Volver a mi pueblo, ni que sea de visita, siempre tiene algo de revisión y autoafirmación.
Este fin de semana era la Feria, el gran evento del pueblo y de las comarcas colindantes. Es junto a la Navidad, la festividad que hace regresar a todos los que "desertamos" y huimos del lugar del crimen.
Este fin de semana era la Feria, el gran evento del pueblo y de las comarcas colindantes. Es junto a la Navidad, la festividad que hace regresar a todos los que "desertamos" y huimos del lugar del crimen.
Comida familiar multitudinaria, con una mesa de niños que cada año va ampliándose. Amigas que hacía tiempo que no veía y que ahora te presentan a sus pequeños retoños; otras que te anuncian que pronto serán madres por primera vez. Niños everywhere... hasta el punto que flipas viendo que auténticas "cabras locas" y fiesteras, ahora se han convertido en madres modélicas. Eso, en lugar de hacerme replantear cosas, me reafirma en lo correctas que han sido algunas de mis elecciones vitales.
Me imagino como sería ahora mi vida si hubiera tomado otros caminos, y me entran escalofríos. El microcosmos de este pueblo, con sus dinámicas y roles preestablecidos, me dan claustrofobia. Volver a menudo va bien para recordarlo y evitar las mitificaciones que causa la distancia.
Mi amiga Mei parece haber recuperado la ilusión y las ganas con un nuevo proyecto profesional. Este fin de semana, aprovechando las ferias, ha abierto una librería/juguetería especializada sobretodo en literatura infantil y juvenil. Hacía falta algo así en el pueblo; además con buen gusto y hecho con amor.
El lunes la acompañé a un mayorista a comprar más libros. Dijo que necesitaba mi asesoramiento, y me encantó poder ayudarla en eso. Con lo que me pirran los libros ya os podéis imaginar lo mucho que disfruté. Además me dijo que podía escoger los que quisiera para mí y así aprovecharme del 20% de descuento del que dispone como librera. Pero como después de la Feria me pilló con mi presupuesto de gastos apurado, me limité a coger el de Putos himnes generacionals, que tiene muy buena pinta.
De cara a la Navidad y a Sant Jordi, ya le he dicho que la acompañaré encantada, jaja
Después del mal año que ha pasado me gusta verla otra vez ilusionada y con ganas. ¡Ojalá el negocio le vaya bien!
Id también vino a pasar las Ferias, como viene haciendo desde hace años. Mi madre le soltó unas cuantas indirectas, haciéndole bromas sobre cuñadas y nueras, que la dejaron bastante flipada. Las ambigüedades de mi madre me dejan ojiplática; por una parte parece que le gusta Id y no le molesta que sea mi novia; pero por otra, suelta comentarios despectivos respecto a unas fotos que vio de mis amigas en el Pride que me descolocan.
Aunque para ambigüedades las mías, sobretodo las musicales. Incluso yo misma no entiendo como - al mismo tiempo- puede gustarme algo tan romántico como las canciones de Ben Rector y la actitud punk de Les Sueques (dEsoRdeN, gràcies pel descobriment!;) )