sábado, 28 de septiembre de 2013

30,5 km

October is coming. Tras las fiestas de la Mercè y el mes de septiembre agonizando, ahora sí: el verano ha terminado.
Unas fiestas que, aunque planeadas con más calma y tranquilidad que otros años, me han dejado agotada. Hemos contabilizado la cantidad de kilómetros que andamos durante esos 5 días de fiestas y suman la cantidad que reza el título del post. Alucinante! y eso que hemos utilizado el transporte público! 
Además de sorprenderme con la capacidad de nuestros pies para andar, estas fiestas de la Mercè han servido para reforzar mi odio hacia las masas, y más concretamente hacia la gente maleducada, incívica y estúpida. Y a pesar de que pueda sonar cruel, también hacia los niños malcriados y chillones y sus respectivos padres.

Born CC (foto: Id)

Y es que estos 5 días han dado para mucho. Una fiesta en la Lomography store (no sé porqué les hago tanta propaganda con lo borde que es la nueva dependienta) llena de modernos y mucho postureo. Eso sí, ver que una de mis fotos había sido escogida entre las diez mejores en una exposición sorpresa, me proporcionó un placer similar al de darles a todos esos hipsters engreídos un zas enorme en toda la boca.
Al día siguiente, visita al nuevo Born Centre Cultural. Me encantó el espacio y las dos exposiciones, y eso que en principio no era muy fan del proyecto.
Por la tarde, primer baño de multitudes en la Plaça de Sant Jaume para ver el ya tradicional espectáculo de proyecciones en la fachada del ayuntamiento. Cola delante del Conesa para comprar un bocadillo y conversaciones entretenidas con desconocidos. Después, uno de los conciertos (Blaumut) más extraños de mi vida en la Av. Maria Cristina. Eran más de las diez de la noche y aquello parecía un concierto del club Super 3, lleno de niños y padres. Además de tener una de las zonas VIP  más absurdas y clasistas que he visto en años. Pijos e hijos bebiendo cava y charlando como cotorras delante del escenario, haciéndose fotos y sin dejar que el resto del público pudiéramos ver nada. Todo muy WTF.

A la mañana siguiente, espectaculares números circenses en el Castell de Montjuïc (otra vez rodeadas de niños y padres maleducados -empiezo a temer que son una epidemia...). Eso sí, para llegar hasta el castillo, viaje tercermundista en un bus lleno hasta los topes y con un calor tropical (mecagonelputotmb!)
Para compensar, concierto tranquilo y de calidad en la Antigua Fábrica Damm con The Free Fall Band. Geniales en concierto.

The Free Fall Band (foto: Id)

Domingo visita fugaz al Lost & Found, donde Id se compró una cámara Zeiss antigua preciosa y que todavía funciona. Por la tarde, salimos de marcha pronto hacia la primera fiesta churrera de la temporada en el Apolo. Una fiesta considerada gay/lésbica, pero que como siempre tenía más de gay que de bollo (creo que junto a otra pareja de chicas nosotras éramos las únicas bolleras del local). Tras escuchar todos los hits de Raffaella Carra y Marisol, nos dirigimos hacia la plaça dels Àngels para escuchar a Pau Vallvé. Bien "escuchar" sería un eufemismo, porque era imposible -y eso que estábamos en las primeras filas- enterarse de nada con el cotorreo general del público y el continuo acoso de los vendedores de cerveza. Id y yo acabamos con un cabreo tan grande que nos fuimos antes de hora.

Pau Vallvé  (foto: Id)

Por suerte, el concierto de Anímic estuvo mucho mejor. Nos sorprendieron mucho y nos encantó su directo; y sobretodo su cantante Louise Sansom.
Después nos quedamos un rato en el concierto de Standstill, más por su impactante puesta en escena que por su música, pero aquello era insoportable. Más que en un concierto parecía que estuviéramos en un botellón multitudinario.


El lunes fue tranquilo. Brunch en el Tarannà con Jei y después visita a la Sagrada Familia. Siempre que visito esa filigrana arquitectónica estoy al borde del síndrome de Stendhal. Según este vídeo, que pudimos disfrutar en primicia durante la visita, la Sagrada Familia estará terminada en el 2026!


Sagrada Família (foto: Hiro)

Al anochecer paseo por la Ciutadella, ahora más conscientes -tras la exposición del Born- que pisábamos un suelo lleno de historia y memoria colectiva.
El martes, con la energía ya por el suelo, visita fortuita al Palau de la Generalitat, y  la cavalcada de la Mercè con cientos de gigantes y cabezudos. Y a pesar de vivir relativamente cerca de Pl. Espanya, perderme el Piromusical por no poder soportar más muchedumbres.
El resto de semana lo he empleado en recuperar mis pies y mi energía vital. Ahora, en caliente, os prometería que el año que viene pasaré de les Festes de la Mercè y huiré de la ciudad. Pero la memoria, junto al olvido, son muy putas y seguro que el año que viene reincido y olvido la promesa; y más si el BAM tiene un buen cartel.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Vacaciones en Barcelona

foto: Id

Por fin puedo contaros qué fue lo que hicimos el primer día de minivacaciones. ¿Por qué tanta dilación? os preguntaréis. Porque lo que hicimos está relacionado con cámaras analógicas (hasta hoy no he tenido las fotos) y con motos (sí, somos unas frikis. ¿Todavía no lo sabíais?)
Desde que Lomography anunció la posibilidad de alquilar cualquiera de sus cámaras gratis durante un día, nos moríamos de ganas de probar la Horizon Perfekt y la Lomo LC Wide. Para aprovechar al máximo el día y poder movernos con total libertad y comodidad por Barcelona, a Id se le ocurrió la idea de alquilar también una moto. 
Juntar esos dos planes, a pesar de algunos problemas iniciales y ciertas reticencias, resultó una idea fantástica. Tras consultar distintas compañías de alquiler de motos, encontramos una buena oferta en moto-rent. El chico que nos atendió se portó de maravilla con nosotras: nos dio toda clase de facilidades y nos hizo un descuento. Finalmente alquilamos una scooter 125cc y nos dirigimos hacia la Lomography Store a buscar las cámaras. En adelante nos esperaba un día de cielos luminosos, perfecto para hacer fotos.

el parc del Fòrum (fotos hiro)

La moto nos permitió movernos de punta a punta de la ciudad con mucha rapidez y comodidad (a excepción de un atasco de tráfico en el centro a última hora de al tarde). Fuimos de la Barceloneta al Fòrum, pasando por el Arc de Triomf, la Sagrada Família, les Glòries..., subimos al castillo de Montjuïc y cruzamos la ciudad hasta el Turó de la Rovira y el parc Güell, haciendo una pequeña parada en Gràcia.

Sagrada Família (foto hiro)

doble exposición con la LC Wide (foto Id)

Nos encantó la cámara Horizon Perfekt (creo que será nuestra próxima adquisición) y la LC Wide nos dio ciertos problemas (es lo que tiene que te dejen una cámara que ha pasado por miles de manos) pero permite hacer unas doble exposiciones espectaculares. Pero lo que más me gustó de la experiencia fue pasear en moto por Barcelona abrazada a Id a lo Vacaciones en Roma o a lo Amélie.

(aquí os dejo un vídeo de nuestro paseo en moto)



Nos lo pasamos tan bien que nos faltó tiempo. En el momento de dejar la moto, y a pesar del cansancio, ya estábamos hablando de cuándo volveríamos a repetir la experiencia.

vistas desde el Turó de la Rovira (foto hiro)

viernes, 13 de septiembre de 2013

líneas infinitas


 playa del Trabucador (foto: Id)

Este año, que el fin de las minivacaciones haya coincidido con la vuelta al cole, le ha dado a septiembre ese aire de "summer's gone" que siempre me niego a aceptar. Me consuelo pensando que todavía quedan las Festes de la Mercè porque no tengo ni pizca de ganas que llegue el otoño y el frío. Este verano se me ha hecho tan corto que me siento estafada. A pesar de eso, esta última semana de vacaciones ha sido fantástica.
El primer día fue hiperintenso, con una actividad que hace tiempo Id y yo teníamos planeada y que nos encantó; pero eso os lo explicaré en el próximo post (ya entenderéis el porqué...).

faro del Fangar (foto: Id)

Al día siguiente salimos en coche con Manray y Vincent hacia el Delta de l'Ebre, a pasar unos días en el apartamento de mis padres tiene allí. El fin de semana el tiempo no nos acompañó, así que sustituimos la playa por excursiones por la zona. El primer día fuimos hasta el faro del Fangar a pesar de que la lluvia y los rayos amenazaban con alcanzarnos. Manray, que estaba en modo "salvaje", nos convenció para bañarnos en el mar a pesar de la lluvia. Ella e Id se divirtieron haciendo miles de fotos y vídeos; y es que el paisaje del Delta es impresionante bajo cualquier situación atmosférica. La vista no da para abarcar la inmensidad de un paisaje hecho de horizontes y paralelas infinitas, donde la belleza de los arrozales rivaliza con la bóveda de un cielo amplio y luminoso.

foto: Id

Al día siguiente exploramos la parte sur del Delta, haciendo una pequeña parada para observar los flamencos en la laguna de La Encanyissada, la mayor del Delta. De allí partimos hacia la playa del Trabucador, una lengua de tierra de 6 kilómetros de largo y de poco más de 100 metros de ancho, que separa frágilmente el mar de las aguas tranquilas de la bahía dels Alfacs. Así que más que una playa son dos: una de aguas cálidas y quietas, y otra más fría y con olas.
Por el camino, como íbamos con dos fotógrafas, nos detuvimos en los arrozales para hacer fotos. Allí, Vincent y yo sufrimos el ataque masivo de mosquitos y otros insectos, mientras nuestras respectivas parejas hacían fotos felizmente y sin sufrir ningún tipo de picadura. Por el camino nos cruzamos con aves de todo tipo y cangrejos simpáticos.

nuestro amigo el cangrejo (foto: Id)

Terminamos el viaje con la promesa de volver a repetir la excursión, pero la próxima vez en bici y con repulsivo para mosquitos. 
Id y yo nos quedamos unos días más y pudimos disfrutar por fin, del buen tiempo, el sol y la playa. 

Las minivacaciones terminaron con un día muy especial: la Diada de Catalunya. Fue impresionante participar, junto con toda mi familia (padres, hermanas, cuñados, sobrinos...), Id, amigos, la gente de mi minipueblo... en una cadena humana que enlazó las manos de miles de personas a lo largo de 400 kilómetros. El ambiente era festivo y reivindicativo, con una mezcla de personas de todas las edades y procedencias con una alegría e ilusión como nunca había visto. Me hizo sentir orgullosa de lo que es capaz de hacer la sociedad civil cuando la política parece haber olvidado lo que es el diálogo y la democracia.  

foto: Id

Nota: os recomiendo este interesante artículo sobre el tema de Suso de Toro.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

picnics domingueros y otras historias

fotos: hiro

La vida de mi hermana mayor me estresa. Sí, finalmente no pude escaparme y he vuelto a cuidar de sus hijos una semana más. Lo sé, soy masoca e idiota. 
A todo esto debe sumarse la visita de mi hermana pequeña, lo que significa -no que tuviera ayuda- sino que tuve "una niña" más de la que cuidar. Id y yo la acompañamos de visita turística al Parc Güell, donde posó alegremente para una sesión de fotos -que pidió a Id- y que ya puede verse íntegra (más 50 fotos) en su muro de facebook. 
Ya sé que no es muy buena idea visitar el Parc Güell en pleno agosto (Id por poco se pega con unas turistas rusas por culpa de una foto) pero a partir del 25 de octubre la entrada ya no será gratuita, sino que costará ocho euros!

Parc Güell, foto: hiro

Por su parte, Id también ha tenido una semana familiarmente cargada. Su padre regresó de Ecuador y lo celebramos con una cena familiar en un restaurante vegetariano de la calle Flassaders. ¿Por qué un vegetariano? porque el veganismo de Reikiana manda, aunque debo reconocer que me gustó mucho la comida y el local. Después de cenar, Id y yo paseamos por el Gòtic y disfrutamos de un pequeño concierto callejero de ópera al aire libre. 
Pero el factor de estrés en el caso de Id ha sido su hermano Manu, que se encuentra inmerso en el rodaje de un corto y eso supone que toda la familia -incluida yo- debe estar involucrada en el proceso. A mí me ha pedido que le traduzca y corrija el guión en un tiempo record y a Id miles de tonterías. 
Pero no todo ha sido estrés. El domingo tuvimos una sesión doble de picnics. Por la mañana quedamos con nuestras amigas las heteras en un parque. En este caso las estresadas fueron las heteromadres, ya que se pasaron todo el picnic persiguiendo a sus retoños, mientras el resto las observábamos comiendo tranquilas y aliviadas a causa de nuestra falta de maternidad. Bien, no todas, porque Carrie es una palomafóbica aguda, y cada vez que se nos acercaba una paloma -para evitar un ataque de histeria-  teníamos que alejarla a base de piedras y patadas. Los niños flipaban. Diseñadora nos anunció que vuelve a estar embarazada y Carrie, en cambio, nos dio una pequeña mala noticia.
Ojalá repitiéramos este tipo de encuentros más a menudo pero todo apunta a que no volveremos a reunirnos hasta la primavera que viene en la boda de Cat.
El otro picnic dominguero fue nocturno y en la playa de Sant Sebastià. Fuimos a cenar y a ver Weekend en la última sesión de la temporada de Cinema Lliure a la Platja. Por cierto, llegamos tarde porque estábamos convencidas que la playa de Sant Sebastià estaba en dirección opuesta; pero lo poco que vimos de la película nos gustó mucho.
Con todo, el mes de septiembre se me ha tirado encima y ni me he enterado. Siento que me han robado el mes de agosto. Además casi no he tenido tiempo ni para leer. Todo el mes que arrastro El pozo de la soledad de Radclyffe Hall que me está gustando más de lo que esperaba. Increíble que todavía no me hubiera leído este clásico de la literatura lésbica que dio lugar -en 1928- al juicio más famoso por obscenidad de la historia legal inglesa. Para compensar tanto drama bollo, me he leído alegremente y en pocos días el Elogio del Happy End, de Isabel Franc.
A partir de mañana empiezo unas mini vacaciones que pintan muy interesantes. Ya os contaré que tal han ido a la vuelta.