lunes, 30 de julio de 2012

La hierba no siempre es más verde en el otro lado


Fin de semana tranquilo, demasiado tranquilo para ser un finde de verano. Mucha lectura, paseos, retomar un viejo proyecto que tenía olvidado, y un día de playa aplazado que se quedó con una tarde de charla en el bar de una miniciudad desierta.
El jueves y el viernes hice unas horas de niñera de "compromiso" (odio que los lazos familiares te obliguen a hacer cosas que no quieres) así que descansar este fin de semana también me ha venido bien para coger fuerzas, porque lo "bueno" empieza hoy.
Esta semana, como se ha acabo la guardería y el esplai, mi hermana me ha pedido que le cuide a los niños todas las mañanas hasta el viernes. Pero es que además, este mes, para sacarse unas pelas, mi hermana ha alquilado una habitación  a dos guiris de 15 años que han venido a Barcelona a estudiar español (aunque realmente a lo que han venido es a salir de fiesta). Así que si éramos pocos, parió la burra.
Hoy ha empezado mi "divertida" vida de "mamá" suplente a media jornada: hacer almuerzos, bañar a niños, vestir a niños, llevarlos al parque, hacerles la comida, lavar los platos... Me siento como si estuviera en uno de esos absurdos programas de televisión donde intercambian tu vida con la de una desconocida para que así aprendas a valorar aquello que tienes. Pero al contrarió de lo que cantan los The School, yo no veo "más verde la hierba de los otros", mi vida es muy mejorable pero la prefiero mil veces a la de mis hermanas; valoro de sobras mi independencia y libertad.
Me gustan mis sobrinos, pero a ratos y en pequeñas dosis. Me estoy replanteando eso de tener hijos  sólo para putear a mis hermanas exigiéndoles que me devuelvan todas las horas de canguro gratis que les he hecho. Sí, suena a rencoroso pero es que es lunes,  un mosquito tigre me acribilló ayer en casa de Idgie y hoy me he levantado con un poco de mala leche. Tengo las piernas tan hinchadas  que me duelen al andar y unas ganas compulsivas de rascarme sin parar.
Pero a pesar de que hoy es lunes y ya tengo ganas que sea sábado,  el buen humor me ha regresado con un poco de pomada y  una llamada telefónica de Idgie con buenas noticias laborales. Y además finalmente podremos ir a la Main Party del Girlie!

jueves, 26 de julio de 2012

la caja tonta



Igual que los exfumadores son los más acérrimos detractores del tabaco; yo, antigua teleadicta, aborrezco la actual programación televisiva. No sé que me pasó hacia los 23-24 años pero de repente, mi cabeza dijo basta y dejé de mirar la tele (a excepción de las noticias y algunas pelis) y me hice adicta a internet. Cada vez que enciendo la tele me acuerdo de porqué dejé de mirarla: tantos canales para tener una programación de mierda patética!
Como todo el mundo sabe, la televisión alcanza sus mayores cuotas de cutrez en verano: programas refritos, "lo mejor de...", películas del oeste, concursos ridículos con piscinas de fondo, las famosas reposiciones de series de todos los veranos... Que TVE repita "Ana y los siete" cada tarde refleja el estado de crisis en que se encuentra este país. Preferiría mil veces que reponieran por milésima vez Verano azul (o mejor dicho "Verano sepia" porque de tantas repeticiones ya ha perdido el color) y así recordar lo felices que éramos en los 80 y volver a salvar el barco de Chanquete.

Pero lo peor, lo más maligno de la tele, como me pasó el otro día a mí, es que de golpe te encuentres embobada mirando alguna mierda de programa; como un reality absurdo de la MTV sobre un chico gordo que en 80 días, como Willy Fog, consigue volverse delgado. Así que mi consejo es que si no quieres encontrarte atrapado mirando una programa estúpido, mejor no enciendas la tele. Creo que en mi futura casa no tendré televisión, sino un proyector para mirar las pelis y series que me descargaré de internet; porque con la subida del iva está claro que nunca más podré volver a pisar un cine o un teatro...
  
Esta tendencia a la reposición de series inherente al verano creo que es la culpable, junto a una pésima 2ª temporada de Lip Service, y un poco de nostalgia, de que esté volviendo a mirar con Idgie la 5ª temporada de The L Word, la mejor de la serie (ya no recordaba lo odiosa que era Jenny!). Nuestra duda ahora es: ¿volver o no volver a ver la 6ª y última-nefasta temporada de la serie? si hemos conseguido olvidarla será por algo, no? Y, ¿por qué últimamente todas las series tienen que tener unos finales decebedores que enfurezcan y entristezcan a sus fans?


sábado, 21 de julio de 2012

días ociosos



Me gusta mucho cuando Idgie me viene a buscar a la estación porque entonces siento más de verdad que he llegado. Pero este último día fue mejor porque me esperaba en Sants para llevarme directamente del tren a la playa. Así que cuando baje del vagón, como Superman, fui corriendo a los lavabos de la estación para cambiarme la ropa de calle por mi "traje" de playa: bikini y chanclas.
Últimamente los trenes  están llegando muy puntuales y eso me emociona; pero no lo suficiente para hacer olvidar mi odio visceral a Renfe, sentimiento cultivado a lo largo de años y años de desencuentros e impuntualidades varias.

Esta semana, aprovechando que mi suegra se ha ido de vacaciones, la estoy pasando en el pseudopueblo de Idgie; aunque hoy he pasado casi todo el día sola porque Id tenía trabajo. Cuando se va a hacer fotos a una boda, me siento como la mujer de un soldado esperando que su "marido" regrese de la guerra; me preocupa que le pase algo por la carretera y me inquieto si tarda mucho en regresar.
Así que ayer fui a la biblioteca de su miniciudad para buscar material con el que distraerme, pero antes me saqué el carné.
Tener el carné de una biblioteca es un paso muy importante: es tan decisivo como dejar tu cepillo de dientes o  ropa de recambio en casa de tu pareja. Me parece que no me importaría vivir en esta miniciudad, aunque sólo temporalmente... Al menos me gusta su biblioteca, con un fondo dedicado al tema LGBT bastante importante.
Tras sacarme el carné me emocioné tanto que regresé a casa con cinco libros debajo del brazo. De momento los he empezado todos a la espera de ver cuál de ellos me seduce más, aunque algo me dice que será el cómic de Tamara Drewe...

Estos días estoy escuchando lo último de Hidrogenesse, Un dígito binario dudoso, un disco tributo a Alan Turing, padre de la informática moderna y con una biografía interesantísima y trágica. Y como hace unos post hablé de los captchas y su dificultad, hoy os dejo con este tema:



martes, 17 de julio de 2012

hacia rutas semisalvajes


No hay nada como zambullirse en alta mar para quitarse el polvo y la mierda de encima. Y luego, nadar y nadar hasta llegar a una playa desierta; milagro aún posible gracias a las reservas naturales.
Llegar a una playa desde el mar te hace sentir como un náufrago o un conquistador. Tus pies salen del mar para pisar una arena virgen, sin huellas. Y en ese momento te sientes estúpidamente remota y victoriosa hasta que esa emoción se esfuma al encontrar en la orilla una lata o un bidón oxidados, vestigios humanos que ha escupido el mar con desprecio. Y entonces, como Charlton Heston en un mundo apocalíptico, tienes ganas de maldecir a toda la humanidad por ser tan marrana.
Ya no quedan tierras por descubrir, ni parajes vírgenes. Para proteger a la naturaleza de la estupidez humana, hemos creado "reservas", como los yankees hicieron con los indios.

Estos días me he dado cuenta que ir en barca ha potenciado mi fobia social: ahora no soporto ir a la playa. Porque aunque inocentemente crea que me he puesto a primera línea de mar, siempre viene algún desaprensivo a amargarme la vida (y más aún si viene acompañado de niños) extendiendo su toalla en mis mismísimas narices. O peor aún: se ponen a escuchar la radio a todo volumen o simplemente parlotean sin parar y a gritos.
Pero fobias a parte, este fin de semana marítimo y familiar, me ha ido genial para desconectar y olvidarme de lo mal que va el mundo.
Los pueblos de mar, como los parques temáticos o las bibliotecas, tienen ese poder analgésico; pertenecen a ese tipo de microcosmos donde parece que nada malo pueda pasar. Aunque fuera de temporada suelen ser más deprimentes que una piscina abandonada.



viernes, 13 de julio de 2012

Atzucac?


*Atzucac: en catalán, callejón sin salida


Me encantaría volver a ser una niña para disfrutar del verano como lo hacía entonces y para volver a vivir en la más absoluta ignorancia respecto a que es el IVA, el PIB, el déficit, la prima de riesgo, y demás jerga económica por el estilo.
Cada día que pasa, este país se va más a la mierda, mientras nuestros políticos siguen con sus cansinas trifulcas de patio de colegio: "que si nosotros aplaudimos porque vosotros también lo hicisteis cuando Zapatero bajo las pensiones", "que el que se jodan, iba para los del PSOE y no para los  parados (como si eso fuera una excusa para esconder un acto tan bochornoso y chulesco como el de insultar a los miembros de la oposición en medio del Parlamento).
Me cabrea el comportamiento de nuestra clase política, sus mentiras, su falta de ética, su poca vergüenza!
Inocentemente siempre he creído que la mayoría de la gente es buena; entonces, ¿por qué parece que los "malos" siempre ganan y las personas decentes son las que acaban pagando los platos rotos? Siempre he odiado esa frase de reminiscencias bíblicas de "pagan justos por pecadores"...
¿Tendrá razón el agente Smith  cuándo dice que:"los humanos son una enfermedad, son el cáncer de este planeta"?
Pero lo que también me jode es como toda esta situación se va filtrando en nuestras vidas personales: precariedad laboral que hace imposible que Idgie y yo vivamos juntas algún día, recortes en sanidad que hacen que la operación de próstata de mi padre se atrase una vez más, subida de las matrículas universitarias que ha obligado a muchos de los amigos de mi hermana a dejar sus carreras, etc. Una situación que no hace más que empeorar día tras día, y a la que nadie parece encontrar una solución.
Así que para seguir con mi plan revolucionario de no perder la alegría, tengo que hacer un sobre esfuerzo enorme cada día. Una de mis nuevas medidas para lograrlo es segregando endorfinas mediante el deporte. Hoy he ido a la piscina a nadar. Sólo con ver la reverberación de la luz pintar telarañas danzantes en el agua, ya me he puesto de buen humor.
El verano sigue adelante y no quiero desperdiciarlo con pensamientos funestos. El mundo continuará girando ajeno a nuestros problemas con su imperturbable devenir de las estaciones; aunque no sé si este pensamiento me consuela o me inquieta...


domingo, 8 de julio de 2012

los conciertos son para el verano

foto: Id

Esta semana de vacaciones está siendo casi perfecta; pena que termine de aquí dos días. Pero la felicidad, como cualquier otro estado emocional, también tiene fecha de caducidad.
Como siempre, siete días se quedan cortos para tantos planes. Hemos ido a la playa, a las piscinas de Cebolla Town con Manray, donde bajamos por los toboganes como si fuéramos críos, fotos acuáticas con sorpresas incluidas, fotos de 360º, comidas compartidas, fuegos artificiales, paseos a medianoche, fiestas bollos en la playa y fiesta con lucha de barro incluida... Pena que la hermana de Idgie, junto al Intocable, interrumpiera más de un momento íntimo con sus inesperadas visitas...

Hoy nos hemos levantado a mediodía con esa sensación de cansancio agradable que acompaña a las noches de conciertos inolvidables. Me encanta volver a escuchar, a la mañana siguiente, los temas que  unas horas antes me han hecho vibrar. Así que el post de hoy está escrito con Mishima y We Are Standard de fondo. Dos conciertos fantásticos que ayer pudimos disfrutar en el Embassa't gracias a M., que es una tía genial  a la que nos encantó conocer.

Mishima,  fotos: Idgie

Llegamos al recinto justo a tiempo para escuchar a Maria Coma sentadas en la hierba. Y a continuación cenamos escuchando a los Pegasvs, de cuyo concierto me quedó con la frase de "los festivales con hierba son geniales... con hierba en el suelo quiero decir..." y con este tema.
Manray e Id disfrutaron haciendo fotos y escuchando a Mishima en primerísima fila, que combinaron canciones de su nuevo disco con sus temas más conocidos.

We Are Standard

Pero el grupo que nos sorprendió gratamente fueron We Are Standard, a los que tenía muchas ganas de ver en directo. Y no defraudaron, el concierto fue brutal! con un Deu Txakartegi provocador que no paro de bailar y que me encantó, a pesar de sus escupitajos.
A Id le gustó mucho subir al escenario con un pase vip para hacer fotos al hermano de M., que es Dj y que nos hizo bailar con una sesión de buena música, y que concluyó con la aparición sorpresa del cantante de los We Are Standard.



miércoles, 4 de julio de 2012

banderas y castillos

foto: Idgie

Fin de semana más voluble y cambiante que una primavera. Sol, calor, lluvia, truenos, viento, rebajas...
El sábado por la tarde, con ese calor húmedo y pegajoso tan típico de Barcelona, nos fuimos hacia la plaça Universitat para la manifestación del Orgullo. Al principio parecía que seríamos pocos, pero la gente se fue animando y finalmente fue una manifestación más numerosa y divertida que la del año pasado. Llevar una batukada fue una buena idea, ya que animó mucho la marcha y ayudó a sobrellevar mejor el calor.
Cuando la manifestación terminó nos dirigimos hacia Montjuïc para visitar el Village, donde todo estaba a punto para la gala Miss Drag Pride y la fiesta de la espuma. Pero tras dar un paseo, Idgie y yo decidimos marcharnos a cenar.  A medianoche, en lugar de regresar al Village, optamos por ir al Bambolina, un nuevo local para chicas en el Eixample que nos gustó mucho: buen ambiente, entrada gratuita y precios asequibles.

Al mañana siguiente nos despertó la lluvia, que no dejó de caer hasta bien entrado el mediodía. Como eran las fiestas mayores de la ciudad de Idgie, fuimos a ver la jornada castellera: impresionante ver un 3 de 9 desde tan cerca y el alzamiento de las enxanetas desde el balcón del ayuntamiento.

foto: hiro

Por la tarde la lluvia volvió a aparecer y nos persuadió de no volver a Barcelona para ir al desfile del Pride; que parece ser que se hizo bajo la lluvia, aunque la fiesta posterior quedó anulada. Así que suerte que el sábado fuimos a la manifestación porque sino nos hubiéramos quedado sin Orgullo.
Pero este año a lo que tengo muchas ganas de ir es al Girlie Circuit: van a venir las Uh huh her! (que pronunciado a la española parece más un grito de guerra cavernícola que el nombre de un grupo), y el resto del programa también promete mucho! Pero aún falta para eso...
De momento esta semana estoy de vacaciones en casa de Idgie, así que no sé si podré actualizar tan a menudo...