jueves, 31 de diciembre de 2020

El año más raro de nuestras vidas


vuelo en avioneta (foto: hiro)

Adiós 2020. Adiós al año más raro de nuestras vidas. Al año de los cumpleaños, conciertos, Navidades y celebraciones perdidas. 

Tampoco es que espere mucho  del 2021. Pero nunca me había alegrado tanto dejar algo atrás. 

Ha sido el año en que me he sentido más huérfana y desconectada de mi familia. No creo en las videollamadas; o no me bastan. Solamente he visto tres veces a mis padres y algunas de mis hermanas y sobrinos. Ha sido la primera Navidad sin mi familia. 

Lo que sí que ha abundado son las lecturas. En eso no me puedo quejar, ha sido un año de buenos libros. 

He ido a pocos conciertos (tres) y dos fueron para ver a la misma artista: Anna Andreu, mi descubrimiento y obsesión musical del año.

Y poco más que contar. 

¡Ah, sí! También ha sido el año que hemos volado por primera vez en avioneta. Fue mi regalo de cumpleaños para Id y nos encantó la experiencia. Se nos hizo corta, así que cuando podamos repetiremos.

En fin, no quería terminar el 2020 sin pasarme por aquí. Este espacio que tengo tan abandonado pero que sigue existiendo aquí, esperándome siempre como una habitación blanca e iluminada; acogedora y abierta a todas las posibilidades. 

Para el 2021 no prometo nada, sólo el seguir intentándolo y no ser muy dura conmigo misma por ello. 

¡Feliz 2021!