El verano también ha llegado a la blogosfera. La gente actualiza menos (me incluyo en este grupo) y hay blogs que se han ido de vacaciones.
Las mías están a punto de terminar, y es que inesperadamente, tengo que empezar a trabajar a mediados de agosto, y no en septiembre, como tenía acordado. Un nuevo trabajo, a media jornada, que nada tiene que ver con lo que he estudiado pero eso no me importa. Uno de los peores trabajos que he tenido fue trabajando "de lo mío".
Las mías están a punto de terminar, y es que inesperadamente, tengo que empezar a trabajar a mediados de agosto, y no en septiembre, como tenía acordado. Un nuevo trabajo, a media jornada, que nada tiene que ver con lo que he estudiado pero eso no me importa. Uno de los peores trabajos que he tenido fue trabajando "de lo mío".
Estas últimas semanas he aprovechado para ir a la playa y sobretodo he vuelto a tener tiempo para leer. Me ha gustado bastante Los años de peregrinación del chico sin color, de Murakami. Como me pasa con Modiano, en cierto modo todos sus libros me parecen iguales, pero eso no debe entenderse como algo negativo. Ambos son autores con mundos literarios muy particulares y estilos definidos, y eso me gusta.
Otra sorpresa ha sido la novela que me regaló Mei para mi cumpleaños: La tienda vintage de Astor Place, de Stephanie Lehmann. Una novela que engancha desde la primera página y que se lee alegremente. El libro contiene dos historias paralelas, la de Amanda y Olive, dos mujeres que viven en la misma ciudad (Nueva York), pero separadas por un siglo de diferencia.
Cuando Amanda, propietaria de una tienda de ropa vintage, visita a una anciana para comprarle unos vestidos antiguos, descubre escondido en medio de la ropa un viejo diario de 1907. El cuaderno pertenecía a Olive Westcott, una joven rica que vivió en el Nueva York de principios de siglo. La muerte inesperada de su padre y la crisis financiera, llevaron a Olive a las puertas de la pobreza y a tener que luchar para sobrevivir y alcanzar sus sueños.
A medida que va leyendo el diario, Amanda descubre que su vida y la de Olive tienen muchos puntos en común y eso la lleva a plantearse muchas cosas y a tomar decisiones importantes.
A medida que va leyendo el diario, Amanda descubre que su vida y la de Olive tienen muchos puntos en común y eso la lleva a plantearse muchas cosas y a tomar decisiones importantes.
Un lectura perfecta para el verano. Además la trama tiene como trasfondo la historia de Nueva York y de los primeros grandes almacenes.
Me gustan los libros que "me obligan" a leer/viajar con la ayuda de un mapa o una guía; y es que gracias a La tienda vintage de Astor Place esta semana he estado paseado por las calles de Nueva York, las del pasado y las del presente. Google maps es el complemento ideal para este tipo de lecturas.
Y es que tengo mono de viajar, o mejor dicho, tengo mucho wanderlust. Descubrí esta palabra no hace mucho y me encantó. Es un vocablo de origen alemán formado por la palabra "wandern" ('caminar') y "lust" ('deseo'), que luego se adaptó al inglés.
"Wanderlust is a strong desire for or impulse to wander or travel and explore the world". (fuente: Wikipedia)
Es decir, es un fuerte deseo o impulso de vagar o recorrer y explorar el mundo. Wanderlust no tiene una traducción exacta al castellano, o ninguna palabra que se le asemeje. En francés existe la palabra "flâner", pero eso es pasear de una manera especial, dejándose llevar por el azar, despreocupadamente, disfrutando de la gente y los lugares que una se va encontrando por el camino.
Y si ya es frustrante no poder viajar, todavía lo es más no tener una palabra que refleje esa ansia.
Para curarme de tanto wanderlust voy a seguir leyendo, o visitando alguna tarde la librería Altaïr. O sino, siempre me quedará viajar con Google Street View...