamar y que me llamen las compañías telefónicas, me enferma su agresividad, ese marketing estúpido que intentan colarte a la más mínima. Para eso tengo a Id, que es una crack tratando con telefonistas; sabe como mandarles a la mierda si hace falta.
Sea como sea, espero no acabar convirtiéndome en una de esos zombies de los teléfonos que pueblan cada vez más las ciudades...

 zombies de los teléfonos (foto encontrada en internet)

(*) sillyphone: término creado por dEsoRdeN. Sinónimo peyorativo de 'smartphone'.

Nota post-escrito: Ayer quedé para comer con las Gemelas, y una de ellas ahora también quiere regalarme su antiguo smartphone (que es más bueno y grande que el de mi hermana). ¿Tanta pena doy que todo el mundo quiere regalarme sus sillyphones?