martes, 27 de agosto de 2013

paisajes móviles


Septiembre le ha colado una semana al agosto, pero el buen tiempo regresará. Además estos últimos años el septiembre está siendo el mejor mes del verano. Sí, soy consciente que esta afirmación suena a herejía; aunque me pone mustia que vaya anocheciendo cada día más temprano y los plátanos de Gran Vía empiecen a expulsar hojas ocres.
El domingo llegué a Barcelona  cuando ya era de noche y con más de una hora de retraso. Mi historia "de amor" con Renfe nunca tendrá fin. But nevermind, ahora me tomo esas faltas flagrantes de puntualidad con más filosofía. Bien, la verdad es que ahora, si el tren llega con más de 15 minutos de retraso, te lo compensan regalándote otro billete igual gratis, así que la tardanza se hace más llevadera. Gracias a esas impuntualidades ya he viajado dos veces sin sacarme la cartera. Me siento como cuando era pequeña y encontraba la palabra gratis en los palos de los helados (una vez llegué a comerme tres Colajet seguidos gratis).
A pesar los indeseables de Renfe y Adif, me encanta viajar en tren. Ahora en verano, la parte de línea que sigue la costa está llena de vida; de aquí seis meses, el mismo paisaje estará impregnado de esa tristeza que se apodera de los lugares abandonados. 
Cuando el tren llega al mar dejo mi lectura y enciendo el iPod: el mundo con música es un lugar mejor. Me preparo para mi sesión de cine, o mejor dicho de zapping, porque las imágenes de la ventana cambian a un ritmo tan frenético que cuesta engancharse a sus historias. Cazo al azar la estampa de un niño que hace despegar su cometa-pájaro. ¿Conseguirá mantenerla en el aire? No lo sabré, mi atención ya se ha posado en el beso fugaz de unos enamorados que contemplan el mar desde el paseo. En un camping, unos jubilados juegan a la petanca: una pelota plateada sale al vuelo en una parábola perfecta. Más allá, una pandilla de amigos charlan sentados delante de una roulot, mientras las toallas mojadas cuelgan de unos tendederos improvisados entre los árboles. Nunca he ido de camping, ¿me gustaría? 
Son las 19.45 y el capvespre ("atardecer") -cómo me gusta esta palabra- lo envuelve todo con esa luz dorada y tierna, que hace resurgir lo más bello de las cosas. La sombra del tren, en forma de gusano gigante, se dibuja veloz en las fachadas de los bloques de apartamentos que amurallan los pueblos de costa.
Por culpa de unas obras, el trayecto habitual del tren se altera y cogemos la vía del interior. Adiós al mar, a la costa agreste del Garraf, y a esa playa medio escondida que me trae recuerdos del mejor invierno de mi vida.
Mi mirada, entonces, se prepara para nuevos paisajes y la ventana empieza a ofrecerme imágenes inéditas: un pequeño río escondido entre el boscaje, hileras infinitas de viñas sobre colinas ondulantes, tristes fábricas de cemento que parecen salidas de un film post-apocalíptico... Pero la excitación de lo nuevo decae y caigo dormida.
Con una hora de retraso llego a Sants. Tras las taquillas de validación, me espera Id sentada y absorta por la lectura de un libro. La observo unos segundos, ella todavía no lo sabe pero por fin he llegado.


miércoles, 21 de agosto de 2013

Mash up


estas son las fotos que no pudimos hacer :( 

Ojalá, como en Bola de Drac, fuera posible el cambio de lugar instantáneo; o poseyera el don divino de la ubicuidad. Que este año, las Festes de Gràcia y el Girlie Circuit hayan coincidido ha sido una locura: y eso que finalmente no asistimos a ninguna de las fiestas nocturnas. Sí, como oís -o mejor dicho como leéis (la situación económica manda). 
Además, esta semana ha coincidido que todo el mundo quería quedar con nosotras y nos hemos pasado el fin de semana de punta a punta de la ciudad como si fuéramos peonzas.
El primer día de Festes de Gràcia, para evitar multitudes, fuimos a pasear por las calles adornadas. Esta vez lo hicimos exclusivamente con cámaras analógicas, por lo que no puedo ilustrar el post con ninguna imagen propia. Hasta finales de semana no tendré las fotos pero ya me estoy acostumbrando a la falta de inmediatez. Además, cuando se dispara con carrete, se piensan mejor las fotos, te vuelves más reflexiva y no disparas a diestro y siniestro como hace todo el mundo. 
Tras pasear por el barrio, fuimos a visitar al primo de Id que vive en Gràcia y así también aprovechamos para hacer algunas fotos desde su balcón (tiene la suerte de vivir en una calle con decoración).
Después nos fuimos corriendo hacia el cine a ver el documental Les nostres dones dentro de las actividades culturales del Circuit. El día antes ya habíamos asistido a una charla-presentación literaria sobre Desconocidas & Fascinantes  en La Sue Bcn .
En medio, encuentro casual con Manray por Gràcia y quedada con Jei para darnos buenas noticias sobre su vida sentimental. Café con Pat -una de las enfants terribles- en la plaça de la Revolució e intento, por su parte, de convencernos para ir a la Main Party. Su hermana gemela Pop también nos había insistido unos días antes: "¡Va, venid! ¿os vais a perder a las Uh Huh Her?!" Pero finalmente, justo el día antes y haciendo una lista de pros y contras, decidimos no ir y reservarnos el dinero de las entradas para otro evento (¡qué duro es ser pobre!). Y visto lo que nos comentó Pat al día siguiente y lo leído por internet, suerte que no fuimos. El concierto de las Uh Huh Her, como me temía, fue un timo: cantaron cuatro canciones y listos. Dicen que el sonido era espantoso, que se oían más los gritos histéricos de las fans que la música y que la organización fue pésima. Así que aunque suene mezquino, saber eso me ha quitado un poco la pena por no haber ido.
Este año nuestro Girlie ha sido a base de actividades gratuitas y culturales. Asistimos a otra charla, esta vez sobre mujeres lesbianas en el mundo editorial (revistas, fanzines, comics) muy interesante, con Susanna Martín, las chicas de Una buena barba y una de las responsables de la revista MagLes. También asistimos a un Cabaret poético con micro abierto de poesía y relatos en La Sue (fantástica Txus Garcia como presentadora del evento). Y lo más surrealista fue que Manu y Cécile se presentaran en el local (necesitaban unas llaves que tenía Id) y se quedaran con nosotras.
En definitiva ha sido un Girlie distinto, más diurno y playero (¡cuántas bolleras había en la playa de la Mar Bella y por toda Bcn!) pero aún así, igual de agotador porque lo compaginamos con más escapadas por las fiestas de Gràcia.
Ahora necesito unos días de tranquilidad y aburrimiento (increíble que diga eso) pero de aquí una semana las aguas se volverán a agitar...

Y si estos, han sido días de "mashups" festivos, nada mejor que acabar el post con uno de mis últimos descubrimientos mashuperos (algún día tendré que dedicarle un post a mi debilidad por los mashups)

martes, 13 de agosto de 2013

donde habitan los monstruos


fotos: hiro

Como ya viene siendo costumbre cada verano, mi hermana mayor me pidió que le hiciera de canguro durante una semana. Casi siete días agotadores -y una prueba de fuego para mi paciencia- en los que, durante algunos momentos, tuve ganas de asesinar a mis sobrinos. Y es que aunque no me guste reconocerlo, en cuestión de sobrinos tengo favoritismos. Los hijos de mi hermana mayor, comparados con mis otros sobrinos, son terribles; sobretodo la pequeña Damien. La niña tiene tres años, es rubia con el pelo rizado, un tono de piel hiperblanco y unos ojazos azules impresionantes. En definitiva: una niña de anuncio. Pero tras esa apariencia angelical se esconde un pequeño monstruillo déspota y manipulador. Más de una vez he estado tentada de buscar tres seis tatuados en su cuero cabelludo.
Además, ahora la pequeña Damien parece odiar a Id. Cuando la ve empieza a zurrarla a base de patadas y puñetazos en la barriga. 
Por suerte mi hermana es consciente del poder destructivo de su pequeño retoño, y como excusa esgrime que todo es culpa de la genética del padre (y tiene razón, mi cuñado es bastante cabrón). Su hermano mayor, que sí es un niño de anuncio (de hecho ahora sale en un anuncio que no paran de emitir por televisión) no es tan insoportable, es más bien pesado. Simplemente quiere que juegues todo el día con él al PES 2013 (ahora soy tan buena que incluso le gano).
Así que ya os podéis imaginar que días tan "fantásticos" tuve la semana pasada. Estaba tan agotada, que ni ganas tenía de actualizar. 
A finales de mes, mi hermana me ha preguntado si podré volver a cuidar de los niños unos días. Me tendré que inventar una buena excusa pronto porque no me veo ni con fuerzas ni con ganas de aguantarlos una semana más.

Damien y el mundo

Hablando de familiares insoportables, Manu -el hermano de Id- y su novia Cécile se marchan a vivir a París. Eso será un alivio porque el otro día, durante una comida familiar se volvió a comportar odiosamente. 
Cécile, por su parte, es un encanto (no sé que le encuentra a mi cuñado) y nos ha invitado a visitarles cuando estén instalados. A pesar de mi gran amor por París, no sé si aguantar a Manu a cambio merecerá la pena. Ya veremos... todo es cuestión de organizar el viaje la semana que él no esté en París. 
Aunque de momento, lo que necesito son vacaciones de familia propia y política. Esta semana, el Girlie y las Festes de Gràcia me irán de perlas para hacer una buena desintoxicación.