Mary Badham (foto: Leo Fuchs)
Mi hermana pequeña me había advertido que era muy mala, que me aburriría, que la última hora solo eran tiros y más tiros. Con estas perspectivas fui a ver Rogue One.
No me considero una friki de Star Wars, pero esa niña que persiste en mí, aún siente debilidad por las películas de aventuras espaciales. A pesar de las advertencias de mi hermana, o tal vez por ellas, me gustó la película.
Cine de aventuras, épica con un punto de innovación dentro del universo Star Wars y con una emocionante aparición final de Darth Vader.
Cine de aventuras, épica con un punto de innovación dentro del universo Star Wars y con una emocionante aparición final de Darth Vader.
Como he dicho, a los ocho años me pirraban las pelis de superhéroes, de aventuras, y de ciencia ficción (me pasaba horas dibujando naves espaciales). Así que cuando entré en la sala, se apagaron las luces y (después de media hora de anuncios interminables) aparecieron las letras con tipografía galáctica de "Rogue One", mi sentido crítico bajó el listón hasta los ocho años y disfruté de la película como una cría. ¡Lo que hubiera dado a esa edad por tener a una heroína como Jyn Erso (Felicity Jones) o la Rey (Daisy Ridley) de "El despertar de la Fuerza" con la que identificarme..!
Así que no toméis demasiado en serio mi valoración de la película: es la misma -pero sin mucho menos entusiasmo- que os habría hecho un Hiro de ocho años.
Así que no toméis demasiado en serio mi valoración de la película: es la misma -pero sin mucho menos entusiasmo- que os habría hecho un Hiro de ocho años.
Y es que, ¡cómo me gustaría volver a sentir como era tener ocho años! Vivir con esa intensidad que da estar siempre en el presente, sin tener conciencia del tiempo. Con esa energía y pureza... Cuando el mundo todavía no me había modificado ni confundido. O eso me parece ahora en perspectiva...
Tal vez todo sea consecuencia de leer demasiado a Taniguchi. Sus libros me dan ganas de vivir de una forma más pura y sencilla. Me fascina como sus historias, en las que parece no suceder nada, consiguen transmitirme esa sensación de sosiego y serenidad.
Se acerca la Navidad y las temidas reuniones familiares -que este año prometen conflictivas- así que, ahora más que nunca, necesito mucha calma y tranquilidad.
A mí ya me vale la valoración de ocho años. Nunca tuve la oportunidad de ver Star WArs en de pequeña, así que cuando el año pasado en el Depertar d ela Fuerza apareció la tipografía de Star Wars ya me emocioné. Y eso que no suy ultramegafan! (sólo un poquito).
ResponderEliminarHace un tiempo también tuve nostalgia por cuando era niña. Me pasa de vez en cuando. Y me compré cuadernos para colorear (de niños, de esos con pegatinas para completar la historia), me apetecía subir al tren navideño que ponen en mi barrio, me iba a ver los REyes Magos... no sé.
Ahora tengo nostalgia por mis veiente, y me quedan tan lejanos...
ánimo con las reuniones familiares,...!
Es que el 'Despertar de la Fuerza' estuvo genial! ya me dirás que te ha parecido 'Rogue One' :)
Eliminarjajaja pues el otro día estuve a punto de comprarme un cuaderno de esos para colorear (cuando era pequeña me apasionaba dibujar y pintar). Sí, supongo que son rachas nostálgicas...
De momento no me ha pillado por desear una vuelta a los veinte... tal vez cuando tenga la crisis de los 40?? (miedo...).
Igualmente! Al final la Navidad fue mejor de lo que esperaba ^^
Tot i que amb els anys et vas tornant més escèptic i desencantat amb la vida en general, i jo odio molt, crec que encara tinc la capacitat d'emocionar-me com un nen. Només en circumstàncies determinades, cert, però encara em surt de dins en un bon concert, o ballant música negra dels '50 o els '60, o situacions així. Espero no perdre-la mai. I tampoc la ràbia adolescent...
ResponderEliminarImpossible no tornar-te un "hater" amb tants idiotes i cretins com hi ha al món... Però l'important és no perdre aquesta capacitat d'emocionar-nos, perquè la gent que la perd, és com si ja estigués morta.
EliminarMentre hi hagi música, no crec que la perdis mai ;)