viernes, 22 de mayo de 2015

lo personal es político


Todavía no es 24 de mayo y yo ya he votado. Es la segunda vez en mi vida que voto por correo. La primera fue hace muchos años, cuando estaba en la universidad y no tenía tiempo de ir al pueblo a votar porque tenía exámenes.
Es extraño eso de votar antes de tiempo, me siento como una persona del futuro que vuelve al pasado. Veo los anuncios electorales, los debates en la tele y pienso que eso ya está caducado, como si viera la reposición de una serie mala en la tele. 
Esta vez he votado más por convicción y obligación democrática, que por ganas de votar. En mi pueblo solo se presentaban tres candidaturas, y aún así, me ha costado elegir la menos mala. En los pueblos nos conocemos todos y eso a veces no es bueno. Ves la lista de candidatos y te dan ganas de reír, o de llorar. Mi amigo Jan se presentaba como cuarto en una lista. Lo habría votado, porque sé que sirve para eso y tiene buena intención, pero el partido político al que representa no me cae simpático. Las elecciones municipales son siempre un dilema: ¿votar a la persona que más te gusta o al partido que mejor te representa? 
Sea como sea, no entiendo a la gente que, con orgullo, dice que nunca vota. Aseguran que la política no va con ellos sin entender que -como reza un eslogan feminista-  "lo personal es político".

Ayer, se presentaba en el Casal Lambda de Barcelona el proyecto It Gets Better España. Un proyecto que se inició en EEUU en 2010, y que se ha convertido en líder en la lucha contra el bullying hacia jovenes LGBT. Desde esta organización se quiere dar apoyo a todos los niños y adolescentes que sufren acoso por culpa de su orientación sexual, ofreciéndoles un mensaje de esperanza, diciéndoles que más allá del bullying hay un futuro maravilloso. Que las cosas mejoran.
Hay numerosas personalidades que han dado su apoyo al proyecto mediante su testimonio, entre estas últimas, Portia de Rossi (si no habéis visto el vídeo, os lo recomiendo). Precisamente, Portia hace referencia a como lo personal es político:
"just living your life truthfully, honestly, if you are little bit different to the rest of society, you are being political because you're saying, despite the fact that I know the status quo, I need same rights, I need everything that everybody else needs. Just simply by saying on I'm in love with Ellen I'm political. "


Estos días también estoy leyendo Para acabar con Eddy Bellegueule, de Édouard Louis, una novela autobiográfica sobre lo difícil que es ser un adolescente gay en un pequeño pueblo de la Picardía francesa. Su autor explica las humillaciones y las vejaciones que tuvo que sufrir, y como consiguió superar esos maltratos y la pobreza de su entorno y emprender una nueva vida. Su pasado fue tan traumático, que incluso se cambió de nombre. En muchos momentos lo que cuenta es tan crudo y tan duro, que parece inverosímil que eso haya pasado hace apenas 10 años en un país como Francia (aunque visto el auge de partidos como el FN es posible...).
En una entrevista, Édouard Louis explica que escribió el libro "como un texto político, porque siempre he pensado que la literatura es un arma muy poderosa. No lo concebí con la idea de reflejar mi vida y que la gente dijera: "Oh Dios mío, este chico ha conseguido huir de toda esa violencia". Es un libro político que he escrito para los demás, para mi generación, acerca de cómo podemos escapar de esa violencia que nos rodea y construye nuestra identidad, ya seas gay, rumano, negro, árabe..." (fuente)

Durante mi adolescencia, por suerte no tuve que pasar por situaciones parecidas, ni sufrí bullying. Básicamente porque entonces no era plenamente consciente de ser lesbiana, sentía que algo no iba bien, me sentía diferente a los demás... Lo pasé mal porque me costó tiempo aceptarme, sentirme bien conmigo misma; y eché en falta más referentes lésbicos positivos. 


Justamente este año, el tema del Pride Barcelona es “Stop Bullying LGTBI, ni en la escuela ni en ninguna parte”. Por eso, desde la organización invitan a todo el mundo a venir al Pride Parade de morado, como símbolo de la lucha contra el bullying.

lunes, 18 de mayo de 2015

Mayo es un mes veloz


En mayo los días siempre me parece que pasan rápido; es un mes veloz. O tal vez sea porque la primavera me pone alegre, y el tiempo -ya se sabe- vuela cuando se es feliz. 
Este fin de semana quería recuperar las horas de sueño que llevaba arrastrando toda la semana, pero no he tenido tiempo ni de dormir como Dios manda (eso son 8 horas como mínimo). Me encanta dormir, es uno de mis mayores vicios, pero es difícil de compaginar con mis ganas de hacer mil cosas y estar en varios sitios a la vez...

El sábado por la mañana estuvimos preparando la fiesta-comida de cumpleaños para el pequeño Mowgli, que cumplía 3 años. Id le fabricó una corona de rey con goma EVA y le colgamos globos, banderolas, un tres gigante y un cartel que ponía "¡Felicidades Mowgli!!" ¡Qué cara de alegría y felicidad puso cuando lo vio! Todavía recuerdo lo mucho que me gustaba cumplir años a esa edad... Ahora ya no me gusta tanto...


Por la tarde nos fuimos a Barcelona, al Van Van Market, que en esta ocasión se celebraba en el Castillo de Montjuïc. 
A pesar de llegar pronto, encontramos un poco de cola (pero nada comparado con la que había horas después), y es que el sábado también era la Noche de los Museos.
Me gustó el nuevo emplazamiento en el patio central del castillo. Había música en directo, mesas de pícnic, y muchas foodtrucks. Desde que vimos esta película, Id sueña con montar nuestra propia foodtruck y recorrer Europa vendiendo comida.
Pedimos una hamburguesa balboa deliciosa en el Eureka y fideos en la rulot del Petit Bangkok y subimos a la terraza superior a contemplar las vistas nocturnas de la ciudad. 


En el patio, la gente comía y bailaba al son de una banda de rock. En ese mismo lugar, no hace muchos años, se torturaba y fusilaba a los presos republicanos, entre ellos el president de la Generalitat Lluís Companys. Y hace 300 años, ese castillo había sido reformado por las tropas borbónicas con el propósito de vigilar la ciudad y sofocar cualquier síntoma de revuelta.
Después de tantos años, Barcelona por fin han recuperado el castillo para el uso y disfrute de sus ciudadanos. Poder comer, bailar y disfrutar ahora en medio de ese patio, me parece una buena venganza histórica.

De ahí nos fuimos al otro extremo de la ciudad: a la plaza de las Glòries, al Museu del Disseny (museo del diseño). Hicimos una visita rápida (cerraban a la 1h), pero nos gustó bastante, sobretodo la planta dedicada al diseño de moda y al diseño gráfico.


Fuera, en el lateral del edificio, hay una instalación lumínica muy divertida, ya que reacciona a la voz humana. Si se canta o grita por una especie de tubos-micrófonos, las luces cambian de color y palpitan.
Me quedé con ganas de ver algún museo más, pero el tiempo era limitado.


Al día siguiente tocaba levantarse otra vez pronto, había quedado con mis hermanas y sobrinos en Barcelona. Mi hermana2, mi cuñado y mis sobrinos del pueblo habían venido a pasar el fin de semana. Así que junto a mi hermana1, sus 2 hijos, mi hermana pequeña y su novio, nos fuimos de picnic al parque de la Ciutadella. Fue una buena idea porque los niños jugaron a sus anchas y nosotras podíamos vigilarlos desde el césped. Hasta mi diabólica sobrina Damian estaba contenta de verme! y mi sobrina Boo no quería dejarme marchar. Les he prometido que pronto iré al pueblo a verlas otra vez. 


martes, 12 de mayo de 2015

sneak peek de verano



Que el verano se acerca, lo dice el tiempo espléndido que está haciendo estos días, y la acumulación de planes y vida social. 
El viernes fue un día maratoniano, de saltar de un lugar a otro pendiente del reloj como el conejo de Alicia. Después del trabajo, Id y MPop me esperaban en el Moll de la Fusta para ir a la Terrazza Martini a ver a Conrad Roset pintar un mural.

Encontramos donde estaba la dichosa Terrazza (cosas de la moda Pop-up) justo a tiempo. Aquello estaba infectado de pijos y gente estirada de esa que mira por encima del hombro, pero nosotras nos pedimos unos martinis y fuimos a ver a Conrad. Una maravilla ver a este artista trabajar en directo. 


Del puerto fuimos a buscar a la novia de MPop y de ahí a Gràcia, al Almo2bar al concierto de Elsa de Alfonso y los Prestigio, un grupo del que MPop es muy fan. Ella me había pasado algunos de sus vídeos, y a pesar de que la cantante me recuerda mucho a Amy Farrah Fowler, me gustó su música. Entre el público había gente un poco raruna: he descubierto que prefiero parecer una hipster, que una normcore de esas...
Después de Elsa de Alfonso tocaba Joe Crepúsculo pero nosotras preferimos ir a jugar al futbolín al fondo del bar. 


Cuando salimos del concierto estaba tan cansada, que no me vi con fuerzas de ir a la fiesta del chico dEsoRdeNado, y eso que me habría encantado. Justamente hoy me lo he encontrado por casualidad por el barrio y me ha explicado que la fiesta fue un éxito.

Pero el sábado tocaba madrugar para ir a mi pueblo, y yo ya no estoy para empalmar o dormir menos de cinco horas (bien, la verdad es que en mis "años mozos" tampoco era capaz de hacerlo...).
Hacia más de un mes que no volvía a mi pueblo. Lo empezaba a necesitar; me ayuda a resituarme. Esta vez Id vino conmigo. Me llevé toda la ropa de invierno que no me volveré a poner en muchos meses (¡bieeeen!!!!). Y cuando llegué a casa, tocó guardarla y rescatar la ropa de verano de su estado de hibernación. Cogí el biquini, la toalla y la chanclas deseando ir pronto a la playa. 
Podría haberlo hecho al día siguiente, ya que fuimos al apartamento que mis padres tienen en la costa, pero el agua todavía está demasiado fría para mí; y yo, no entiendo eso de ir a la playa y no poder bañarme.


En el apartamento estaba mi hermana2, mi cuñado y los niños. El domingo se celebraba la fiesta de la ostra en el puerto. Bajo un sol espléndido, fuimos a pasear pero yo me negué a comer ostras a pesar de la insistencia de mi cuñado (ya las he probado y siempre me parece que como mocos). 
Después de comer nos marchamos, ahora cargadas con la ropa de verano y esperando estrenar nuestro primer día de playa pronto.


martes, 5 de mayo de 2015

exprimir los días libres



La vuelta a la rutina después de cuatro días de fiesta, intensos y preveraniegos ha sido dura. El lunes no podía levantarme de sueño y cansancio. Es lo que pasa cuando quieres exprimir al máximo los días libres.
Cogimos el coche y fuimos a explorar posibles localizaciones para sesiones de fotos. Me gustan este tipo de excursiones. Me recuerdan cuando era pequeña y jugaba a exploradores con mis amigos. Aunque ahora, Id se enfada un poquito conmigo porque me lío con el GPS y no le doy bien las indicaciones.
Aprovechando que estábamos solas en casa, organizamos una cena con algunas amigas. Disfrutamos haciendo una lista y llenando el carro con todo lo anotado para la cena. Al final tuvimos dos bajas de última hora, pero todo quedó genial y pudimos charlar de futuros proyectos con las Gemelas. Me gusta la energía y el desparpajo de MPop, tiene ganas de comerse el mundo y, si sigue así, lo conseguirá.


El sábado por la mañana fuimos al Palo Alto Market. Hacia tiempo que queríamos ir, pero por h o por b, nunca podíamos.


la próxima vez que vaya a Palo Alto me cortaré el pelo ahí

No sé si os había contado nunca que Id tiene un superpoder... Vaya donde vaya, tiene la capacidad innata de encontrar aparcamiento en la mismísima puerta. Así que fue llegar al Palo Alto y aparcar justo delante de la entrada. Después de hacer una pequeña cola, entramos y quedamos enamoradas del lugar. Sin duda es el mejor street market de Barcelona. Diseño bien cuidado, un ambiente urbano y sofisticado, una oferta gastronómica y creativa fascinante... Id y yo queríamos quedarnos a vivir allí! Además el tiempo era estupendo y no había una aglomeración de gente que volviera el lugar insoportable. Me hubiera comprado miles de cosas pero me contuve. Id se compró unos focos retros muy chulos y yo esto:


También nos encontramos con MPop y su novia, con quienes tomamos las mejores patatas bravas de mi vida en la caravana de Fugons Urbans.
Con pesar, nos fuimos del Palo Alto prometiéndonos volver en futuras ediciones.

lámparas-sifón como éstas eran algunos de los originales objetos que se podían comprar en Palo Alto


Por la noche nos esperaba otra cena especial, y nosotras éramos las encargadas de llevar el postre. Id estrenó el libro de recetas que le regalé por Sant Jordi y preparó unos brownies para chuparse los dedos. 
Impuntualmente, como siempre (¬¬) llegamos a casa de la chica Azul para la cena-despedida antes de su viaje. Ella y la Noia habían decorado cuidadosamente la mesa (con pelota antiestrés incluida) y habían preparado una cena copiosa. Después de comer, el alcohol empezó a manifestarse y acabamos cantando a viva voz -ante la perplejidad de Id- temas de Adele, Sia, Duncan Dhu... y lo que se nos pasara por la cabeza.


El domingo nos levantamos tarde, comimos y nos fuimos directas al Apolo para ver la actuación de Dolo Beltrán. El concierto tenía que empezar a las 16:30h pero se retrasó un poco, y mientras esperábamos nos encontramos con Nosu.
Es extraño eso de ir a bailar un domingo por la tarde, pero me gustan este tipo de propuestas.


Cuando la sala del Apolo empezaba a estar llena, apareció Dolo sobre el escenario. Acompañada por 4 músicos y escondida tras unas gafas de sol empezó el espectáculo. Después de la primera canción, nos amenazó con que conseguiría hacernos bailar a todos, y así fue. Esta mujer es una crack encima del escenario y tiene una presencia tan sensual que resulta magnética.


Entre el público, mi bolloradar detectó varias bolleras, y es que Dolo (sobretodo después de su papel en Infidels) es un icono lésbico. 
Justo cuando la gente estaba más entregada, se terminó el concierto (y eso que hubo un bis por aclamación popular), pero disfruté bailando como hacia mucho que no lo hacia.
Cansadas, y con un poco de tristeza, regresamos a casa esperando que el próximo fin de semana llegue pronto.