jueves, 20 de marzo de 2014

Mientras florecen las flores

Esta tarde ha empezado oficialmente la primavera. Pero el hombre del tiempo ha anunciado, con una sonrisa mal disimulada, que el domingo volverá el invierno (sí, los meteorólogos tienen un punto sádico).
La primavera es, por esencia, variable y caprichosa y cuando tú le pides sol ella te da lluvia. Y es que este fin de semana Id y yo tenemos planes al aire libre que prometen truncarse; pero ya veremos...
Mientras, y para celebrar la llegada de la primavera, y como os prometí, os dejo algunas fotos de mi carrete primaveral (más una puesta de sol en el Turó de la Rovira).





fotos: hiro


Y el día 25 de marzo, Mishima saca nuevo disco, L'ànsia que cura. De momento han dado a conocer un par de canciones (Llepar-te i Mentre floreixen les flors) que mantienen ese estilo mishimiano que tanto me gusta.

viernes, 14 de marzo de 2014

Mi época Ha

miniMei es clavada a esta niña (fuente del gif)

El otro día fue el cumpleaños de miniMei y le llevé un regalo. Cada vez que la veo está más alta y más lista. Tiene 2 años y me parece que ya es mucho más lista que yo. Hace puzzles para niños de 3 años y le encantan los libros. Mientras pasa las páginas, te cuenta la historia haciendo ver como que lee y habla sin parar. Tiene una voluntad y una convicción en ella misma que asombra, y que ya querría yo para mí. ¿Cuándo perdemos esa fe inquebrantable en nosotr@s mism@s?
El otro día Mei me pidió si le podía hacer de canguro durante una hora y me quedé jugando y viendo la tele con la niña. Reímos juntas viendo los dibujos de Peppa Pig, que a decir verdad me parecieron bastante entretenidos.
He llegado a la conclusión que me llevo tan bien con los niños porque no esperan nada de mí, no tienen prejuicios, están abiertos a todo.

Me sigue alucinando que Mei sea madre, en mi cabeza sigue siendo aquella niña con la que jugaba a la xarranca en la calle y la amiga con quien, a escondidas, me fumé los primer cigarrillos de la adolescencia. 
Cuando empezó a salir con Jan y terminamos la universidad, nuestras vidas se separaron. En general esa fue una época extraña para mí. Me sentía estancada mientras alrededor, todos mis amigos parecían madurar y haber encontrado su sitio.
El otro día, viendo Frances Ha, me acordé de esa época. Porque, ¿quién no se ha sentido perdido tras acabar los estudios, con esa desorientación vital que te impide saber hacia donde tirar? (bien, más o menos, por culpa de la crisis todos nos volvemos a  sentir así...)


Me gustó mucho la película de Noah Baumbach y sobretodo su protagonista. Frances es una joven de 27 años, cuyo sueño es ser bailarina en una compañía de danza de Nueva York. Comparte piso con su mejor amiga Sophie y vive de manera despreocupada y alegre, hasta que una serie de circunstancias personales y profesionales le harán plantearse su futuro.
La película se divide en diferentes partes según la dirección de las casas en las que va viviendo Frances. La actuación espontánea y fresca de Greta Gerwig (ahora de moda porque protagonizará el spin off de HIMYM, Como conocí a vuestro padre) hace que nos identifiquemos en seguida con Frances, una eterna adolescente que a pesar de ser un desastre, nos encariñamos con ella. 
La estética y el ritmo desenfadado de la película recuerda a los films de la Nouvelle Vague, con un toque de Manhattan de Woody Allen y algo de Clerks de Kevin Smith.
La alegría de Frances, su optimismo a pesar de la melancolía, hacen que la película se vea con una sonrisa perenne de oreja a oreja hasta el final.
(Frances Ha se estrenará en nuestro país el 4 de abril).

domingo, 9 de marzo de 2014

primavera improvisada


Este sábado en mi minipueblo hemos celebrado el Carnaval: sí, en mi pueblo somos raros y hacemos las cosas a destiempo. Los que ya me leíais en mi antiguo blog recordaréis lo poco fan que soy de esta fiesta... Pero este año, no sé si habrá sido por el buen tiempo, o porque quería ver a mis sobrinos, fui a la rúa. No estuvo mal, pero sigue sin gustarme el Carnaval. Al menos intenté alegrarme de la alegría de los demás; y me encontré con amigos que hacía mucho que no veía.

Estos días de primavera improvisada he vuelto a coger mi bicicleta. Lo echaba de menos; nunca me acuerdo de lo mucho que me gusta ir en bici hasta que no vuelvo a subir a una. Es como volver a la infancia, y más si paseo por las calles y caminos de mi pueblo.
El otro día fui hasta el río. Me llevé la sprocket conmigo y me emocioné haciendo fotos. Los melocotoneros ya han florecido y tiñen de rosa las orillas del río; ahora les hacen la competencia a los almendros, en una lucha cromática entre el rosa y el blanco. Hice tantas fotos que terminé el carrete, que bauticé como el carrete primaveral, porque estará lleno de flores y cielos azules. Cuando lo tenga revelado y escaneado ya os enseñaré algunas.

(foto: fuente aquí)

El río bajaba tan caudaloso que el embarcadero estaba casi inundado. El agua luminosa se deslizaba veloz y enredaba la mirada con esa fascinación que solo tienen los precipicios. Misterioso como un espejo, el río copiaba el cielo basto, las casas de la otra orilla, la vegetación de la riba... 
Debe ser deformación de lectora woolfoniana, pero a veces -solo a veces-, cuando veo un río caudaloso, pienso en Virginia llenándose los bolsillos del abrigo de piedras y adentrándose en las frías aguas del Ouse
"La vida es muy trágica, es una estrecha franja pavimentada junto a un abismo. Miro abajo, me mareo, y me pregunto si podré caminar hasta el final" (Diarios, Lunes, 25 de octubre de 1920)
Leo los Diarios de Virginia Woolf como lectura intermitente. Casualmente estoy en el mes de marzo. Leo: 
"Un fin de semana muy bueno. Los árboles florecen; jacintos; flor de azafrán. Calor. El primer fin de semana primaveral." (Martes, 24 de marzo de 1936)
Este fin de semana también ha coincidido con el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, así que es imposible no volver a pensar en Virginia Woolf y en lo vigente que sigue siendo un Un cuarto propio, uno de mis libros preferidos. Si todavía no lo habéis leído, os lo recomiendo, os asombrará.
Como también Girl Rising, un documental que narra la historia de nueve niñas y adolescentes de distintos países del mundo luchando contra circunstancias, rompiendo barreras y superando limitaciones. Un documental sobre el poder de la Educación para cambiar el mundo y romper barreras.

martes, 4 de marzo de 2014

entre selfies y photobombs

Cate Blanchett y Lupita Nyong’o

Como ya predije, otro año más me ha sido imposible ver todas las nominadas a los Oscars a la categoría de mejor película antes de la ceremonia.
¿Qué me parecieron los premios? Predecibles, como cada año. Bien, exceptuando el no-Oscar a DiCaprio (queda confirmado que la Academia le tiene manía, #PoorLeo). Como todavía no he visto Dallas Buyers Club no puedo juzgar si se lo merecía, más o menos, Matthew McConaughey (por cierto, el peor discurso de agradecimiento de la noche). En cambio, sí he visto Her y encontré injusto que Joaquin Phoenix no estuviese nominado. 
Intenté ver la gala en directo, pero tras la alfombra roja se me cerraban los ojos. Pero por lo menos este año pude recuperarla vía youtube y verla al día siguiente en diagonal. Además me pasé el día de ayer leyendo crónicas, viendo vídeos y entrevistas, las fotos de las mejor y peor vestidas, las fotos de las fiestas posteriores... Sí, el día post-Oscars es muy duro para mí. 

Me gustó mucho Ellen DeGeneres como presentadora, pero cuando se trata de ella no soy objetiva; aunque reconozco que su monólogo inicial hubiera podido estar mucho mejor.
El número musical de la noche: el de Pink y el de Happy, con Pharrell Williams marcándose un baile con Lupita, Meryl y Amy (otra actriz que se merece un Oscar YA). 
Pero esta ceremonia se recordará sobretodo por dos cosas: las pizzas y los selfies. Dos maneras de humanizar o desglamourizar a las estrellas de Hollywood y quitar tanta formalidad y tensión a la ceremonia.

 el 'selfie' que ha hecho historia

Esta fue la foto que rompió Twitter, la más retuiteada de la historia (ya lleva más de 3 millones). 

'Selfie' fue declarada palabra del año en 2013; aunque su significado es tan viejo como la fotografía. Un selfie es lo que comúnmente conocemos como un autoretrato, pero ya se sabe que en inglés todo suena más moderno y molón.
Otro anglicismo que este 2014 va en camino de convertirse en la palabra del año (también relacionada con la fotografía) es 'Photobomb'. Como el selfie, el photobomb hace años que está inventado, y podría definirse como estropearle una foto a alguien apareciendo por detrás de forma inesperada. Esta broma, que todos hemos hecho o nos han hecho alguna vez, se ha convertido en una moda en las fiestas y premiers de Hollywood.
El mejor photobomb de la noche de los Oscars fue, sin duda, el que Benedict Cumberbatch les hizo a los U2, aunque también hubo muchos más
Mis dos actrices photombombers preferidas son Emma Thompson (otra actriz que también eché de menos en las nominaciones) y Jennifer Lawrence (que volvió a caerse de nuevo, esta vez en la alfombra roja).

Jennifer Lawrence, la reina del photobomb

Ah! la ceremonia de ayer también se recordará por otra cosa: por el nacimiento de una nueva estrella, Adele Dazim (jajajajaja). Si queréis Travoltify (Travolizar) vuestros nombres solo tenéis que utilizar este widget.
Y es que la aparición de las redes sociales ha hecho que la ceremonia de los Oscars tenga otra vida más allá de la gala, con multitud de parodias, memes y montajes.