Bicicletas, libros y mi fascinación por Annemarie Schwarzenbach

foto: Raphaël Année

La primavera definitivamente está aquí y después de tanto esperarla, temo que pase demasiado rápida. Ganar una hora más de luz ha potenciado mis ganas de hacer mil cosas.
El cuerpo, aletargado e ignorado durante el invierno bajo capas y capas de ropa, despierta y reclama nuestra atención. El mío tiene ganas de aire libre y de coger la bicicleta. Nunca seré una runner, por mucho que lea a Murakami. Con los años, he llegado a la conclusión que mi cuerpo -simplemente- es incapaz de correr bien. Soy más feliz perforando el agua nadando, disfrutando de la velocidad sobre una bici o compitiendo distraida en la dinámica de un juego (tenis, básquet...). La soledad del corredor me aburre.  

Voracidad vital y lectora. Después de una época de sequía lectora, tengo hambre de palabras y de historias. Tengo diferentes frentes abiertos: las obras de teatro de Antón P. Chéjov (ya que no puedo ir al teatro me lo llevo a casa); Retratos de Will, de Ann Beattie y Ella, tan amada de Melania G. Mazzucco. Éste último es el que me tiene más enganchada.

En la retaguardia esperan, Demasiada felicidad de Alice Munro y Billie, la última novela de Anna Gavalda.

Ahora que se acerca Sant Jordi las editoriales se apresuran a sacar sus novedades. Los editores saben que mucha gente compra un libro solo por la cubierta, pero también existen otras razones: porque nos lo han recomendado, porque nos gustó el anterior libro de ese autor, por curiosidad, por el argumento de la contracubierta, por casualidad... Debo confesar que yo he leído libros por todas las razones anteriores y por alguna más. 

Por ejemplo; Ella, tan amada de Melania G. Mazzucco. Llegué a este libro gracias a una foto vista en tumblr. (Por cierto, hablando de libros y tumblrs, os recomiendo éste). Se trataba del siguiente retrato de Annemarie Schwarzenbach. 

Hasta entonces nunca había oído este nombre, pero la imagen me fascinó. Investigué quién era esa desconocida de belleza misteriosa y andrógina. Y supe que fue una escritora, arqueóloga, periodista, y fotógrafa de origen suizo; fue amiga de los hermanos Klaus y Erika Mann, y una gran viajera. Su breve y trágica vida (1908-1942) tuvo como trasfondo la convulsa sociedad europea de los años treinta. Glosando el título de una novela de su amigo Klaus Mann, se podría decir que Annemarie fue una "hija de su tiempo".

Pues bien, del interés por su imagen y su vida, pasé a interesarme por su obra. Leí su novela Ver a una mujer, que me enganchó desde la primera línea (la novela tiene unos párrafos iniciales muy hermosos). Mientras espero leer alguna más de sus novelas, en la biblioteca me topé con la biografía novelada sobre Annemarie que escribió Melania G. Mazzucco: Ella, tan amada. Libro que os recomiendo si, como yo, sentís curiosidad por la vida de esta mujer. 

Ah! y me olvida! Annemarie será el título de la próxima novela gráfica de María Castrejón y Susanna Martín. Una adaptación de la vida de Annemarie Schwarzenbach a cómic y que será publicado por Norma Editorial. Según su blog, el libro tendría que haber salido a "la luz en invierno del 2014". Esperemos pues, que sea pronto. Con la buena pinta que tienen los primeros bocetos seguro que me lo compro.

Una curiosidad: Siempre me he reído de la semiobligación de ir en casco cuando voy en bici. Desde que leí que Annemarie Schwarzenbach  murió a causa de un accidente en bicicleta, en el que se golpeó la cabeza con una piedra, ya no me lo tomo tan en broma.

-Más info: aquí podréis ver Une Suisse rebelle, un documental sobre la vida de Annemarie Schwarzenbach.