domingo, 25 de noviembre de 2012

cuando el pueblo habla



No soy demasiado fan de la música de Lluís Llach: que mi hermana mayor, durante su adolescencia, pusiera sus discos sin parar, tuvo mucho que ver en eso... Pero otra cosa es el Llach escritor, ese sí me gusta. Su primera novela, Memòria d'uns ulls pintats (Memoria de unos ojos pintados) me ha soprendido gratamente y me ha entusiasmado; he devorado el libro en muy pocos días.
La novela cuenta la historia de cuatro amigos, dos chicos y dos chicas, nacidos en 1920 que crecen juntos en el barrio obrero de la Barceloneta. Criados en un ambiente humilde y libertario ven como la República amplia sus horizontes de esperanzas y posibilidades, pero la Guerra Civil y la posterior represión franquista  lo rompen todo. 
Me gustan las novelas que explican la microhistoria, como en La plaça del Diamant de Mercè Rodoreda, donde lo importante no son los grandes hechos históricos, sino como estos afectaron a la vida de las personas. Y en el caso de la novela de Llach, como afecta a cuatro adolescentes, y en concreto a la historia de amor entre Germinal (el narrador) y David. Y también descubrir que existió un proyecto pedagógico tan innovador e interesane como la Escola del Mar, del que no sabía nada antes de leer la novela.


Es preocupante que en este país tengamos un desconocimiento tan grande de lo que fue la Guerra Civil. Hace un par de años, en el Intermedio preguntaron a unos adolescentes quien era Franco y esto fue lo que contestaron. Más que penoso!
Durante el bachillerato, como el temario de historia era tan largo, recuerdo que casi nunca llegábamos a estudiar el tema o lo hacíamos vagamente. Hasta que no cursé Historia Contemporánea en COU, no estudié a fondo la Guerra Civil Española.
Siempre se ha hablado maravillas del proceso que supuso la Transición, pero es evidente que hay heridas que no se curan corriendo un tupido velo sobre el asunto. Que en este país aún haya muertos esparcidos por la cunetas y en fosas comunes, quiere decir que el tema no está superado. Que se organicen actos como éste, significa que aún hay gente que piensa que ese "alzamiento" fue legítimo. Que todavía exista algo llamado Fundación Francisco Franco, sería una cosa impensable si este país fuera Alemania, donde sí se aprendió a lidiar con un pasado fascista terrible a base de mucha pedagogía. Aquí simplemente se optó por mirar hacia delante sin hacer antes, o con cierta posterioridad, un ejercicio de autocrítica y de reconciliación con el pasado. 
Dicen que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla. Bien, espero que eso no suceda, pero el tufillo antidemócrata que últimamente se respira en este país es alarmante. Ex tenientes coroneles golpistas con bigote que hacen declaraciones brabuconas, militares que sueñan con volver a entrar a Barcelona en tanques, conferencias episcopáles con discursos casposos, portadas de diarios anunciando noticias falsas, ministros que insinúan cosas muy feas...

¿Y por qué os hablo de todo esto?  porque hoy es día de elecciones en Catalunya. Las más importantes de su historia, dicen muchos.
Cada vez que voy a votar me acuerdo de una anécdota que viví hace unos diez años, la primera vez que me tocó ser vocal en una mesa electoral. El primer votante, a las 9.10 de la mañana, fue un viejecito entrañable de 88 años. El hombre nos explicó que desde que se instauró la democracia nunca había fallado a una votación; había pasado por una dictadura que se lo había prohibido durante más de 30 años. "Votar es un derecho precioso, os lo dice alguien que no siempre lo ha tenido", nos explicó sonriente mientras depositaba su voto en la urna. Desde que tuve edad para votar siempre lo he hecho, pero desde que ese anciano me recordó que votar es un derecho relativamente reciente -sobretodo en el caso de la mujer- he cumplido con ese derecho y con esa obligación en todas las elecciones. 

Hoy, como dice ese tópico un poco cursi, es la fiesta de la democracia; el día en que los políticos callan y el pueblo habla. Y así lo haremos, aunque sólo el 10% de los catalanes residentes en el extranjero puedan hacerlo por absurdas y surreales trabas administrativas. Sí, así lo haremos, aunque parezca que a algunos esto aún les moleste.

Y hablando de elecciones, si no la habéis visto, os recomiendo esta comedia iraní sobre la importancia del voto.

3 comentarios:

  1. Muy sabias las palabras del viejecito de 88 años. Desafortunadamente a veces parece que no hay a quien votar. Salu2. Solo

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  2. Es triste que la lectura que se saque de estas elecciones haya sido la derrota de un partido. Creo que podría haber muchas otras tal y como tu has reflejado.
    Petons esperançadors!!

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  3. Solo:
    Estas han sido una de las elecciones en las que más me ha costado decidir el voto. Suerte que en Catalunya hay mucha diversidad de opciones.

    Abrazos! :)


    M:
    Tens tota la raó. El resultat electoral d'ahir ofereix múltiples lectures, encara que alguns segueixen sense voler entendre el que passa a Catalunya... I també era curiós veure com tots els partits deien que havien guanyat. Aquesta legislatura pinta molt interessant, a veure que passa ara...

    Petons engrescats! ;D

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