viernes, 26 de diciembre de 2014

Y de repente, Navidad


ilustración de Hugleikur-Dagsson

Como en el anuncio, he vuelto a casa por Navidad. Hacia casi dos meses que no pisaba el pueblo y mis sobrinos, desde la distancia, me iban mandando mensajes cargados de chantaje emocional (sobretodo mi ahijada), pidiéndome que regresara pronto. Ha sido extraño volver después de tanto tiempo; enseguida me he reenganchado a la vida familiar, a nuestra cotidianidad, pero a la vez, me siento un poco ajena, excluida, como si ya no perteneciera del todo a ese universo. No es la primera vez que me ocurre: es lo que tiene empezar a sentir que has vivido muchas vidas.
Este año la Navidad me ha pillado un poco por sorpresa, a pesar de que las luces, los villancicos, las compras, los árboles y pesebres hacía semanas que me enviaban mensajes no especialmente subliminales.


Incluso las pastas navideñas que hice con Id, y que regalamos a nuestras amistades, podrían haberme puesto en situación; pero no. Y es que hace tiempo que vivo un poco dispersa. Así que aterricé de repente en el día 25. 
Unos días antes tuve una pesadilla en la que salía mi cuñado el Imbécil, y que tenía lugar el día de Navidad. Como una profecía, algo de ese sueño se coló en la comida navideña, y es que el Imbécil/capullo saludó y felicitó a todo el mundo menos a mí. Me esperaba ese comportamiento, aunque también estaba dispuesta, si él hacia el mínimo gesto, a olvidar lo pasado y desearle feliz Navidad. Mi madre, cuando se lo expliqué horas después, dijo que ni ella ni mi padre deberían tolerar ese comportamiento en nuestra casa. Pero de cara a los niños, y por el día que era, mejor dejarlo pasar. 
Por mi parte, no dejé que su mala educación me afectara el buen humor, y el día de Navidad pasó tranquilamente. Por la tarde, cagamos el Tió, jugamos a cartas y miramos esta película en familia (el Imbécil se marchó después del café). 
A pesar del Imbécil, Id dice que hubiera preferido pasar la Navidad conmigo. Espero que este sea el último año que la pasamos separadas. 

¿Y que tal vuestro día 25? ¿soportable?
Por cierto,

¡¡FELICES FIESTAS!!!

lunes, 15 de diciembre de 2014

experiencia culé



El invierno todavía no ha empezado (no lo hace de manera oficial hasta el 22 de diciembre), de manera que la misión rompe-rutinas y motivación invernal sigue en marcha. 
El jueves pasado fue el día escogido para hacer una acción antiaburrimiento. Hacía semanas que Diseñadora me había regalado un par de entradas para visitar el Museo del Barça, o mejor dicho para el Camp Nou Tour Experience (el mueso más visitado de Catalunya en 2013!) y decidimos ir antes que nos caducaran las invitaciones.


Id no es demasiado -para no decir nada- futbolera; en este apartado la que tiene más bollopuntos soy yo, así que la más emocionada ante la visita era servidora. No visitaba las instalaciones del FCB desde hacía muchos años (¿desde el 97-98?) y para entonces, el Barça sólo tenía una Copa de Europa en sus vitrinas. 
Empezamos la visita por el renovado museo de FCB, que ahora sí que mola, no como el que había antes. Me hizo gracia ver las botas con las que Koeman marcó el mítico gol de la final de la Champions del 92. Recuerdo ese gol con muchísima ilusión.



Así que lo que más me gustó, como a todo buen culé, fue la vitrina con las 4 Champions. También hay un espacio dedicado a Messi, donde pueden verse las réplicas de sus 4 botas y balones de oro consecutivos, pero tanta adoración a un sólo jugador, como si fuera un dios, no me acabó de gustar. 
Pero lo más interesante del Tour Experience estaba por llegar. Tras el museo, el visitante puede acceder a las gradas, a la sala de prensa, al vestuario visitante y al túnel de jugadores. Y de ahí, como si se fuera a jugar un partido, se accede al terreno de juego justo donde está la banqueta del Barça (eso sí, no está permitido sentarse). Lo que más sorprende de estar a pie de campo, es lo pequeño que se ve el estadio, pero evidentemente tiene que ser una ilusión óptica, ya que el Camp Nou es uno de los campos más grandes de la Liga. 
La visita continua en la zona alta de las gradas, en esa especie de vitrinas-jaula desde donde los periodistas retransmiten los partidos por la radio. Y finalmente se termina en la zona multimedia, donde se puede escuchar el himno del Barça transcrito en decenas de lenguas, ver vídeos, y chorradas varias.
Como bien supondréis, nos hartamos de hacer vídeos y fotos (analógicas, digitales, de 360º...); los encargados de seguridad flipaban, jaja


Pero mi propósito de culerizar a Id fracasó. Salió del Camp Nou igual que entró, sin un ápice de interés por el Barça. ¿Os lo podéis creer!?? Y además, hace poco me enteré -y ella también!- que su abuelo era perico!! En fin, suerte que el amor puede con todo, jaja... 
Por desgracia, Id también salió sin bufanda, y sin el gorro que le regalé hace unas semanas. Se los dejó en algún lugar del Camp Nou y además accidentalmente se le rompió el filtro que protege la óptica de la cámara (nada importante pero el susto inicial fue grande).

Y para los que decís que Id y yo no paramos de hacer cosas, informaros que el fin de semana fue tranquilo: algunas compras navideñas, peli con palomitas y la ardua tarea de envolver regalos al modo japonés (al final, tras varias pruebas, nos salió, ja!).

Para terminar el post, os dejo con el vídeo-descubrimiento de esta semana: All Over de Cruisr, un videoclip repleto de referencias cinéfilas, como me gustan a mí.


martes, 9 de diciembre de 2014

romper rutinas


Tras la semana maratoniana, como era previsible, caí enferma. Primero una gastroenteritis y después, un resfriado. Esto, sumado a una semana de lluvias y horarios interminables, me robaron las ganas y la inspiración para escribir en el blog y comentar los ajenos. Se lo comenté a Id y ella también me confesó que se sentía desmotivada; debe ser cosa del invierno y las tardes sin sol. Pero tranquil@s, este no será uno de esos post donde explico que estoy pensando en cerrar el blog; y es que todo bloguer@ -como comentamos una tarde con el chico dEsoRdeNado- tiene alguna vez la tentación de escribir ese post para hacer que los comentarios le suban la moral o la autoestima bloguera.
Ante tal bajón, consecuencia del frío y de la aburrida monotonía, Id y yo decidimos romper un poco con nuestras rutinas diarias. Porque lo que he comprobado este último mes, es que la gente parece adorar ciertos automatismos, que vale, entiendo que les den confianza, pero que pueden convertir su vida diaria en un insulso y eterno día de la marmota. Me explico. Cada mañana cojo el tren a la misma hora, y claro, como yo, muchas personas más. He observado que mucha gente siempre sube en el mismo vagón y se sienta -o lo intenta- en el mismo asiento cada día. Así que se podría decir que ya nos conocemos todos, ni que sea de vista. Nos miramos y nos reconocemos, pero no nos saludamos. De camino al trabajo, también repito cruces con las mismas personas, en las mismas calles. 
Para huir de esta rutina marmotil, voy cambiando de vagón según el día, e invento nuevas rutas para llegar al trabajo.  


Esta semana, para sacudirnos la desmotivación, Id y yo -a pesar de la lluvia- quedamos para comer con una de las Gemelas y después nos fuimos de compras. Ya tenemos varios regalos navideños comprados. Y es que con tantas luces, escaparates adornados, villancicos por los altavoces, es imposible que no te afecte el ansia consumista de estas fiestas. Aunque no necesito que sea Navidad para entrar en un Tiger y tener ganas de comprarme todas las chorradas que venden en la tienda. O en Vinçon y querer ser rica para llevármelo todo a casa.
Cuando llegamos al Passeig de Gràcia estábamos tan cansadas, que sólo vimos una parte de la Shopping Night Bcn, una fiesta muy molona, de diseño y consumista, ideal para potenciar esa imagen de ciudad-escaparate en que se ha convertido Barcelona.
El viernes, quedé con mi hermana y mis sobrinos del pueblo que vinieron de visita a Barcelona. Mi sobrina-ahijada sigue haciéndome chantaje emocional siempre que me ve, para que vuelva al pueblo, pero igualmente me encantó verlos y abrazarlos.

Mercantic

El sábado tocó visita, de nuevo, al Mercantic, donde acompañamos al primo de Id y su novia a buscar muebles. Al final ellos no se compraron nada y nosotras nos marchamos cargadas de bolsas. Y es que Id tiene un par de sesiones infantiles pendientes y buscaba material para hacer unos complementos muy originales. ¡Mirad que árbol y que letras más chulas hizo!


Y por la tarde, Arale nos llamó para preguntarnos si queríamos acompañarla al Ikea, y claro, nosotras no sabemos decir que "no" a una excursión al Ikea.
Y el domingo, por fin fue un día de relax. De salir a pasear por la feria de Santa Llúcia y de tomar un aperitivo al sol. Además Id me hizo English muffins para desayunar. ¡Estaban ríquisimos!


Este año, de momento, voy tolerando el rollo pre-navideño; pero lo que ya no llevo tan bien es tanto viento y tanto frío, brrrrrr...

lunes, 24 de noviembre de 2014

semana maratoniana


Esta última semana ha sido como una cursa de obstáculos, donde cada día era una valla que saltar, que superar.
En todo deporte, el aspecto psicológico es importante. Una debe fijarse un punto, una meta, un final que alcanzar para que la dificultad de los obstáculos quede minimizada. ¿La recompensa? Llegar a la meta, saber que se ha sido capaz. De hecho desde el principio, sabes que es una lucha contigo misma, pero eso no le resta dificultad. 
Lo que llevo mal de las semanas maratonianas es la falta de sueño y tiempo para mí, y el poco que rescato sirve para descansar, desconectar pero no para pensar o soñar.
Conseguí arañar unas horas para ir al cine con Id, a ver Orígenes. Cuando se terminó la película y aparecieron las primeras letras, tuvimos que marcharnos deprisa, y eso que somos de esas que no se levantan hasta que terminan los títulos de crédito. Y es que con la película todavía resonándome en la cabeza, con una sensación de irrealidad vertiginosa, tenía que marcharme otra vez a trabajar. Me gusta salir del cine en silencio y tranquilidad, con las emociones todavía suspendidas en el aire, volteándome, esperando que encuentren su lugar. Odio que las obligaciones me usurpen esos pequeños placeres.
Esa prisas hicieron que digiriera la película demasiado deprisa. Pero el regusto que me dejó fue bueno, a pesar de un toque excesivamente trágico que no puedo olvidar cada vez que subo a un ascensor. Fe vs. razón, y un final abierto a todas las interpretaciones, con la belleza de unos ojos que se te queda grabada en la retina. 
Id los tiene igual de bonitos y únicos. Unos ojos pardos que también reconocería entre un millón.

el ojo multicolor de Id (aquí no se aprecian todos los colores)

A parte de ir al cine, los pocos instantes de tranquilidad los he utilizado para leer y escuchar música. Ya he termiando Kafka en la orilla, de Murakami, que junto a Tokio blues, es el libro que más me ha gustado del autor nipón. No tanto por su argumento, que a medida que avanza se va volviendo más onírico e inexplicable, sino por la creación de personajes y ambientes. 

ilustración de Zara Picken

Y la joya musical de la semana ha sido el nuevo disco de She & Him, Classics, lleno de canciones maravillosas que nunca te cansas de escuchar.

lunes, 17 de noviembre de 2014

so lucky to be loving you


Dicen que el tiempo pasa rápido cuando te lo pasas bien o eres feliz. Así se entiende que 5 años puedan parecer un suspiro y te dejen ganas de más. 
El viernes, Id y yo cumplimos 5 años de pareja. ¡Cinco años! si lo pienso, si soy consciente de la suma de días que comporta, confieso que siento cierto vértigo. Me parece increíble que el tiempo haya pasado tan rápido, porque siento que todo empezó ayer. Y también siento que cada año que pasa la quiero más y ya no puedo imaginar como era mi vida antes de conocerla.  
Días, semanas, meses... que se han ido sobreponiendo fácilmente, dejando un sedimento de buenos recuerdos e instantes de felicidad. En estos 5 años también ha habido algún momento malo, alguna discusión, pero nada importante que no se haya solucionado con compresión y mucho amor. 
Para celebrar nuestro primer lustro -y como os comenté- teníamos planeado ir al teatro y a cenar, pero al sr. Murphy no le gustó la idea y decidió intervenir (¡qué mal me cae ese tío!). Por suerte pudimos vender las entradas, pero el viernes llovió (¿otra vez el pesado de Murphy?!!) y en lugar de ir al restaurante con terraza que teníamos pensado, optamos por una cena más informal en un restaurante cerca de casa.
But nevermind! El sábado teníamos un planazo y esta vez Murphy no se atrevió a presentarse, ¡hala! 
Hacía mucho tiempo que quería ir de excursión a La Fageda d'en Jordà, un bosque de hayas precioso que hay en la comarca de La Garrotxa; y para celebrar nuestro aniversario decidimos ir. Además, dicen que en otoño está precioso, y que es la estación ideal para visitar La Fageda, ya que entonces se puede apreciar el cambio de hojas y sus diferentes tonalidades.

La Fageda d'en Jordà

Cuando llegamos a la Fageda, lo primero que nos sorprendió fue la cantidad de gente que había en la zona de aparcamiento. ¡Aquello parecía PortAventura! Pudimos aparcar de milagro y gracias a un señor andorrano muy amable que movió su coche para que cupiera el nuestro. 
El parque ofrece diferentes rutas, según el grado de dificultad, y el tiempo de que se disponga. Nosotras decidimos hacer la ruta sencilla, la Joan Maragall (en honor al poema que el escritor dedicó al lugar), y que discurre por el bosque de hayas.
A causa de las temperaturas relativamente suaves de lo que llevamos de otoño, el cambio de hoja todavía no estaba en su máximo esplendor, pero aún así, la belleza del lugar es espectacular. Una empieza a adentrarse en el bosque como quien entra en un mundo mágico y a medida que pasa el tiempo la fascinación del lugar, te va cautivando y te atrapa. Es como si entraras en un bosque de cuento. Los árboles son tan altos que las copas, tocándose en el cielo, parecen las bóvedas de un catedral gótica. Y la manera que tiene la luz de colarse entre las hojas es fascinante. En ese sentido, el interior de la Sagrada Família de Gaudí se le asemeja bastante.



A pesar de cantidad de gente que había, pudimos disfrutar del paseo, aunque un poco de silencio no hubiera estado mal. Las dos disfrutamos haciendo fotos, y lo que en principio era un ruta de 30 minutos, nos costó 2 horas. 
Como siempre, nos quedamos con ganas de más. Así que La Fageda promete ser una excursión recurrente. 
Después de nuestro paseo, decidimos ir a comer a Besalú, un pueblo con un casco antiguo y un puente medieval precioso.

Besalú

Tras una breve visita al pueblo, por falta de tiempo y de luz (¡cómo odio que anochezca tan rápido!) nos dirigimos hacia Barcelona. Allí nos esperaban la Chica Azul y la Noia, con quienes teníamos otra cosa que celebrar. 
Fuimos a cenar a El dinàmic, un nuevo restaurante en el barrio de Sant Antoni (el barrio de moda ahora en Bcn). El local, un antiguo taller mecánico, es lo mejor, ya que reproduce la estética de un terrado, con un jardín vertical y una cascada incluida. La comida es buena y los precios muy asequibles. Nos gustó mucho, y como está cerca de muchos de nuestros bares preferidos, ha convertido Sant Antoni en nuestro barrio gastronómico preferido.

El Dinàmic

De ahí, nos fuimos a tomar unas copas a otro bar, y charlando, charlando, se nos pasó la noche.
Cuando regresamos a casa, parecía que hacía siglos que nos habíamos marchado. Fue un día genial y una celebración de cumpleaños inolvidable. Ahora a por el sexto! :)

Si supiera cantar tan bien como Zooey, le dedicaría esta canción a Id:

martes, 11 de noviembre de 2014

Por fin llegó el día


 fotos (fuente Facebook)

Tanto esperar el 9N por fin llegó. Y como en ese gag del siempre genial Polònia, personalmente lo viví como una cursa de obstáculos.
Hasta el mismo domingo, no supe si podría ir a votar, y es que el sábado me levanté con un dolor de garganta de esos en los que duele hasta tragar. Como me tocaba votar en mi minipueblo, y estaba un poco pachucha, Id intentó que alguien nos dejara un coche, pero no tuvimos suerte. Además el sábado me tocó trabajar; y como los sábados el último tren de la tarde hacia mi remoto pueblo no funciona, opté -finalmente, y si me encontraba bien- en marcharme al día siguiente (domingo) en tren.
Para distraer la espera, el sábado por la tarde, Id y yo fuimos a cenar al Mercantic, aprovechando que ese fin de semana se instalaban las mismas rulots y caravanas del Van Van Market que tanto triunfaron en las fiestas de la Mercè.


foto (fuente)

El Mercantic es un mercado situado en Sant Cugat del Vallès (cerca de Barcelona) dedicado a la compra y venta de antigüedades, subastas y derribos arquitectónicos. Ubicados en diferentes tiendas, algunas en el patio exterior, otras en pequeñas tiendas instaladas dentro de una antigua fábrica de ladrillos, conviven cerca de 90 comerciantes: anticuarios, almonedas, artesanos, coleccionistas... No conocíamos el lugar y nos encantó. El espacio es de lo más encantador y original, con un toque vintage de lo más nostálgico. Me encantó el antiguo almacén reconvertido en una librería de libros de segunda mano enorme, que además, comparte espacio con El Siglo, un bar con música en directo y decorado con estanterías repletas de libros.

foto (fuente)

En el exterior, y muy bien distribuidas, estaban las caravanas del VanVan Market. Esta vez, nos acercamos a la rulot del Petit Bangkok donde comimos unos Pad Thai riquísimos, y después probamos las croquetas sublimes del Rey de la Croqueta (que se merece, con todos los honores, ese título). 
Id todavía alucina en cómo es posible, que viviendo tan cerca, nunca hubiéramos ido antes al Mercantic. Y es que nos gustó tanto el lugar, que hemos decidido que volveremos pronto, seguramente para el Vintage Fest de principios de diciembre.

foto (fuente Facebook)

Tras el sábado, llegó el gran día. Nos levantamos temprano y nos dirigimos hacia el instituto donde debía votar Id. Cuando llegamos, nos sorprendió la cantidad de gente que había en la calle, y sobretodo las colas. Pero la gente no parecía contrariada por ello, al contrario, en sus caras podías ver alegría, emoción, ilusión... Era la cola más alegre que había visto en mi vida. Familias enteras (abuelos, hijos, nietos, mascotas...) iban juntos a votar, se hacían fotos junto a la urna, votando, con sus pequeños en brazos, para conservar un recuerdo de ese día que todo el mundo coincidía en calificar de "histórico".  
Y es que era imposible no emocionarse viendo la actitud de la gente, sobretodo de muchos ancianos, que pese a sus limitaciones físicas, quisieron ir a votar.

foto: hiro

¿Y es que cómo se le puede negar a un pueblo su derecho a decidir? ¿a votar? ¿Cómo puede decir un gobierno que la democracia ha ganado porque ha impedido que la gente vote y se exprese? 

Después de votar, Id me acompañó a Barcelona. En las calles se respiraba un ambiente de fiesta e ilusión todavía mayor, a pesar de que algunos ultras intentaron inútilmente aguar la fiesta (¿cómo permiten que esta gentuza siga haciendo apología del fascismo a sus anchas?).
Id tomó algunas fotos y luego me dejó en la estación, donde cogí el tren rumbo a mi minipueblo. Después de dos horas y media de viaje (sí, Renfe tan eficiente como siempre ¬¬) llegué, y me fui directamente de la estación a mi lugar de votación. Allí no había colas (es lo que tienen los minipueblos) y finalmente también yo pude votar.

foto: hiro

¿Y ahora qué pasará? a juzgar por la actitud post-9N del gobierno del PP parece que nada. Siguen haciéndose los sordos, a pesar de que más de 2 millones de personas hayan dicho que la situación debe cambiar.  Y luego se extrañan de los resultados de la encuesta del CIS...


Pd: Ya estamos a martes y todavía no hemos vendido las entradas. Tenemos un par de personas interesadas pero si se queda solo en eso, temo que tendremos que comernos las entradas con patatas...

-nota post-edición: ¡Por fin hemos vendido las entrada! A ver si ahora podemos ir otro día a ver la función juntas.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Mi gozo en un pozo


Hay noticia buenas que traen bajo el brazo otra de mala. ¡Odio al Sr. Murphy y a la madre que lo parió!
¿Recordáis que hace unas semanas Id y yo fuimos al teatro y nos dijimos que repetiríamos pronto? Pues bien, para celebrar nuestro quinto aniversario -que es la semana que viene- compramos dos entradas para ir a ver Sister Act: nos hacía mucha ilusión ir a ver un musical. 
Estudiamos bien el día, la hora, los asientos... y también que el precio fuera asequible (¡no veáis lo caras que son las localidades en platea!). Compramos las entradas alegremente, deseando que llegara ya el día de ir al teatro. (Y sí, ahora es cuando aparece el puñetero "PERO").
PERO hoy ha llegado la buena noticia: le han ofrecido un trabajo de tardes a Id. Así que imposible llegar al teatro a tiempo, snif... Nuestro gozo en un pozo.
Si alguno de vosotros está interesado -o conoce a alguien que pueda estarlo- en comprar un par de entradas para ir a ver Sister Act el jueves 13, a las 20h, las pongo a la venta.

Para más información,  me podéis enviar un privado al facebook o un mail a la dirección del blog: segundasoportunidadesblog@gmail.com

martes, 28 de octubre de 2014

posts pendientes



Los días pasan rápido y tengo la sensación que no tengo tiempo para nada. Poco a poco voy adaptándome a los cambios, a las nuevas rutinas: que me atrasen una hora no ayuda mucho, la verdad... Tengo déficit de sueño y de tiempo y eso me da rabia, porque me encanta dormir y tener tranquilidad para escribir y perderme en la blogosfera.
Llevo una semana con un post pendiente, que a golpe de días ha perdido actualidad y vigencia. En él os explicaba lo mucho que me había gustado Boyhood e ir al teatro con Id -¡por primera vez! Fuimos a ver Iaia, protagonizada por la gran Montserrat Carulla, en su último papel antes de retirarse de los escenarios. Nos gustó la obra, y nos prometimos volver a ir más a menudo al teatro.
En ese post no escrito también os contaba que fuimos a una feria de Novios a hacer espionaje industrial (preguntar precios de reportajes fotográficos, mirar álbumes, espiar a la competencia...), y lo divertido que fue hacernos pasar por una pareja que planeaba casarse. Aunque al cabo de un rato empezó a ser agobiante tanto acoso comercial y tareas pendientes: "¿ya tenéis el restaurante reservado? ¿tenéis vestido? ¿conocéis a nuestro equipo de maquilladoras y peluqueras? ¿y las flores? ¿detalles para los invitados? ¿os interesa alquilar una limusina? ¿habéis planeado vuestro viaje de novios?..." ¡Uf! sólo con pensar en planear una boda de esas me entra dolor de cabeza! Y eso que nuestros amigos no paran de preguntarnos cuando nos casaremos...


Otra cosa que me daba dolor de cabeza, o mejor dicho, mucha pereza, era encontrarme de nuevo con mi cuñado El Imbécil y mi hermana. Y es que este fin de semana ha sido la Feria de mi pueblo y como cada año, toda la familia al completo (tías, primos, sobrinos...) venían para la tradicional comida megafamiliar de ferias. Este año éramos unos 30.


En principio El Imbécil no tenía que venir pero se presentó en el último momento. No hace falta decir que ni Id ni yo le saludamos ni le dirigimos la palabra -ni una mísera mirada. Para nosotras NO existe. Mis padres y hermanas le ignoraron bastante, aunque con el barullo de tíos, primos y niños, lo incómodo de la situación pasó desapercibido para el resto. Después de la comida, mi hermana mayor aprovechó un momento para hablar conmigo a solas. Sus explicaciones y justificaciones me supieron a poco; o más bien sirvieron para enervarme todavía más y darme cuenta de lo cegada que está. 
Obviando este triste episodio, el resto de la Feria fue genial. Me reencontré con viejos amigos, catamos vinos, comimos churros, subí a los autos de choque con mis sobrinos, cenamos con Jan y Mei y compramos vinos para nuestra "bodega" particular. Y queda claro que mis primos y tíos adoran a Id, que han bautizado como "La Fotógrafa".

Este vídeo está dedicado a todos los Imbéciles que pueblan este mundo:

martes, 14 de octubre de 2014

ya he perdido la cuenta de todas las mundanzas que he hecho en mi vida


Nunca pensé que la cosa llegaría así, de manera inesperada, pero la vida es una caja de bombones de sorpresas. ¿De que habla? ¿Qué le ha pasado? os estaréis preguntando... Pues que por fin, después de casi 5 años (los cumpliremos el mes que viene) Id y yo vivimos juntas.
Bien, vivimos juntas y ...con su madre (las cosas no pueden ser siempre tan bonitas). ¿Y como hemos llegado a esa feliz convivencia? pues por culpa del imbécil de mi cuñado. En algún otro post creo que ya os había hablado de lo "bellísima persona" que es (tengo la sensación que esas comillas no expresan lo suficiente mi cabreo y mi sarcasmo). 
Mi hermana mayor y su marido no están pasando por el mejor momento de su matrimonio, y aunque yo provisionalmente estaba viviendo con ellos (tienen un piso enorme), procuraba hacer mi vida. Pero claro, cuando ves y oyes a un imbécil tratar mal a tu hermana y a tus sobrinos, una tiene sus límites. Y además para joderme -supongo- me "sugirió" que no quería volver a ver a Id por su casa. Así que como os podréis imaginar, después de una escena muy desagradable, me largué de allí. Pero el disgusto más grande fue ver como mi hermana no hizo ni dijo nada para evitarlo, y a dejado que el capullo de su marido se comporte como un cabrón conmigo. Todavía espero una llamada de teléfono, que me prometió, para hablar-disculparse conmigo. Para toda mi familia es una pena comprobar como ese sujeto ha absorbido a mi hermana hasta conseguir aislarla de todos nosotros. 
En fin, por lo menos la parte buena del asunto es que ahora vivo con Id (y su madre) en su miniciudad. Cada día tengo que coger el tren para ir a trabajar pero he ganado en tranquilidad y felicidad. Su madre, tras explicarle toda la historia, no ha tenido ningún problema en acogerme en su casa, y de momento nuestra pequeña convivencia va de maravilla.


Además, ahora aprovecho mis miniviajes en tren para leer y escuchar música. He terminado Los enamoramientos de Javier Marías, que me ha gustado bastante; aunque en algunos momentos su prosa se me hacía algo cargante con tanta frase subordinada.
Ahora estoy leyendo La formula preferida del profesor de Yoko Ogawa y me está entusiasmando. Ha conseguido que las matemáticas me vuelvan a interesar, y eso que siempre tuve una relación amor/odio con esa asignatura. He leído que existe una adaptación de la novela, así que cuando la termine, la miraré.


Y para terminar, si como Rob -el protagonista de Alta fidelidad- erais fans de hacer recopilaciones en casetes de canciones románticas, para ir de viaje, de fiesta, etc., Tape on me es vuestra web. 

martes, 7 de octubre de 2014

banalidades que se convierten en perlas


Hace casi un mes que empezó el curso escolar y en las puertas de las guarderías y las escuelas todavía se escucha a niños llorando. De camino al trabajo me los cruzo y me da penita verlos con esa cara de puchero y llorando desconsoladamente. No entienden porque se les obliga a ir a un lugar desconocido, regido por normas extrañas, donde deben quedarse solos y rodeados de gente desconocida. Envidio esa capacidad que tiene los niños de llorar espontáneamente, sin vergüenza, expresando de manera directa que algo les angustia y acongoja. 
A mí, por ejemplo, me gustaría poder echarme a llorar cada vez que tengo que hacer uno transbordo largo de metro, porque los odio a rabiar. Aunque con las orejas impregnadas en música consigo que ese trance resulte menos traumático. Como decía Josh Radnor en Liberal Arts, con la banda sonora adecuada, lo divino puede emerger de la cotidianidad más prosaica. Y es que una de las cosas más fantásticas de la música es que dota a las escenas más anodinas de significado. Todas las banalidades se convierten en perlas divinas y resplandecientes. Y ahora estoy citando a ese productor musical fracasado que Mark Ruffalo interpreta en Begin Again


Me hubiera gustado mucho dedicarle un post a esta película. Salí del cine entusiasmada, y eso que el listón tras Once -el film anterior de John Carney- estaba muy alto. Me hubiera gustado contaros que me volví a enamorar de Keira Knightley; que me gustó mucho la banda sonora; explicaros el soplo de optimismo que infunde la película; porque sí, yo también creo que la música puede cambiarte la vida. Que me encantó la escena en la que ella y Mark Ruffalo pasean de noche por las calles de Nueva York escuchando canciones; y es que "se sabe mucho de una persona por sus playlists". Y también la escena en la que Dan (Ruffalo), borracho, se va imaginando los arreglos musicales que añadiría a la canción que está interpretando Gretta (Knightley). 
Estas últimas semanas, Lost Stars me ha acompañado en mis paseos por la ciudad y en esos odiados transbordos (creo que me quedo con la versión más intimista de Keira, aunque la versión de Adam Levine también me gusta).


Pero una vez más ha quedado demostrado que Belle and Sebastian y Camera Obscura siguen siendo la mejor banda sonora para convertir en perlas la realidad más banal. Que me acompañen cada mañana por la calles de Barcelona es tan placentero como oler el primer café del día.
Pero el suplicio de los transbordos subterráneos ha terminado en parte, porque desde hace un par de semanas soy socia del Bicing. Recibí el carné con gran alegría pero tras una semana utilizando el servicio, estoy bastante cabreada. ¡Imposible encontrar una bici cuando la necesito, imposible devolverla cuando llego a mi destinación! Un día me pasé media hora buscando un punto de aparcamiento porque todos estaban o averiados o cerrados. ¡Indignante! Así que si estáis pensando en haceros usuarios del Bicing os recomiendo que no lo hagáis. Una vergüenza el servicio y el estado de algunas bicis y estaciones. 
Y hasta aquí mi momento indignación. Y para no terminar el post con malas vibraciones, música buenrollera please!


lunes, 29 de septiembre de 2014

hasta el próximo verano

Van Van Market

Las lluvias torrenciales se han llevado definitivamente el calor y los días largos. Cuando terminan las Festes de la Mercè doy por clausurado oficialmente el verano. Un verano un poco extraño y que me ha pasado demasiado rápido.
Esta vez, por tema trabajo y cansancio (siento no poder actualizar más a menudo), me tomé las Festes con más calma y tranquilidad que otros años. Además los conciertos que organizaban no me inspiraban demasiado. 
Lo que nos gustó más fueron los espectáculos de la Ciutadella, sobretodo de noche. Por suerte fuimos el primer día de las fiestas y pudimos disfrutar con tranquilidad de los espectáculos de danza y del Saturno Park: una feria vintage preciosa, con caballitos, carruseles, espejos deformantes, barracas de feria... En la Cascada, un espectáculo de luces, música y agua mágico. También había un pequeño teatro con títeres. Nos gustó bastante -aunque quizá fuese un poco largo- el Eventi Verticali: un número de danza vertical sobre una pantalla en la que los artistas interactuaban sobre proyecciones animadas.

D1gits  /  Electronic Performers

En diferentes zonas del parque, había escenarios repartidos que ofrecían espectáculos de danza, humor, magia... Me gustó mucho el número de danza "Hold" de Erik Linghede, me deslumbraron los D1gits con su espectáculo de magia con iPads, y me reí mucho con Tobias Wegner, un wall clown con un espectáculo muy original y divertido.


Pero la propuesta que murió de éxito fue sin duda el Van Van Market, un mercado gastronómada. 22 furgonetas, caravanas vintage o food trucks de diferentes nacionalidades se instalaron en el parque para ofrecer una variada oferta de comida, en un festival culinario callejero que entusiasmó a todos los visitantes.


El sábado pudimos disfrutar del concierto de Mishima en primera fila (ya he perdido la cuenta de las veces que los he visto en directo...). Y después del concierto repetimos visita a la Ciutadella acompañadas de unas amigas. Había tanta gente en el Van Van Market que hicimos una hora de cola para poder cenar!
Mishima

No sé si a vosotrxs también os pasa, pero yo me encuentro siempre con gente conocida por todas partes. El viernes nos pasamos la noche cruzándonos casualmente con Anna Salker; y el sábado, nos encontramos con otra amiga a la que hacía tiempo que no veíamos.
El domingo tocó visita al Palauet Albéniz, pero como cada año, quedaron muchas cosas por hacer y visitar, como por ejemplo el circo de Montjuïc, las proyecciones en la fachada del Ajuntament y los espectáculos pirotécnicos en la playa.
Lo que no me perdí fueron los conciertos del BAM del martes, aunque tuve que sacrificar por tema horario y emplazamiento el concierto de Manel. Me gustó muchísimo Seinabo Sey; en cambio, el concierto de NoNoNo fue un poco agobiante por culpa de los lateros y la gente cotorra que no sé que hace en un concierto de música si no le interesa escuchar (!!).

Seinabo Sey

Nonono

Y hasta aquí mis fiestas de la Mercè. Y ahora a esperar que vuelva el próximo verano. ¡Uf...!

martes, 16 de septiembre de 2014

momentos de libertad

Identitat, Xiaodu Liu. Arquitectura efímera (foto: Id)

Últimamente los días me están pasando muy rápido, como vagones de un tren de alta velocidad. Se me acumulan las historias y las anécdotas; los momentos y las experiencias que me hubiera gustado explicaros. 
Paradójicamente, desde hace unos años, en septiembre es cuando más siento que es verano: poder ir todavía a la playa y las temperaturas estivales de estas últimas semanas supongo que ayudan.
A pesar del colapso turístico, Barcelona me sigue fascinando. Me encanta pasear por sus calles al anocher o en plena noche, cuando el calor ya ha remitido y un frescor reconfortante envuelve el ambiente. Me gusta pasear con Id y de repente, entrar en una tienda a las 12 de la noche y comprarme un sombrero para protegerme del sol. Encontrar tiendas curiosas custodiadas por un ejercito de robots, o charlar con esas ancianas amantes de los gatos, que están siempre sentadas frente a Santa María del Mar acompañadas por sus mascotas felinas.

robots (foto: Id)

Descubrir arquitecturas efímeras esparcidas por la ciudad, admirar un beso compuesto por centenares de momentos de libertad, pasear entre libros delante de la catedral o perdernos en un mercadillo de segunda mano...

El mundo nace en cada beso, de Joan Fontcuberta 

Me encanta quedar con amigas y descubrir locales nuevos en los que cenar y tomar unas copas, a pesar de que el cansancio que arrastro últimamente no me deja trasnochar tanto como quisiera. Me gustan los encuentros casuales en el metro, aunque una barba inédita me impida reconocer a un amigo a dos palmos de la cara. Amigos que nos bautizan, a Id y a mí, como "la Parella Feliç", otros que sacrifican sus mañanas de domingo para ayudarte con su furgoneta a hacer un minitraslado de cama y colchón...

Y sobretodo me hubiera gustado explicaros la emoción y la alegría que sentí durante la Diada. Transmitiros la ilusión, la alegría, el civismo que se respiraba en unas calles teñidas de rojo y amarillo. Avenidas tomadas por gente de todas las edades y procedencias, movidas por una energía positiva increíble, esa que emerge de la creencia firme que el derecho más fundamental de cualquier democracia es poder Votar.


fotos Id


Y esta semana empiezan las Festes de la Mercè. He estado mirando el programa y preveo que se presentan unos días muy intensos...  

viernes, 5 de septiembre de 2014

en el lado oscuro


Yo no quería, os lo juro... pero él vino a mí sin yo querelo, ni buscarlo, casi como una imposición. Sí, finalmente he caído en el lado oscuro: lo confieso, tengo un sillyphone (*)


Como recordaréis tengo una relación amor-odio con los teléfonos móviles, sobretodo con los mal llamados 'inteligentes', porque según mi parecer nos han vuelto a todos más idiotas. La dependencia que tiene alguna gente con sus móviles es patológica: van cogidos con ellos de la mano por todas partes, comparten sus cenas y comidas con ellos, siempre a su lado, como si fueran una extensión de sus cuerpos (la futurista -o no tanto- película Her no iba tan desencaminada...).
Pues como os contaba, ahora tengo un chisme de esos. Mi hermana pequeña se ha cambiado el suyo; ahora tiene uno de esos enormes, a los que yo llamo tablephones (a mí no me engañan, eso no es un móvil) y me regaló el antiguo. De hecho es un birria de smartphone pero con eso ya tengo más que suficiente (vale! vale! lo confieso, tengo bastante envidia del iPhone nuevo de Id, pero solo por la cámara y el Instagram).

 

Nada más poner mi tarjeta y abrirlo, mis hermanas y sobrinos empezaron a bombardearme con whatsapps. Y a los 5 minutos, mi hermana pequeña ya había creado un grupo de hermanas. ¡Qué estrés, por favor! además, escribiendo en ese miniteclado, soy más lenta que el caballo del malo. Y como odio hacer faltas ortográficas, borro y reborro el mensaje hasta que queda perfecto, y claro, para entonces la otra persona ya me ha escrito 5 mensajes más. En fin, supongo que a base de práctica mejoraré mi velocidad taquigráfica.
Fui a una tiende Timostar a informarme de algunas cuestiones, y otra vez  me quedó demostrado que el personal que trabaja en este tipo de tiendas pueden llegar a ser de los más borde y arrogante. Además odio llamar y que me llamen las compañías telefónicas, me enferma su agresividad, ese marketing estúpido que intentan colarte a la más mínima. Para eso tengo a Id, que es una crack tratando con telefonistas; sabe como mandarles a la mierda si hace falta.
Sea como sea, espero no acabar convirtiéndome en una de esos zombies de los teléfonos que pueblan cada vez más las ciudades...

 zombies de los teléfonos (foto encontrada en internet)

(*) sillyphone: término creado por dEsoRdeN. Sinónimo peyorativo de 'smartphone'.

Nota post-escrito: Ayer quedé para comer con las Gemelas, y una de ellas ahora también quiere regalarme su antiguo smartphone (que es más bueno y grande que el de mi hermana). ¿Tanta pena doy que todo el mundo quiere regalarme sus sillyphones?