viernes, 30 de diciembre de 2016

al menos estás viv@

(faltan Carrie Fisher y Debbie Reynolds)

No hay nada como esperar lo peor para que luego todo se quede en nada.
La parte de las fiesta navideñas que tocaba pasar con mi familia ya ha terminado. Ahora solo quedará celebrar el día de Reyes con la familia de Id (y el plasta de su hermano...).
La comida navideña y de Sant Esteve estuvieron bastante entretenidas. Id se siente más a gusto en mi casa, con mi familia, que yo misma. El día de Navidad, cuando me levanté, me la encontré ayudando a mi madre en la cocina. Habían desayunado juntas y charlado sobre plantas, recetas..., como si fueran íntimas. Mis sobrinos, literalmente, están siempre encima de ella (ahí ya me pongo un pelín celosa). 
La comida de Navidad fue bastante ruidosa. Mi hermana pequeña estaba en modo 'drama queen' en toda su esplendor. Mi hermana mayor chinchona como siempre; y mis sobrinos -en plena edad del pavo- discutiéndose por chorradas, y mi madre gritando "¡Ya bastaa de tonterías! que se enfría la sopa!!!" 
Después de comer y cagar el tío, hicimos un mannequin challenge familiar. Mientras estabamos clavados como estatuas y grabando, oímos que alguien se acercaba por el pasillo. "¿Quién debe ser?" pensamos todos en silencio mientras nos repasábamos uno a uno de reojo. Mi hermana pequeña se plantó en la puerta del comedor, y al ver que estábamos haciendo el mannequin sin ella, se marchó enfadada a su habitación dando un sonoro portazo. ¡Nadie -ni siquiera su novio- se había dado cuenta de que faltaba! Entonces empezó el show de ir a consolarla e intentar convencerla para que volviera al comedor a repetirlo. Después de varios intentos, mi hermana mayor consiguió convencerla. Así que volvimos a nuestras posturas maniquís y repetimos el vídeo. Lástima que Id no saliera porque le tocó -como siempre- grabar la escena.

El día de Sant Esteve ya fue más tranquilo. Fuimos a pasear hasta el río (que frío hace en mi pueblo!!), vimos pelis en familia, jugamos al Rummy, e Id se pasó algunas horas editando las fotos del concierto al que fuimos el viernes. Esa noche habíamos quedado con el chico dEsoRdeNado y acabó siendo una noche surrealista y muy divertida. De presenciar las pruebas de sonido de la banda, a cenar con ellos y que nos colaran gratis en su concierto. Estuvo genial! 


Hablando de música y artistas, vaya año llevamos... Que pena lo de Carrie Fisher y su madre..! Id era muy fan. Ayer por la noche, en homenaje, vimos Postales desde el filo con los comentarios hilarantes de Carrie.

Carrie Fisher observando a su madre, Debbie Reynolds, en el escenario (1963)

Supongo que este será mi último post del 2016. Ahora tocaría aquello de hacer balance del año y propósitos -llenos de buena voluntad pero sin pizca de ella- para el 2017.
Cuando miro hacia atrás e intento definir como ha sido este año solo me sale el adjetivo: raro/extraño. Los primeros meses del 2016 casi no los recuerdo, son como una nebulosa de semanas de estrés y ansiedad. La resta del año fue mejorando, y si lo pienso bien, en lo que a mi vida personal y sentimental se refiere, ha sido un año fabuloso. Otra cosa ha sido mi vida laboral...

¿Propósitos para el 2017? mmm.... Actualizar más el blog? Vivir con más ganas todavía, con coherencia, reír más, amar más, leer más... Esto último me lo ha antojado mi amiga Tempesta, que se ha propuesto, para el año que viene, el 'challenge' de leerse 45 libros en un año. En su blog, que os animo a visitar, irá compartiendo sus opiniones lectoras. 
Yo no creo que llegue a los 45 libros, pero si son la mitad ya estaré contenta.

Ya solo me queda desearos a todxs, Feliz Año Nuevo!!


viernes, 23 de diciembre de 2016

una Hiro de ocho años

 Mary Badham (foto: Leo Fuchs)

Mi hermana pequeña me había advertido que era muy mala, que me aburriría, que la última hora solo eran tiros y más tiros. Con estas perspectivas fui a ver Rogue One
No me considero una friki de Star Wars, pero esa niña que persiste en mí, aún siente debilidad por las películas de aventuras espaciales. A pesar de las advertencias de mi hermana, o tal vez por ellas, me gustó la película.
Cine de aventuras, épica con un punto de innovación dentro del universo Star Wars y con una emocionante aparición final de Darth Vader. 
Como he dicho, a los ocho años me pirraban las pelis de superhéroes, de aventuras, y de ciencia ficción (me pasaba horas dibujando naves espaciales). Así que cuando entré en la sala, se apagaron las luces y (después de media hora de anuncios interminables) aparecieron las letras con tipografía galáctica de "Rogue One", mi sentido crítico bajó el listón hasta los ocho años y disfruté de la película como una cría. ¡Lo que hubiera dado a esa edad por tener a una heroína como Jyn Erso (Felicity Jones) o la Rey (Daisy Ridley) de "El despertar de la Fuerza" con la que identificarme..!
Así que no toméis demasiado en serio mi valoración de la película: es la misma -pero sin mucho menos entusiasmo- que os habría hecho un Hiro de ocho años.


Y es que, ¡cómo me gustaría volver a sentir como era tener ocho años! Vivir con esa intensidad que da estar siempre en el presente, sin tener conciencia del tiempo. Con esa energía y pureza... Cuando el mundo todavía no me había modificado ni confundido. O eso me parece ahora en perspectiva...


Tal vez todo sea consecuencia de leer demasiado a Taniguchi. Sus libros me dan ganas de vivir de una forma más pura y sencilla. Me fascina como sus historias, en las que parece no suceder nada, consiguen transmitirme esa sensación de sosiego y serenidad.
Se acerca la Navidad y las temidas reuniones familiares -que este año prometen conflictivas- así que, ahora más que nunca, necesito mucha calma y tranquilidad. 

miércoles, 14 de diciembre de 2016

now it's me

                                                           Annemarie Schwarzenbach

En un momento de El Café Celestial, Stuart Murdoch pregunta a los lectores qué hacemos, o qué nos gustaría hacer, en los momentos en que nos sentimos completamente libres. Y si esos momentos -finalmente- los ocupamos de las maneras más ridículas o aburridas posibles. 
Desde lo que llevamos de año, no ha sido hasta este último mes, que me he sentido en disposición de responder a esa pregunta. 
Libre de ataduras laborales he recuperado el placer de las horas muertas, de vivir a mi ritmo, de sentirme también culpable por esta especie de vida golfa sin horarios.

Mi vida social se ha reactivado a mil este último mes, y eso me encanta.  Además, Id parece estar de suerte con el tema fotos; en este último mes le han surgido tantos encargos que ahora me dedico a llevarle la agenda.   

He recuperado el placer de la lectura, y junto a mi amiga Jeia me he apuntado a un club de lectura bollo. El primer libro a comentar fue Tipping de Velvet (El lustre de la perla), de Sarah Waters. Me lo releí en tres días (lo había leído por primera vez hace años), y quedamos un domingo para comentarlo en grupo. A pesar de que no nos conocíamos de nada y éramos un grupo muy heterogéneo -que no hetero- nos lo pasamos genial y empezamos a hablar entre nosotras como si nos conociéramos de toda la vida. Esas cosas que pasan cuando hablas con completas desconocidas. Fue una experiencia curiosa y muy divertida. Ya veremos como evoluciona el grupo de ahora en adelante.
De momento el próximo libro a comentar será Orlando, de Virginia Woolf. Si alguna de vosotras está interesada, le puedo pasar el link del grupo en privado.


También he recuperado el tiempo para ir al cine: os recomiendo La Llegada y Sing Street).
Ver series: ya he visto Las 4 estaciones de las chicas Gilmore (sí, que pasa? era fan de la serie, aunque nunca entendí como una chica tan guapa y lista como Rory pudiera liarse con un capullo como Logan, cuando lo más inteligente era que fuese lesbiana).
Ahora estoy enganchada a This is Us -merecidísima nominación a los Golden Globes como mejor serie del año. Y aunque no miréis Black Mirror os recomiendo uno de los mejores capítulos de la serie, el de San Junipero (ais... esa Mackenzie Davis... en algunos momentos me recuerda a Id).

Mackenzie Davis (Black Mirror)

Y por fin he podido ir al MNAC a ver la exposición sobre Marianne Breslauer. Una exposición sobre el viaje que la fotógrafa realizó junto a la periodista y escritora Annemarie Schwarzenbach en 1933 a Barcelona, Sant Cugat, Andorra, el País Vasco y los Pirineos. Además se pueden consultar los álbumes personales de Marianne Breslauer en formato digital. Me fascina esa época, y sobretodo la figura de Annemarie Schwarzenbach y su vida convulsa. Al salir de la exposición, y a pesar de habérmelo leído ya, me compré uno de sus libros. 
Otra exposición que intento no perderme ningún año es la del World Press Photo en el CCCB. Fui con Id a la inauguración y como siempre salí muy afectada. Rabia, compasión, tristeza, asco, asombro... se suceden o se mezclan ante las historias e instantáneas que van recordándote lo miserable y atroz que es el mundo y el ser humano. 

Y otra cosa que echaba de menos, y que he vuelto a recuperar, es el placer de investigar y descubrir música nueva. Por fin tengo una lista de reproducción nueva en mi iPod llena de temas como estos: