martes, 17 de junio de 2014

sin darnos cuenta



Esta semana está siendo muy normal. Sé que escribir esta frase equivale a no decir nada; la palabra "normal" es tan insípida, inodora e incolora como el agua.
Pero tras esa aparente normalidad, la vida sigue, los cambios -imperceptibles- van sobreponiéndose en finas capas, hasta que un día, esa suma de pequeñas nimiedades se convierte en una realidad incontestable, tan obvia como si siempre hubiera estado ahí.
Así, sin casi notarlo, mi sobrino mayor ha pasado de niño cariñoso, a ser un preadolescente irascible e insoportable. Pobre... ojalá, como la Bella Durmiente, lxs niñ@s se durmieran al llegar a la pubertad y se despertaran unos años después siendo adultos tolerables. ¡Suerte que no tengo hijos! tengo una paciencia muy limitada con los adolescentes contestones...
Mi padre también va cambiando, pero él a abuelo despistado que vive en su mundo. El otro día se quejaba que unos calzoncillos nuevos le apretaban mucho. Resulta, que por error, se había puesto unas bragas deportivas de mi hermana. En fin...


Yo también voy notando cambios. Desde hace más de un mes, hago 1 hora diaria de bicicleta con mi amiga Mei. Es gratificante comprobar como mis piernas, que los primeros días parecían flanes, ahora suben las cuestas más empinadas con un suspiro.
El calor de junio nos ha obligado a adelantar nuestra hora de salida, y ahora, una odiamadrugones nata como yo, se levanta temprano para hacer deporte (!!). Algo inaudito hace unos años. Siempre me he considerado nocturna, vampira, pero con el paso de los años y la edad, cada vez me gusta más ir a dormir temprano y estoy perdiendo mi espíritu marmota de siempre (antes era capaz de dormir 12h. seguidas, ahora soy incapaz de llegar a las 10h).
Además, Mei y yo hemos adoptado una nueva costumbre tras nuestro paseo ciclista que me encanta: nos sentamos en el embarcadero de madera y metemos los pies en el agua fría y cristalina del río. Es revitalizante; un momento espontáneo de felicidad.

12 comentarios:

  1. ¡Me meo con lo de las bragas de tu padre! Me imagino al mío y me parto...
    Sobre la bici... yo aún no me he enganchado, prefiero la coca cola en una terraza, pero reconozco que desde que hago deporte regularmente, me siento muchísimo mejor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaja lo que no sé es si mi hermana se ha vuelto a poner esas bragas xD
      La bicicleta y la natación son los únicos deportes a los que me puedo enganchar, porque en el resto soy muy mala ^^' Pero sí, desde que hago deporte a diario yo también me siento físicamente mejor.

      Eliminar
  2. yo también pasé de búho a alondra, ya estoy en la fase de no poder dormir más de 8 horas seguidas, vamos, no te digo más, se me abren los ojos cada vez más temprano. anyway. es normal que sea difícil de soportar un preadolescente contestón, solo los aguantan sus madres, y porque no les queda más remedio. pero bueno ya ha quedado claro que todos cambiamos, lenta pero inexorablemente, así que esa mala fase pasará, como la pasamos todos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jaja de búho a alondra! Uf! cuando no pueda dormir más de 8 horas seguidas estaré acabada! con lo marmota que he sido yo...
      Espero que esa fase adolescente contestón pase rápido, o que alguien me infunda paciencia porque si no... ;)

      Eliminar
  3. Con la bici se nota mucho cómo se va cogiendo fondo. Y cuanto más fondo tienes, más gratos se hacen los paseos.
    Y sobre los cambios de horarios, a mi me parece que son mejores los actuales: aprovechar el día, madrugar, hacer cosas... Es mucho mejor ser diurnos que nocturnos, claro que sí. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es verdad. Es un deporte muy agradecido porque en seguida notas como tu cuerpo responde y eso te anima a seguir. Mi
      amiga ya está planeando excursiones más largas para la semana que viene :)
      Siempre me había mofado un poco de los madrugadores, pero ahora debo reconocer que así se aprovecha mucho más el día, y me siento mucho mejor :)

      Eliminar
  4. Todo está en proceso de cambio, pero el día a día, la cotidianidad, ejerce en nosotrxs un efecto óptico que nos hace ver que todo sigue igual. Supongo que es cuestión de supervivencia.
    Pues ya sabes, las bicicletas son para el verano, así que ya puedes desempolvar la tuya y después buscar un lago o una fuente donde meter los pies ;)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  5. Vaja, sembla que darrerament ens ha agafat per reflexionar sobre el pas del temps i els canvis que comporta; serà alguna cosa que flota a l'aire...?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Potser és cosa de la refotuda crisi, d'aquesta sensació d'impàs que no ens abandona; més la treintena. És com si s'estigués gestant alguna cosa que no acaba d'arribar mai. I callo perquè m'estic posant massa trascendental ;P















      Eliminar
    2. doncs uns anys més endavant, el coi de cosa aquesta que sigui tampoc acaba d'arribar...

      Eliminar
  6. A mi la bici me gusta muchísimo a pesar de los disgustos o sustos que me dan los dichos perros y las dichosas vacas. Este verano creo que voy a chupar mucha carretera.

    Cuando te aconstumbras a hacer un deporte el cuerpo te lo pide como una necesidad más que tienes que satisfacer tanto como la de comer.

    En cuanto a los horarios yo tengo ahora mismo un descontrol. Antes porque estudiaba de noche y cuando quería dormir, dormía poco y ahora que he recuperado un horario más normal, duermo demasiado y estudio poquísimo. En fin, a ver como salgo de ésta.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también me he llevado algún que otro susto por culpa de los dichosos perros!
      Tienes razón, esta semana no he podido coger ningún día la bici y tengo mono de deporte. Además también noto que duermo mejor.
      Realmente tener una disciplina horaria ayuda mucho. Cuando recuperes un poco el control horario seguro que lo solucionas.
      Suerte con los estudios!

      Abrazos :)

      Eliminar