jueves, 28 de abril de 2016

rosas en los balcones


foto: Idgie

La preciosa mesa-palet que Id construyó para el comedor (ya os dije que era MacGyver) está repleta de libros. Da gusta verla así. Es el botín que le saqué al día de Sant Jordi.
Esa mañana Id me despertó con un desayuno sorpresa. Bajo un punto de libro con una rosa dibujada me esperaba Carol, de Patricia Highsmith, con la nueva edición que L'Avenç ha sacado de la novela en catalán. 
Yo conseguí engañarla diciéndole que todavía no le había comprado ningún libro. Y cuando menos se lo esperaba, lo encontró en un rincón de casa. (Bien, el libro no era precisamente pequeño, así que no le costó demasiado.) Le regalé un libro ilustrado muy bonito titulado Atlas del Mundo. Solo hojeándolo, la imaginación se escapa volando a explorar países y lugares desconocidos.
Eso me recuerda cuando era pequeña, y podía pasarme horas haciendo girar el globo terráqueo-lámpara que mi hermana mayor tenía en su habitación. Con los ojos cerrados, detenía su giro con el dedo índice, que era quien decidía -en un delicioso juego de azar- donde sería mi próximo viaje mental. Algo así consigue despertarme el Atlas ilustrado que ahora descansa en nuestra estantería-biblioteca.


foto: hiro

Al mediodía fuimos a pasear por Barcelona. Quien pensara que un Sant Jordi en día festivo sería un fracaso estaba totalmente equivocado. Como me temía, el centro estaba tomado por las masas que invadían la carretera a pesar de los cláxones amenazadores de los coches. Delante de la casa Batlló, decorada para la ocasión con miles de rosas, la guardia urbana a caballo tuvo que poner orden. Todo el mundo quería hacer fotos, un put* selfie sin importarle que para conseguirlo tuvieran que repartir codazos.
Conseguimos llegar a Rambla Catalunya para refugiarnos, en un bar, de la multitud y el calor. Cuando volvimos a salir, la gente había amainado un poco y era posible pasear y mirar libros! En una parada, le compré un segundo libro a Id. En este caso lo escogió ella: Fes-t'ho tu mateix, un libro DIY para alimentar su afición macgyvera. 
En otra parada, ella me regaló el segundo volumen de la tetralogía de Elena Ferrante (ya lo he empezado).
Seguimos bajando las Ramblas hasta que nos cansamos de tanta aglomeración.  
Esa noche habíamos quedado con MPop y Swank para ir a un concierto de Les Sueques (sí, otra vez ^^'). He conseguido que MPop sea tan - o más fan- que yo del grupo (aunque lo cierto es que está colada por la guitarrista). Llegamos al Apolo justo a tiempo, disfrutamos del concierto, nos tomamos unas copas y nos fuimos a cenar.
El domingo estábamos tan agotadas que cancelamos un comida que teníamos en Sitges. Creo que tanta hiperactividad me está empezando a afectar; es lo que tiene querer abarcarlo todo. Pero es que la primavera me sube la "serotonina".


lunes, 18 de abril de 2016

primavera i soroll


He andado distraída demasiado tiempo, perdida en mi misma. Estos meses de ausencia han sido reflexivos, como si me moviera a cámara lenta mientras el mundo lo hacía demasiado deprisa. Tanto cuestionarme cosas, sentirme a ratos triste y desubicada me quitaba las ganas  de escribir, incluso de leer. Al contrario que otra gente, me cuesta escribir desde la tristeza o el desconcierto.
El trabajo sigue sin gustarme y después de tres meses no creo que lo haga nunca. Cada día, de camino al trabajo sueño con huir. Los demás te recuerda la suerte que has tenido "con lo mal que está todo". Sí, tengo un buen sueldo, un buen horario, pero este trabajo me deja el alma vacía, no sé si me explico. Me pregunto como lo hace el resto de la gente para vivir tan alienada de si misma. Id me anima y me envía al mundo cada día con un abrazo y un amor que consigue que todo sea más liviano y llevadero. 
Pero no todo ha sido tan lúgubre como parece, cuando salgo del trabajo empieza la VIDA.


Estos dos meses han dado para mucho. Hemos tenido cenas y comidas con amigos en casa, bautizos familiares en la Sagrada Familia, repetición de Carol otra vez en el cine (me encanta tener el Phenomena tan cerca de casa) me he cortado el pelo en el Palo Alto, hemos comido genial en el Van Van Market... Hemos ido a presentaciones de libros de lo más surrealistas, a conferencias sobre Simone de Beauvoir... Y por primera vez en mi vida he ido al Liceu, no a escuchar ópera, sino a un concierto de Julieta Venegas.


Además la primavera ya está aquí, y también las ganas de todo; de disfrutar de la ciudad, del buen tiempo, de hacer mil planes, de soñar...
Este fin de semana tuvimos la superfiesta de cumpleaños de las Gemelas. Gente y más gente, sobretodo bolleras, en un mini piso como si aquello fuera el camarote de los hermanos Marx. También fuimos de vermut musical con las Sestras. A cada concierto que voy de Les Sueques, salgo más fan de estas chicas. Esta vez les compré el cd.




And last but not least, ya he salido del armario en casa. Sorprendentemente, mi padre se lo ha tomado mucho mejor que mi madre. Ella se enfadó un poco conmigo, pero se le pasará; en cambio, mi padre dijo que ya se lo pensaba y que mientras yo sea feliz, él también; y se quedó tan pancho.  Ya veremos como va evolucionando todo...