miércoles, 27 de agosto de 2014

cuando la imaginación inunda las calles


foto: Id

Llevo siglos sin actualizar ni pasar por la blogosfera. Han sido días de resfriados, de lluvias torrenciales, de mucho calor, de acomodarme a una situación nueva, de ir y venir, de encuentros y cenas con amigos. Tengo la sensación que estas dos últimas semanas no he parado, pero poco a poco voy adaptándome a los cambios. 
Un resfriado de caballo, con fiebre incluida que me contagiaron mis sobrinos, limitó mucho mi agenda de actividades. Así pues, las fiestas de Gràcia fueron más lights y el Girlie inexistente, pero esto último no me importa tanto. 
Como cada año, fuimos a visitar las calles adornadas el primer día de las fiestas, para así, evitar aglomeraciones. Justo cuando nos marchábamos llego la lluvia que, inevitablemente, daño los adornos de algunas calles.
El domingo volvimos a ir a Gràcia, pero esta vez a visitar el nuevo piso de Diseñadora. Después fuimos a comer con ella y sus dos peques comida japonesa. Y de postre, tomamos un kakigori, el típico helado japonés hecho a base de hielo picado y siropes de colores y sabores diferentes.
Por la tarde volvimos a visitar el barrio y sus calles adornadas con Mo y la Chica Azul, pero entonces había tanta gente que incluso había colas para pasear por las calles, una locura. Nos gustó mucho la calle Verdi, con su iluminación nocturna, y terminamos de ver algunas calles y plazas que nos habían quedado pendientes el día anterior.


carrer Verdi (fotos: Id)

Y como soy masoquista, regresé otro día con mi hermana y mis sobrinos diabólicos (sí, nunca aprendo...). Otra vez más aglomeraciones, calor, y mi sobrina Damien haciendo de las suyas... Pero esta vez me he prometido que NUNCA más volveré a ir con ellos a ninguna parte.

Astérix y Obelix en la Plaça de la Vila 


Mi nuevo trabajo también está en Gràcia. La primera semana ha ido muy bien, aunque he terminado un poco agotada. Supongo que cuando vaya pillando el ritmo la cosa mejorará. Me estoy planteando apuntarme al Bicing porque odio coger el metro y hacer transbordo cada día, pero reconozco que me da un poco de miedo eso de ir en bicicleta por la ciudad...
Hablando de eso, el otro día Id tuvo un pequeño accidente en moto. Un coche la arrolló en un ceda al paso y, en lugar de pararse a ayudarla, se dio a la fuga. Por suerte no fue nada grave: una fisura en la mano, una contusión en el tobillo, y magulladuras por todas partes. Estará de baja unos cuantos días. Esto nos obligó a cancelar nuestros planes de playa para el fin de semana; aunque la lluvia también nos lo habría impedido... A cambio, aproveché para escanear todos los negativos que tenía pendientes del verano (4 carretes! hay fotos que han quedado geniales). También hemos quedado con Misántropo (que también planea irse a vivir a Gràcia) y cenamos en casa de Arale y Chandler, a los que hacía siglos que no veía.
Y el lunes fue un día importante: era el cumpleaños de Id. Cenamos en uno de nuestros bares de tapas preferidos de la Barceloneta, entre guiris, como si nosotras también fuéramos turistas. Tomamos tanta sangría, que llegamos bastante alegres a casa. Y estos son los regalos que le hice:


lunes, 11 de agosto de 2014

cuando no hay cruasanes

foto: Id

El calor por fin ha llegado, apremiante, acosador. Sabía que lo haría. Pero este año me ha pillado en plena ciudad, ligada por un compromiso familiar del que hubiera preferido rehuir. Sí, un verano más estoy haciendo de canguro de mis sobrinos... Los lazos familiares a veces son un asco, te obligan a hacer cosas y aguantar comportamientos que de otra manera no tolerarías. Pero si una elige hacer lo contrario se la tilda de egoísta y desconsiderada, como si mi tiempo libre no me perteneciera.

Barcelona está distinta en agosto; más tranquila y sosegada (siempre que no se vaya por el centro o zonas turísticas...). Cada tarde, mientras leo en el balcón, algún vecino pone música clásica y entonces el patio se llena de melodías que hacen más liviano el aire. 
Medio barrio está en obras o de vacaciones. La panadería Mistral estará cerrada todo el mes de agosto, y eso significa que no podré comer mis minicruasanes de chocolate preferidos durante mucho tiempo... Pero cuando una puerta de cierra, se abre una ventana; y como substituto cruasantil he encontrado La Donuteria, donde cada día puedo encontrar donuts artesanales buenísimos y de sabores sorprendentes
Algunas bibliotecas también están cerradas por vacaciones y eso ya me irrita más, porque curiosamente todos los libros que me interesaban están en alguna de esas bibliotecas ahora cerradas. Al final terminé en una biblioteca que desconocía cogiendo dos libros que ni siquiera tenía en mi lista: el último de Amélie Nothomb, Barba Azul; y La mujer de púrpura, una novela gótica de Jeanette Winterson tan inquietante y gore como cualquier capítulo de Juego de Tronos.
Pero aunque la ciudad parezca adormecida todavía ofrece actividades interesantes. El viernes, Id y yo quedamos con Girl-Pop y su novia para ir a una sesión del Mecal Air, que consiste en  proyecciones de cortometrajes al aire libre en el Poble Espanyol. Nos lo pasamos genial tomando cervezas, tumbadas en unos pufs enormes mientras veíamos cortos y algún que otro vídeo tan friki y divertido como este:


Y este semana se prepara intensa, con cenas pendientes, quedadas con varios amigos, las fiestas de Gràcia y el Girlie!