domingo, 27 de diciembre de 2015

haciendo las paces con la Navidad


Cuatro días de comidas en familia, tardes tontas, lecturas y mucho turrón (sobretodo de Suchard) y sigo viva. No he engordado ni un quilo y estoy en un estado de paz y tranquilidad blanca. Vuelvo a ser capaz de dormir 10 horas seguidas, como una niña. 
Un par de días antes de Navidad, aprovechando que todas las hermanas estábamos en el minipueblo, fuimos a merendar juntas a la cafetería. Hacía tiempo que no salíamos las cinco juntas. Al poco rato empezaron aparecer sobrinos, de uno en uno, hasta que casi ocupamos todas las mesas del local. Me gustó ese momento familiar porque fue casual, nada forzado. Me recordó a esa escena de Transparent, cuando los tres hermanos Pfefferman se bañan juntos en la piscina después de muchos años. Transparent me tiene fascinada. Es una de las mejores series sobre la familia y la identidad de género que existen. 

los Pfefferman

Llegó el día de Navidad y todo discurrió de un modo fácil, sencillo, incluso placentero. ¿Estaré volviéndome pronavideña? Los únicos que se pelearon, por el paté y los turrones, fueron los niños. Mi sobrina Damian recitó el típico poema de Nadal encima de una silla, y después de comer nos lo pasamos genial montando coreografías y playbacks con el Dubsmash. Mi hermana mayor estrenó su palo de selfie intentando que toda la familia entrara en el encuadre. Ante la impaciencia de los niños, cagamos el Tió, aunque todos -excepto Damian- sepan ya "la verdad". 

foto: hiro

Este año el Tió fue muy literario; cagó muchos libros y también dulces y ropa interior para los mayores. Luego la tarde se fue disolviendo en partidas de rummy y películas navideñas ñoñas en la televisión. Eché en falta a Id, a ver si el año que viene puede estrenarse en nuestra numerosa comida navideña. 
El día de Sant Esteve fue una versión bastante reducida del día anterior: sin mis 2 hermanas mayores y sin niños. Pero el domingo volvimos a estirar la mesa del comedor. 
Creo que cuatro días ya es el límite, otra comida más y esta tranquilidad aparente empezaría a quebrarse. ¿Por qué es más fácil querer a la familia en la distancia? 

Llevo un par de días escuchando esta maravilla de disco, uno de los mejores del año. Contiene temas de una belleza apabullante. 

lunes, 21 de diciembre de 2015

incertidumbres que se difuminan


La mecánica impasible del tiempo va disipando incertidumbres; por fin! Sms que alborotan vidas y que anuncian una nueva etapa. Año nuevo, curro nuevo. Se te disparan las ilusiones e intentas frenarlas para no acabar contándote una versión delirante del cuento de la lechera. Dice Id que a veces soy extrañamente pesimista, pero después de tanto esperar este momento, de tenerlo todo casi al alcance de la mano, tengo miedo de despertar y que todo desaparezca. 
El 2016 se presenta excitante, lleno de cambios y de promesas. En enero empiezo nuevo trabajo, y la búsqueda de un piso en Barcelona. Por fin Id y yo podremos vivir juntas!

Mientras, agotamos lo que queda de año con actividades diversas. Fuimos al cine a ver Barcelona nit d'hivern. Nos gustó mucho y nos hizo reír  -más que la primera, Barcelona nit d'estiu- aunque en algunos momentos parecía una versión extendida de un capítulo de Cites

El sábado fuimos al All Those Food Market. Este fin de semana en Barcelona se organizaban diferentes mercados, pero fuimos al All Those porque a Id le tocaba trabajar haciendo fotos en los talleres para niños que organizaba Diseñadora. Era la segunda vez que repetíamos en el All Those, y nos gustó tanto como la primera vez. Buena organización, buenos productos y buena comida. Además, siempre que puedo, me encanta visitar mi antigua universidad. Sin duda la más bonita de Barcelona.

fotos: hiro

Comimos con Diseñadora, jugamos con sus niños -a los que adoro- y nos fuimos a casa agotadas. Y es que la noche anterior habíamos ido de concierto a la Ladyfiesta de invierno. Un evento para celebrar que el Ladyfest Barcelona ya tiene fechas: del 23 al 26 de junio de 2016. 
En esa fiesta invernal, en el Almo2bar, actuaban diferentes grupos: Toilette, Lucius Works Here, Pentina't Lula i Les Sueques. No conocía a Las Pentina't Lula, un grupo electro-punk garage que me sorprendió gratamente con un directo muy enérgico.

Les Sueques

Les Sueques no defraudaron. Cada vez que las escucho me gustan más, y se ha convertido en mi grupo revelación del año. Además en concierto son brutales. Me hubiera gustado volver a verlas ayer en el Apolo, pero tenía que volver a mi pueblo a cumplir con mi obligación ciudadana de votar.
Vaya decepción ver que pese a todo, la gente ha vuelto a votar al PP... ¿En serio???

Y hablando de votar, a parte de la Star Wars: El despertar de la fuerza, le tengo muchas ganas a esta película:

jueves, 10 de diciembre de 2015

siempre se aprende a base de caídas



Este fin de semana me he dado cuenta de muchas cosas. De que quiero mucho a Id, pero que a veces puedo llegar a odiarla un poco. Si una persona es importante en nuestras vidas, suele crearnos este tipo de ambivalencias.
También he descubierto que enseñar algo que se sabe de manera inconsciente, intuitiva, es muy difícil. Que aunque ahora me cueste más, nunca es tarde para aprender cosas nuevas. Que a pesar de lo mucho que odio el invierno y el frío, me fascina la nieve. Que las agujetas pueden llegar a ser muy dolorosas y duraderas.

Y es que para celebrar nuestro reciente aniversario, y aprovechando el puente de este fin de semana, nos fuimos de viaje a Andorra. Desde que conozco a Id que la escucho explicar lo mucho que le gusta esquiar (lo hace desde los 3 años), mientras que yo, solo he ido una vez en toda mi vida. Ella decía que tenía ganas de enseñarme, que estaba segura que aprendería rápido y así podríamos ir a menudo a esquiar juntas. Pese a mi miedo inicial (repito que solo había ido a esquiar una vez y no es que hiciera mucho), me convenció con su confianza y entusiasmo. 
Reservamos habitación en Andorra, casualmente en el mismo hotel donde también estaban mi hermana 2, con mi cuñado y los niños. Por culpa de una caravana kilométrica llegamos tarde, justo a la hora de cenar. Fuimos a un restaurante con mi familia y nos acostamos pronto. 
Al día siguiente madrugamos para llegar temprano a la estación de esquí. Como habíamos llegado de noche todavía no había podido apreciar la majestuosidad de las montañas, que amenazantes, parecían estar a punto de tragarse las casas del valle.


Hacía un día fantástico, con mucho sol y poco frío.  Hasta ese momento había estado tranquila, pero en cuanto me puse los esquís y vi la pendiente de la pista verde empecé a ponerme nerviosa. Id estaba contenta, y repetía que después de un par de bajadas por la pista verde, seguramente ya estaría preparada para ir con ella a una azul. Ese exceso de confianza y expectativas me puso aún más inquieta. Debía hacerlo bien, además Id en un arranque de optimismo, me había comprado el forfet completo en lugar del de debutante.
Nos pusimos los esquís, y nos tomamos cuatro fotos. Mis sobrinos y mi cuñado desaparecieron pronto subidos en el telesillas. Por mi parte, la realidad se hizo presente con la primera caída pocos minutos después de enfundarme los esquís. Aquello no iba a ir bien, pero ignoré a mi intuición y me monté con Id en el telesilla.
Al llegar a la cima de la pista y observar la pendiente, empecé a sudar de pánico. Aun así, intenté fijar mi atención en las indicaciones de Id y a poner en práctica lo poco que sabía; es decir, hacer cuña. Empecé a descender pero en lugar de frenar, todo se aceleraba. Oía a Id gritar: "gira, gira!!" pero los pies no me respondían, así que decidí tirarme. Id me ayudó a levantarme y volvió a repetir, cada vez con menos paciencia, las mismas explicaciones que antes. Yo la oía hablar, entendía todas sus indicaciones pero mi cuerpo parecía no hacerlo. "Gira el talón", "clava el palo", "abre más la curva"... Volví a intentarlo, pero otra vez sentía que perdía el control. Y con cada caída, con cada fracaso, sentía que defraudaba las expectativas que Id había puesto en mí. Su paciencia inicial fue despareciendo. Cada vez me gritaba más, se volvía más exigente y dura conmigo. Empecé a sentirme incapaz, inútil, y muy cansada. Todo mezclado con un sentimiento de rabia y odio hacía Id. ¿Por qué me trataba así? ¿Por qué me obligaba a hacer algo que no podía?
Se hizo evidente otro fracaso: Id era incapaz de enseñarme algo que ella había aprendido de manera inconsciente, casi jugando, cuando era una niña. Enseñar a esquiar a un adulto requiere de unas técnicas pedagógicas y unas explicaciones de las que ella carecía.



Cuando conseguí bajar la pista, estaba tan exhausta que me quité los esquís y me fui a la cafetería con mi hermana. Id siguió esquiando sola o con mis sobrinos, y no volví a verla hasta la hora de comer. Me sorprendió comprobar que seguía guardándole cierto resentimiento. Eso no me gustaba, especialmente después de la fantástica noche que habíamos pasado en el hotel (no puedo explicar nada más sobre eso porque Id me censuraría el post). Así que, como le había prometido a Id antes de comer, decidí darnos - y darme- otra oportunidad y volví a subirme a los esquís. 
Esta vez Id tuvo muchísima más paciencia y me trato con más ternura y cariño que antes. Empezamos por lo básico y cuando ya me sentía con confianza volvimos a subir a la pista. Id cambió de técnica. Me agarró los palos de un extremo y me hizo sujetarlos del otro y empezamos a bajar juntas, ella de espaldas y yo de cara. Me indicaba que girara y por arte de magia lo hacía. Todo lo que me había parecido imposible por la mañana se había vuelto sencillo. Empecé a entender y a sentir, no con la cabeza, sino con el cuerpo en que consistían los movimientos. Volvimos a repetir el ejercicio unas cuantas veces, y con cada descenso, me divertía más. Por fin empezaba a disfrutar y los malos sentimientos que había tenido por Id desaparecieron. Volvía a pasármelo bien con ella, a sentir que la amaba mucho, a que era posible aprender a esquiar a mi edad. Bien, todavía necesito aprender muuuucho, pero atisbé que eso era posible. 
Pero también quedó claro que la próxima vez cogeré un monitor nada más llegar, ya sea por la salud de nuestra relación y por la de Id, que acabó deslomada de enseñarme a esquiar.
Al día siguiente, y al otro y al otro... no podía moverme de las agujetas, nunca las había tenido tan bestias. Era horrible! No sé cuando repetiremos otra escapada a la nieve; espero que sea pronto porque si no olvidaré lo poco que he aprendido. Pero algo tengo claro: mi estado de forma físico es patético, por no decir nulo. Sin duda el esquí es uno de los deportes más exigentes y cansados que he probado.


Nos quedamos con ganas de ir a Caldea; nos hubiera venido bien para recuperarnos al día siguiente, pero no tuvimos tiempo. Hicimos algunas compras y nos marchamos hacia casa. Al día siguiente teníamos una comida antinavideña con las Sestras; hacía tiempo que no las veíamos y nos hacía mucha ilusión. Todo lo que había quemado los días anteriores lo recuperé pronto a base de comer (sobretodo turrón de chocolate), y pasarnos la tarde jugando al Fifa con ellas.
Y es que amigxs, la Navidad está cerca y con ella los atracones de comida y la reuniones familiares... 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

spread the music vibration

Josh Rouse 

El frío ya ha llegado para quedarse una buena temporada. Mientras sueño en futuros -y espero cercanos- días de primavera, me niego a que el frío me disuada de salir de casa. Este fin de semana maratoniano ha sido un zas en toda la boca al invierno y a las tardes deprimentes de domingo.
¿La contrapartida? un agotamiento feliz, y los bolsillos un poco más vacíos. Ah! pero no os creáis que esto último fue culpa del omnipresente y cansino Black Friday. Milagrosamente no sucumbí a esa estrategia del marketing global (bien, tal vez fue más por falta de tiempo...).

Empecé el fin de semana arrastrando sueño porque el viernes por la noche fuimos de copas, y eso que al día siguiente queríamos madrugar. El sábado prometía ser un día largo e intenso, y además por la noche queríamos ir de concierto. Id tenía una sesión de fotos, pero como la cámara nueva (la que utiliza para trabajar) estaba estropeada (hace semanas que la envió al servicio técnico) tuvimos que ir a Barcelona a buscar la cámara de su primo. Aprovechando eso, su primo nos pidió que le hiciéramos unas fotos a él y a su hijo para el DNI. De ahí, vuelta a la miniciudad de Id para un almuerzo apresurado y otra vez hacía el coche para ir a hacer la sesión de fotos.  
Tras dos horas, vuelta a Barcelona para devolver la cámara. Nos pasamos una hora más encerradas en el coche por culpa del tráfico y la búsqueda del santo grial aparcamiento.
El concierto de Les Sueques era a las 22:30, así que fuimos temprano a cenar a nuestra pizzería preferida de Gràcia. No podemos ir a ese restaurante sin comer más de lo necesario (todo está riquísimo!) y claro, siempre salimos con indigestión. A pesar de eso, y el cansancio, fuimos al concierto. Valió la pena, Les Sueques - y sus pelucas- me gustaron mucho, aunque no aguantamos hasta el final. Ya repetiremos concierto con ellas en otra ocasión...

Les Sueques (foto: id)

El domingo nos esperaba otro concierto, pero esta vez tuvimos toda la mañana para dormir y descansar. Por la tarde nos fuimos al cine a ver Grandma. Me gustó muy mucho la actuación de Lily Tomlin y su grandma pendenciera, pero repleta de energía y honestidad. Ojalá hubiera más abuelas como ella. Un guión excelente para una roadmovie femenina con personajes auténticos y llenos de verdad. Da gusto ver películas que tratan al espectador con inteligencia y sin adoctrinamientos.

Salimos del cine con un vaho de tristeza y con esa promesa imposible de cumplir, que siempre me pide Id, flotando en el aire. Sabía que el personaje de Lily Tomlin despertaría ese fantasma que debe acosar a todas las parejas felices. Cuando alguien ha encontrado el amor de su vida, ¿cómo afrontar su mortalidad?

Para disipar la tristeza nada como la buena música. Del cine nos fuimos al concierto de Josh Rouse. No había estado nunca en la sala de conciertos de la miniciudad de Id, y me gustó mucho el local. Al entrar, enseguida vi a Josh Rouse tomando una cerveza en la barra. Si fuera una fan atrevida y desenvuelta habría ido a saludarlo, pero en lugar de eso, pase por su lado como si no lo conociera. 
Era la primera vez que iba a un concierto con sillas, conseguimos un buen asiento en segunda fila, a escasos metros del escenario. El formato del concierto era más íntimo que el que dio en abril en Barcelona. En el escenario, él acompañado solo por la guitarra y batería de Xema Fuertes. Esta vez sí tocó Quiet Town y un extenso repertorio donde mezcló temas de su último trabajo (The Ember Of Time), con canciones anteriores.
Me encantó ese formato más íntimo, que facilita la comunicación de emociones. ¡Y sin esas cotorras que tanto abundan ahora en los conciertos!
Josh nos explicó algunas anécdotas entre canción y canción, y al final consiguió que todo el público se entregara a su música. Me resultó imposible, hasta doloroso, estar sentada en una silla durante un concierto. Lo encontré antinatural. Los pies y el cuerpo se me iban solos. 
El concierto terminó con Josh Rouse bajando del escenario, paseándose entre el público con la guitarra y haciéndonos cantar a todos Love vibration
Me compré su último CD -lo tenía en versión pirata- y venciendo un ataque de vergüenza quinceañera, conseguí pedirle -en un inglés chapuzero- que me lo firmara :D
Salí del concierto flotando, con esa sensación de felicidad que solo la música puede darnos.



miércoles, 25 de noviembre de 2015

toda niña necesita una heroína


Tengo la sensación de vivir esperando. Bien, ese es un sentimiento que debemos tener todos, pero últimamente lo siento más fuerte. No me gustan los tiempos de espera, esa suspensión y oscilación entre A y cualquier otro punto con letra del abecedario.
Intento vivir de espaldas a esa espera. Hago excursiones por la montaña con mis hermanas. Por el camino encuentro un fósil de caracol y siento una emoción de arqueólogo. El sol es tan cálido a esas latitudes, que parece primavera; pero al día siguiente, el frío hace acto de presencia con su brutalidad glacial.
No sé si os lo había contado, pero en épocas de incertidumbre tengo un sueño recurrente. Id me deja, me abandona con indiferencia, y a veces con crueldad. Me despierto con el corazón roto y una sensación de irrealidad que dura un par de minutos que parecen eternos. Hace un par de días, volví a tener esa pesadilla.

Acabo libros que tenía pendientes. Ve y pon un centinela, de Harper Lee, me ha gustado más de lo que esperaba, aunque no se puede comparar con Matar a un ruiseñor. El libro tiene altibajos, y cuando más brilla, es cuando la protagonista evoca episodios de su infancia, cuando en lugar de Jean Louise todos la llamaban Scoutt. Igual que ella, tenemos que enfrentarnos a la enorme decepción de descubrir que Atticus, ese padre modelo de integridad y rectitud moral, no es el héroe que creíamos, sino un hombre de carne y hueso, con sus respectivas miserias y defectos.


Ahora he empezando La amiga estupenda, de Elena Ferrante; el primer volumen de una tetralogía que es todo un fenómeno literario. Imposible escapar de la llamada fiebre Ferrante; poco más de 40 páginas y ya me ha seducido su estilo.


Igual de enganchada he estado toda la semana a Jessica Jones, la nueva serie de Netflix que se estrenó el pasado día 20. ¡Por fin una serie con supeheroína feminista! (y con personaje secundario lésbico! Ueee!).
Al empezar la serie, Jessica es una detective alcohólica y misántropa, con una fuerza subrehumana pero marcada por un oscuro pasado que poco a poco se nos va desvelando. Así, Jessica Jones, viene a ser el reverso oscuro de Supergirl, otra serie estrenada recientemente con heroína femenina. Todo lo naif que tiene Supergirl, lo tiene de oscuro Jessica Jones. Y con eso no quiero decir que no me gusten las dos series. Supergirl es la serie que me hubiera encantado ver a los ocho años. En esa época mi héroe preferido era Superman y pedí muchas veces disfrazarme de él por carnaval, pero mi madre -claro- no accedió. Tal vez si hubiera existido una serie como Supergirl, con una protagonista chica como superheroína, otro gallo hubiera cantado..

(sí, Melissa Benoist es una Supergirl adorable)

Jessica Jones, como cita Autostraddle, "no es la heroína que pedimos, pero resulta ser la heroína que hemos necesitado todo este tiempo". Pero no quiero desvelar nada más sobre la serie, mejor que la difrutéis sin ningún tipo de prejuicio. Ya me contaréis que os ha parecido...

Y hablando de esperas... Muero de ganas de ver Carol!! Y todavía no hay fecha de estreno en nuestro país!! ¿Por qué?? Desde que leí el libro hace mil años, soñaba con una adaptación cinematográfica, y por las críticas y nominaciones que va recogiendo, promete ser una de las mejores películas del año.

jueves, 19 de noviembre de 2015

kizuna

Palo Alto Market (fotos: hiro)

Id me ha engañado. Sí, así como lo oís leéis. Después de tantos años de relación, me doy cuenta que no la conozco del todo, que cuando conviene, mi novia sabe mentirme fríamente a la cara. Yo que creía que era una "caballera" de la cabeza a los pies... 
Ok, vale... mintió para hacerme un regalo, pero, qué pasa? tenía ganas de ponerme un poco melodramática (la bolleras no podemos evitarlo, se ve que tenemos tendencia al drama..).
Este sábado cumplimos 6 años de relación. ¡Seis años! Cuando lo pienso me parece una locura, porque a veces tengo al sensación que estamos juntas desde hace menos de un año. Supongo que eso es bueno, que significa que cuando estoy con ella el tiempo pasa volando. 
Para celebrarlo nos fuimos de cena romántica y después a tomar unas copas por Gràcia. Recorrimos algunas de las calles por las que habíamos paseado hace seis años, con esa inexplicable sensación que el tiempo se replegaba y volvíamos a estar años atrás.
Como en un par de semanas nos iremos de mini escapada romántica por el Pirineo, le dije que mejor no nos hacíamos regalos. Quedamos de acuerdo. Pero la muy mala (en el buen sentido de la palabra) me troleó y me hizo un regalo igualmente (yo no, así que quede fatal ¬¬') Y encima, me lo compró casi en mis mismísimas narices. 
Cuando fuimos al Palo Alto, me gustaron mucho las ilustraciones de un artista japonés. Mientras charlaba con nuestra amiga Diseñadora en el bar, Id se ausentó con la excusa que quería tomar unas fotos. Pero sibilinamente fue a comprarme la ilustración que podéis ver en la foto.


Junto a la imagen de los dos gatos (dice que somos nosotras) puede leerse el kanji 'kizuna', que significa 'relación'. Además como no podremos tener gato porque ella es alérgica, así matamos dos pájaros de un tiro. A parte de la ilustración, también me regaló la novela El bar de las grandes esperanzas, que tenía en mi lista de "queribles".
Pero sus patrañas no acabaron ahí. Hacía meses que junto a Diseñadora urdían un plan para hacerme otro regalo como despedida de mi antiguo curro. Cuando me enteré de como me habían enredado las dos como a una china, me quedé alucinada. 

A parte de recibir regalos inesperados, también me llevé algunas decepciones enormes. Unos días antes del concierto de Belle & Sebastian, me enteraba vía mail que se suspendía la gira europea del grupo por problemas de salud de Stuart Murdoch. Espero que se recupere pronto...
Además, una vez empezada la parte práctica del curso, me di cuenta que era imposible saltarme una clase para ir a alguna de las dos conferencias que Judith Butler impartía en Barcelona. 
Por lo menos el examen fue genial y salí con el convencimiento de haber aprobado el curso. Ahora queda saber la nota... Después del examen Id me esperaba para ir a la inauguración del World Press Photo en el CCCB. Este año pudimos disfrutar de la exposición sin las colas y el agobio de otros años. Como siempre, las fotos del WPP no dejan indiferente. A medida que vas viendo la exposición, vas notando como un sentimiento de rabia, indignación, asco, tristeza y compasión va invadiéndote ante las historias que te cuentan las imágenes. Bajo el lema "ver para entender" sales de la exposición con el ánimo devastado pero con la conciencia despierta.

World Press Photo 2015 (foto: hiro)

Estas semanas también ha habido tiempo para reuniones familiares. El primo gallego de Id que vive en Bcn ha sido padre, así que todos los primos y tíos vinieron a la ciudad a conocer al nuevo miembro de la familia.
La semana siguiente, por suerte, nos pudimos escapar de ver al Fantasma (el hermano odioso de Id), gracias a que Manray y Vincent nos acogieron unos días en su casa. Tenemos mucha suerte de tener amigos como ellos. Cuando Id y yo tengamos casa propia, siempre habrá lugar para acoger a alguna de nuestras amistades.
Y para terminar el post, os dejo con una de las muchas canciones que siempre relacionaré con "nosotras", con Id y conmigo.


martes, 3 de noviembre de 2015

ganas de huir



Intento no hacer demasiado caso a los días tristes; o a las tardes de domingo invernales que ya siento cerca. Después de leer esto, tengo la excusa perfecta para justificar mis estados de irascibilidad mensuales. No sé si acaba de gustarme que algo tan pequeño e insignificante como una hormona tenga tanto poder sobre mi vida cotidiana. Aunque poder echarle la culpa a algo -o a alguien- siempre supone una descarga liberadora.


(esa era yo este fin de semana)

Tal vez sea que hace demasiados días que estoy en el pueblo... Tengo comprobado que, según pasan los días, este entorno me hace sentir como una fiera enjaulada.
Leer biografías de mujeres intrépidas ayuda a alimentar mis ganas de huir. También he vuelo a hojear y releer París era mujer. Que el libro tenga tanta abundancia de fotografías, fragmentos literarios, dibujos, documentos..., me encanta. Tiene algo de esa fascinación que sentía de pequeña -y que todavía conservo- por los libros de cuentos bien ilustrados. ¡Cómo me hubiera gustado vivir en París en ese momento histórico! Además el libro te anima a explorar e investigar la vida y obra de todas esas mujeres maravillosas que coincidieron en el París dorado de entreguerras.



Los cambios repentinos de planes tampoco me gustan. De tener que celebrar el 'Castaween' con las Sestras, pasé a celebrarlo en familia en casa de mis padres. En el fondo me vino bien por el tema pasta, y otros asuntos; pero supuso estar alejada de Id unos días más.
Pero bien, ese cambio de planes también tuvo una parte buena. A última hora me propusieron ir a un concierto de Mishima en un pueblo de la comarca del lado. Justo el día que había leído el capítulo de Putos himnes generacionals dedicado al grupo. Esas casualidades me chiflan. Así que fue una gozada poder disfrutar de uno de mis grupos favoritos en primera fila, sin agobios y gratis. Todo lo contrario de lo que me encontraré si finalmente voy al concierto de final de gira en Barcelona, en la sala Apolo.

Mishima en concierto (foto: hiro)

Y hablando del Apolo, por esperar demasiado, me he encontrado que ya no quedaban entradas para el concierto de Kings of Convenience del día 7 de diciembre. Snif...

Como cantaban The Frederics, en la genial Pop Ràpid"yo no tengo entradas para el Apolo" :(

martes, 27 de octubre de 2015

la vida que nos hemos perdido simplemente no existe



Volver a mi pueblo, ni que sea de visita, siempre tiene algo de revisión y autoafirmación.
Este fin de semana era la Feria, el gran evento del pueblo y de las comarcas colindantes. Es junto a la Navidad, la festividad que hace regresar a todos los que "desertamos" y huimos del lugar del crimen. 
Comida familiar multitudinaria, con una mesa de niños que cada año va ampliándose. Amigas que hacía tiempo que no veía y que ahora te presentan a sus pequeños retoños; otras que te anuncian que pronto serán madres por primera vez. Niños everywhere... hasta el punto que flipas viendo que auténticas "cabras locas" y fiesteras, ahora se han convertido en madres modélicas. Eso, en lugar de hacerme replantear cosas, me reafirma en lo correctas que han sido algunas de mis elecciones vitales. 
Me imagino como sería ahora mi vida si hubiera tomado otros caminos, y me entran escalofríos. El microcosmos de este pueblo, con sus dinámicas y roles preestablecidos, me dan claustrofobia. Volver a menudo va bien para recordarlo y evitar las mitificaciones que causa la distancia.

Mi amiga Mei parece haber recuperado la ilusión y las ganas con un nuevo proyecto profesional. Este fin de semana, aprovechando las ferias, ha abierto una librería/juguetería especializada sobretodo en literatura infantil y juvenil. Hacía falta algo así en el pueblo; además con buen gusto y hecho con amor. 
El lunes la acompañé a un mayorista a comprar más libros. Dijo que necesitaba mi asesoramiento, y me encantó poder ayudarla en eso. Con lo que me pirran los libros ya os podéis imaginar lo mucho que disfruté. Además me dijo que podía escoger los que quisiera para mí y así aprovecharme del 20% de descuento del que dispone como librera. Pero como después de la Feria me pilló con mi presupuesto de gastos apurado, me limité a coger el de Putos himnes generacionals, que tiene muy buena pinta.


De cara a la Navidad y a Sant Jordi, ya le he dicho que la acompañaré encantada, jaja 
Después del mal año que ha pasado me gusta verla otra vez ilusionada y con ganas. ¡Ojalá el negocio le vaya bien! 

Id también vino a pasar las Ferias, como viene haciendo desde hace años. Mi madre le soltó unas cuantas indirectas, haciéndole bromas sobre cuñadas y nueras, que la dejaron bastante flipada. Las ambigüedades de mi madre me dejan ojiplática; por una parte parece que le gusta Id y no le molesta que sea mi novia; pero por otra, suelta comentarios despectivos respecto a unas fotos que vio de mis amigas en el Pride que me descolocan.

Aunque para ambigüedades las mías, sobretodo las musicales. Incluso yo misma no entiendo como - al mismo tiempo- puede gustarme algo tan romántico como las canciones de Ben Rector y la actitud punk de Les Sueques (dEsoRdeN, gràcies pel descobriment!;) )




jueves, 15 de octubre de 2015

la gente no se fija en las teclistas hasta que se han ido


foto: hiro

Esta tarde, después de comer, hemos ido a pasear por el parque. El aire frío se me colaba por la espalda, provocándome escalofríos a la altura de los riñones, pero el sol era tan cálido que me hacía ignorarlo. Lo único que me gusta del otoño es ese festival de amarillos, rojos y ocres que enciende los árboles. Y oír el crujir de las hojas secas al andar. 
Me gustan las ciudades con parques. Esas reservas naturales que nos recuerdan que nuestro hábitat natural es ése, y no el asfalto, el ruido de coches y los edificios que ocultan el cielo.
Por fin he vuelto a recuperar mi tiempo, ahora tengo tanto que incluso puedo perderlo. Despilfarrar es el placer de la abundancia. Poder hacer las cosas sin prisas, desayunar despacio y en pijama, saber que las manecillas del reloj ya no controlan mi vida. Es una tregua momentánea, lo sé. Nadie escapa mucho tiempo de las obligaciones y las rutinas. Ni de otras pequeñas miserias que nos van desgastando.
Hasta entonces, vuelve el placer veraniego de los días libres, sin limitaciones.

Por fin puedo quedar con más gente, y retomar lecturas pendientes. Tengo un par de libros pendientes a los que les tengo muchas ganas. Hace un par de semanas, de autopremio, entré en una librería y me compré Ve y pon un centinela, de Harper Lee. Desde que supe de su publicación, que tenía ganas de leerlo; aunque me gustó tanto Matar a un ruiseñor que temo que esta especie de "segunda parte" me decepcione. 
También tengo un par de novelas gráficas que me prestó Swank esperándome en la mesilla de noche, y un libro biográfico sobre varias escritoras titulado Las mujeres que escriben también son peligrosas.

bookface (foto Id)

Este otoño promete ser entretenido; no pienso dejar que el frío me retenga en casa. De momento celebraremos el Castaween (Castanyada+Halloween) con las Sestras. A pesar que volveré a tener curso en noviembre, he decidido que haré campana para ir a una de las dos conferencias que Judith Butler dará en la ciudad. Y además me esperan  tres conciertazos! Belle and Sebastian, Kings of Convenience y otro de Josh Rouse. 


Hablando de música, esta semana nos enterábamos de una trágica noticia: Carey Lander, la teclista de Camera Obscura -uno de mis grupos favoritos- fallecía a los 33 años de cáncer de huesos. Nunca me acostumbraré a que muera gente tan joven y con talento... D.E.P Carey...


jueves, 24 de septiembre de 2015

Cambios y esperas

Cúpula Full Dome (festes de La Mercè)  fotos: hiro

Este blog corre el riesgo de convertirse en un blog-menstruación; de esos que se actualizan una vez al mes. No me gustaría que fuera así, cuando empecé con esto de los blogs tenía la fantasía que el mío sería diario, confiando en que siempre tendría tiempo y cosas que contar. Pero a la práctica, ya sabemos que las cosas son distintas.

Ayer empezó oficialmente el otoño. Me pongo triste solo con decirlo escribirlo. Este verano ha sido intenso, a ratos estresante, pero no me importaría que volviera a empezar junio. Siempre digo que para mí el verano termina con las fiestas de la Mercè, es decir hoy, pero esta vez me resisto a dejarlo marchar.



Este año las fiestas me han pillado a contrapié y bastante ocupada, y como Id también estaba liada con el trabajo, no hemos disfrutado demasiado de La Mercè. Nos limitamos a ir un par de noches a la Ciutadella a cenar en el Van van market, ver el mapping en el Avión Navecultural, proyectar nuestra cara en Narcissus (fue una experiencia muy curiosa) y algún espectáculo más. Además, Id tuvo un pequeño accidente con la moto (por suerte no fue nada) y no estaba para andar demasiado.

Narcissus (no, evidentemente no soy yo ¬¬)


Unas semanas antes nos fuimos con la pandilla de las Sestras (Yellow, las Gemelas, Shawn...) a Razzmatazz, a la fiesta Las Cinco (una fiesta LGBT) porque queríamos ver a Javiera Mena. Como nuestras amigas son superfans, vimos el concierto desde primera fila, con el consecuente agobio y sufriendo la mala educación de personas que no se merecen que se las considere como tales. Pero valió la pena, porque el espectáculo me gustó mucho y Javiera, en persona, es más pequeñita y guapa de lo que imaginaba.




El día siguiente era la Diada y teníamos pensado ir a Barcelona, pero me levanté con gastroenteritis y nos tuvimos que contentar viéndolo todo por la tele.

Septiembre también ha sido un mes de celebraciones y despedidas. La chica Azul cumplía una década como barcelonesa y eso tenía que celebrarse. Nos invitó a cenar y a unas copas, y eso siempre es sinónimo de risas y buenos momentos. Nos reímos mucho viendo sus álbumes de fotos (los ochenta hicieron mucho daño...) y tuvimos que sufrir escuchar su lista de las 50 mejores canciones de la historia (jajaja).
El viernes pasado fue mi último día en el trabajo, y aunque no fuera el curro de mi vida, me dio mucha pena dejarlo; pero eso es la vida, ir quemando etapas. Además era complicado compaginarlo con el curso que hago por las tardes. 
Es durillo volver a estudiar después de tantos años. Sigo bien las clases, aunque hay días en que el contenido se me hace pesado y lioso. Entre las más de 40 personas que acudimos a clase, está mi hermana mayor. Sí, voy con ella a clase y como alumna es un incordio; no para de hablar durante las clases y tengo que mandarla callar. Y también me ha parecido detectar a otra bollera entre las alumnas. Las bolleras, cuando llegamos a un lugar nuevo (sea un trabajo, conferencia, biblioteca...) solemos encender nuestro gaydar para localizarnos. 
Y como no, el sr. Murphy  ha aparecido en mi vida para jod..mela. Justo la semana que empiezo el curso, me ofrecen un trabajo de lo mío que no pude coger por incompetencia horaria. En fin, todo sea para mejor. 
El otoño se presenta lleno de cambios e incertezas, y eso me causa cierta desazón pero me he propuesto mirar hacia adelante con esperanza e ilusión.


martes, 25 de agosto de 2015

Apnea

foto: id

Prometí no volver a disculparme. Evitar el sentimiento de culpa por dejar este espacio abandonado, en apnea.
Este mes sin actualizar pensaba en el blog como en una buhardilla solitaria, con una capa de polvo reposando suavemente sobre las superficies. Románticamente acogedora, esperando que volviera pronto.
La pereza y la inercia, las fuerzas poderosas del inmovilismo. Consigo zafarme de ellas para encontrar que tengo tantas cosas por contar que no sé que decir. Algo parecido me pasa cuando regreso de un viaje largo y la gente espera que les cuente mi experiencia.
Así que empecemos por hoy, que es el cumpleaños de Id:
¡Muchas Felicidades amor!! 
Y como sé lo mucho que le gusta que actualice el blog (no lo podré cerrar nunca porque sería motivo de separación y divorcio) le dedico el post de hoy :)

Id disfrutando de la velocidad de ir en barca (foto: hiro)

El sábado fuimos a cenar para celebrarlo. Y es que hoy no podemos pasar el día juntas porque Id trabaja y yo estoy de vacaciones (al final me dieron tres semanas más). La primera semana de agosto fue estresante, así que estas semanas de vacaciones me han venido geniales.
La semana pasada, aprovechando que tenía que hacer unas gestiones en Barcelona, la pasé con Id. Fuimos a las Festes de Gràcia, a ver las calles. Lástima que este año la lluvia dañara un poco los adornos...

Calle Verdi (foto: hiro)

La calle Verdi, en homenaje a las víctimas de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki de hace 70 años, se convirtió en un oasis japonés. Tiras de colores colgaban sobre nuestras cabezas formando un cielo de una delicadeza cromática bellísima. Un dragón volador enorme, farolillos, las puertas rojas de los santuarios nipones, una gheisa solícita dando la bienvenida, un majestuoso luchador de sumo... Bien se merecían el primer premio de este año. 
También me gustó el París de la rue Sant Antoni (3º premio), con su impresionante reproducción de la Torre Eiffel y esas piernas de coristas dando la bienvenida.

Calle Sant Antoni (foto: hiro)

Le habría otorgado un premio a los playmobils de la calle Puigmartí, pero las plantas carnívoras de la calle Fraternitat (2º premio), o el homenaje a Avatar de la calle Progrés también se lo merecían.

Calle Progrés (foto: hiro)

Otro día quedamos con MPop, Swank y Yellow, para ver la exposición de Alfoso Casas en la Galería Artevistas. Nos gustó muchísimo. Y después nos fuimos a cenar y de copas.
Nuestra intención era ir a ver a Las Bistecs en directo, en una Popair Party (fiestas de osos). La discoteca donde se organizaba la fiesta era una de esas típicas salas donde van las parejas maduras a bailar, así que la mezcla era bastante curiosa: había osos barbudos, parejas mayores y cinco bolleras (es decir, nosotras) en una sala llena de espejos y decoración electro-vintage-kitsch. En las teles del local, películas pornogays nos mostraban todo tipo de posturas y falos. Después de dos horas, la temperatura de la sala empezó a subir. Bailar sin que un cuerpo barbudo y sudoroso se rozara con el tuyo empezó a ser misión imposible. Demasiada testosterona y calor hicieron que nos fuéramos antes de ver siquiera la actuación de Las Bistecs.
Por cierto, les enseñé la canción a mis sobrinos y ahora no paran de cantarla. Si todavía no la habéis escuchado, aviso que es contagiosa...

Después me fui a pasar una semana en el apartamento familiar en la playa, con padres, hermana y sobrinos incluidos. Y sin conexión a internet! (sí, ha sido un suplicio...). Id vino a pasar los fines de semana, así que hemos aprovechado para hacer alguna excursión por el Delta del Ebro e ir en barca.



Playa del Fangar (fotos: hiro)


Esto es un pequeño resumen de lo que ha sido este último mes, aunque me dejo muchas cosas por explicar; como las agobiantes dos semanas que tuvimos al Fantasma (aka hermano de Id) instalado en casa; las fiestas mayores de mi pueblo; algunos encuentros y cenas con amigos; un finde pasado en Cebatown; alguna exposición, y la posibilidad de un cambio laboral -a mejor- de cara al otoño-invierno. De momento, en septiembre empezaré un curso de formación, pero ya se verá... No quiero montarme castillos en el aire. 
En fin, el tiempo dirá... Mientras, a disfrutar de lo que queda de verano. Que sí, que sí, que todavía no ha terminado aunque muchos se empeñen en decirlo.

jueves, 23 de julio de 2015

del derecho y del revés

La semana de "semi-vacaciones" pasó demasiado deprisa. Mil cosas por hacer, intentando cuadrar nuestros horarios para aprovechar al máximo los ratos que pasábamos juntas.
"Aprovechar el tiempo". ¿Alguien sabe bien como se hace eso? Intento disfrutar el momento, vivir el presente; pero cuando me detengo medio segundo para saborearlo, solo puedo sentir el fluir del tiempo, la imposibilidad de detenerlo. O te amoldas a su devenir, o te deja en la estacada. Por lo tanto, más vale montarse en el longboard del tiempo y disfrutar del viaje; nada de intentar frenar poniendo el pie en el asfalto.
Por lo menos conseguimos ir a la playa juntas. Tan emocionadas estábamos que Id se olvido de ponerse crema en la cara y yo en la espalda. Consecuencia: rostro de gamba y espalda quemada.
Paseamos por la Barceloneta, fuimos a ver la película de Elena Anaya, Todos están muertos, a la fresca en la playa de Sant Sebastià. Otro día paseamos por el barri de Sant Antoni, donde me compré la novela de Alice  McDermott, Alguien, en la llibreria Calders. Me encantó la librería, ya está en mi lista de favoritas.

fotos: hiro

También volvimos al Fire. Este año incluso nos compramos el abono. Por incompatibilidad horaria nos perdimos la película de Appropiate Behavior, y eso que tenía muy buena pinta. Para compensar, fuimos a la proyección de Liz en Septiembre. No nos entusiasmo demasiado, a pesar de Patricia Velasquez. [Spoiler] No sé, tal vez estoy harta de ver morir a bolleras en la pantalla. Me dio la sensación de haber visto ya esa peli centenares de veces.


En cambio, me gustó muchísimo el documental Regarding Susan Sontag. Una magnífica aproximación a la persona y al personaje de esta intelectual estadunidense. Además me ayudó a ponerle voz y rostro a algunas personas que aparecían en una biografía sobre Sontag que publicó la editorial Circe, que leí hace tiempo.
La faceta personal del personaje pone de manifiesto ese tópico que asegura que las personas muy inteligentes a veces carecen de ese otro tipo de inteligencia tan necesaria para vivir: la emocional, esa capacidad de conectar con las emociones y sensibilidades ajenas.
Una mujer extremadamente inquieta, inteligente, hermosa, culta, pero que pecaba de un exceso de arrogancia y gravedad.
A raíz del documental, he rescatado de la habitación de Id, el ensayo Sobre la fotografía que Sontag escribió en 1977 (antes incluso de conocer a Annie Leibovitz). De momento sus reflexiones sobre el hecho fotográfico me están pareciendo muy interesantes. Por ejemplo, señala que cuando hacemos turismo, tomar fotos es una manera de apaciguar la ansiedad que nos provoca estar en un lugar nuevo, distinto.
"Fotografiar es apropiarse de lo fotografiado". Y hablando de vivir el momento, como "todas las fotografías son memento mori. Hacer una fotografía es participar de la mortalidad, vulnerabilidad, mutabilidad de otra persona o cosa. Precisamente porque seccionan un momento y lo congelan, todas las fotografías atestiguan la despiadada disolución del tiempo."

Y dentro del Fire, me quedé con ganas de ver Tab Hunter Confidential, un documental donde el propio actor relata lo duro que era ser un homosexual en el Hollywood de los cincuenta.

Y gracias al Fire, descubrí esta canción preciosa.



Estas dos semanas sin actualizar han dado para mucho.
También decidí a hacerme un cambio de look. Fui a una peluquería hispter del barrio de Gràcia de la que me habían hablando muy bien, aunque el precio era un poco caro... Y se obró el milagro. Sí!!! alabada sean las diosas!! salí supercontenta de la peluquería y enamorada de mi nuevo peluquero. Por fin he encontrado un diseñador de peinados que me entiende y con quien es posible una comunicación fluida - y eso que era extranjero! Ahora, me lo dejó tan perfecto que cuando me lo peino yo, soy incapaz de reproducir tanta perfección.


Hablando de perfección, el viernes fuimos a ver Inside Out y salimos encantadas del cine. Pixar lo vuelto a hacer, cuando creías que nada igualaría a Wall-E y Up, hace esta maravilla de película. Un viaje apasionante al interior de la mente y las emociones. Cinco emociones básicas (Alegría, Tristeza, Miedo, Ira y Asco) son las que controlan la mente de Riley, una niña preadolescente que tiene que lidiar con muchos cambios en su vida. 
La película muestra como funciona la mente y la memoria, y como las emociones tiñen con su color los recuerdos representados por bolas. En ese sentido, encontré genial la manera de explicar que es la nostalgia con la simple imagen de Tristeza tocando las bolas-recuerdos fundacionales amarillas (Alegría) y tiñéndolas un poco de azul. Y es que la película acaba diciéndonos que la Tristeza también tiene un papel importante en nuestra vida. Y como al ir madurando, los recuerdos se van volviendo más coloridos gracias a la complejidad de nuestras emociones.


Y para terminar este post-resumen-rollero. Explicar que el sábado fuimos al festival Bona Nit Barcelona. Este año era gratuito -previa inscripción- y había cambiado de ubicación (del Poble Espanyol a la pç. de les Glóries). Me gustó mucho la idea de un festival "verde", ecológico y sostenible. Sobretodo íbamos para ver a los Kakkmaddafakka, que estuvieron geniales, pero también descubrimos la música y voz de Jack Savoretti. Es fantástico ir a un festival y volver con  música nueva para explorar.

miércoles, 8 de julio de 2015

cuando sientes que te derrites como un helado al sol


Calor, calor y más calor. Monotema térmico. Una capa pegajosa de sudor permanentemente adherida a la piel, salvo en esos breves y beatíficos instantes que siguen a una refrescante ducha fría. 
Adoro el verano, pero no este infierno apocalíptico que nos ha tenido secuestrados más de una semana. 
Esa forma moderna de tortura llamada "trabajo" me obliga a salir a la calle, aunque a lo largo de la avenida no se perfile ni una tímida sombra; la parada del tren nunca me ha parecido tan lejana. 
Algunos de tus amigos y familiares tienen la inmisericorde crueldad  de enviarte fotos de playas paradisíacas en islas remotas. En esos instantes los envidias a muerte. Ojalá se pudiera vivir sin trabajar y en un estado de vacaciones permanentes...!


Cuando llega el fin de semana, el calor extremo te quita las ganas de todo. Así que -como el conde Drácula- te limitas a salir de noche, que de hecho es cuando pasan las cosas más interesantes. Fiestas mayores en la miniciudad de Id. Otra cena-bollo en casas ajenas, y después a enviarlo todo a la mierda al son de Los Punsetes. Que su cantante no se mueva ni un ápice durante todo el concierto, dado el calor agobiante, te parece de lo más razonable.
Al día siguiente, comida familiar en casa de Id. Mowgli está en plena fase cansina, y se pasa el día preguntando "¿por qué? ¿por qué?" hasta poner al límite la paciencia de un santo. Por suerte pudimos huir de una soporífera y eterna sobremesa con la excusa que teníamos que ir al Fire.
Llegamos al cine con el tiempo suficiente de participar en el vals de miradas que tiene lugar en el bar-hall. Después del corto Todas solas en el que sale Nausicaa -inserid aquí un suspiro tamaño XXL- empezó la película Dólares de arena protagonizada por Geraldine Chaplin. Un aire acondicionado inhumano, que iba envolviendo sigilosamente la sala, amenazaba con convertirnos a todxs en caminantes blancos. Eso hizo que la película se me hiciera todavía más larga y aburrida. Nunca hubiera pensado que salir al exterior fuera un alivio! Odio los aires acondicionados desbocados. 

Empiezo la semana arrastrando demasiadas horas de sueño y agobiada por tantos días de calor. 
Eso no nos impidió quedar ayer con MPop y Swank para ver el final de temporada de Orange Is the New Black. Muchas ganas de hacer lo mismo que sus protagonistas en la escena final: tranquilxs, no spoilers here. Ahora a esperar otro año eterno para ver la próxima temporada...

Y hoy, por fin la tregua con los termómetros me devuelve las ganas de hacer planes; de pensar en lo que haremos durante los próximos 10 días en los que dispondremos de la casa y el coche a nuestro antojo. Sí, la madre de Id también se marcha de vacaciones! Pero eso no me provoca envidia, sino alegría (si, vale, soy un poco mala...).

jueves, 2 de julio de 2015

hello summer


La semana de vacaciones -como me temía- se me ha hecho corta. Cuando empezaba a asumir que ya estábamos en verano, las vacaciones se habían terminado. 
Una semana no da para mucho, y más con Sant Joan de por medio. Este año tuvimos bollo-verbena: las gemelas Nets nos invitaron a una cena en casa de su prima, donde dio la casualidad que todas la invitadas éramos bolleras. Aunque no soy muy amante de los guetos, debo reconocer que de vez en cuando está bien eso de sentirse parte de una mayoría, y que las demás personas te entiendan y pillen todas tus referencias. 
Id triunfó trayendo su fantástico brownie, que Swank (la novia de MPop) aderezó con una cobertura "mágica"... Si no hubiéramos estado tan cansadas (Id había trabajado) nos habríamos apuntado al plan de ir de fiesta por Barcelona, pero preferimos irnos a dormir después de la cena. 
Al día siguiente, cogí el tren (a veces pienso que me estoy dejando media vida en los trenes) para pasar unos días con mi familia. Con tres, tuve suficiente para desear marcharme. Ya no sé vivir muchos días alejada de Id.  
Aproveché para pasar tiempo con mis sobrinos (jugamos a pádel), con mis hermanas y mis padres. Y por fin pude disfrutar de un día de playa y bañarme en el mar.



Regresé a Barcelona justo para ir al Pride. Calor superlativa que no consiguió amedrentarnos, aunque sí retrasar nuestra hora de salida. Habíamos quedado con MPop y Swank. Después de la rúa, y huyendo de la masificación de la Avenida María Cristina, nos fuimos a cenar al Van Van Market, que esta vez se había instalado en la antigua plaza de toros de la Monumental. Me gustó el lugar, aunque se me hizo raro eso de comer en un lugar donde no hace mucho se asesinaban toros. Para compensar, también recordé que justo ahí, hace 50 años (3 de julio de 1965), los Beatles hicieron un concierto histórico.
Parece que este verano MPop y Swank nos quieren adoptar. Cuando se comparten tantos intereses en común es fácil pasar tiempo con la gente.

Paula y Sofia

El lunes hicimos una seriequedada con ellas para ver Cites, y es que todas somos fans de la pareja Paula y Sofia. De hecho, nos hemos vuelto muy fans de la actriz Nausicaa Bonnin, jaja 

Nausicaa Bonnin (foto:  Iván Giménez Costa)

Otro día quedamos para ver  dos capítulos de Orange is the new Black, y tenemos pendiente otra seriequedada para ver el último capítulo de la temporada juntas. Y es que ver series en grupo es mucho más divertido que verlas solas. 

El verano acaba de arrancar y deseo aprovecharlo al máximo. Después de esperarlo todo el año, empieza la diversión. Para comenzar, este mes de julio se presenta lleno de actividades y planes: cine a la fresca en la playa, fiestas mayores, conciertos varios, días de playa... Hoy empieza el Fire, la Muestra internacional de Cine Gay y Lésbico de Barcelona. Este año viene cargado de películas y documentales interesantes. Incluso me he hecho un croquis para no perderme entre tantas propuestas apasionantes (entre ellas un corto protagonizado por Nausicaa Bonnin... ains....!).
De momento no me pienso perder ésta:



Y el sábado concierto con el grupo más petardo y gamberro del panorama español: