martes, 3 de noviembre de 2015

ganas de huir



Intento no hacer demasiado caso a los días tristes; o a las tardes de domingo invernales que ya siento cerca. Después de leer esto, tengo la excusa perfecta para justificar mis estados de irascibilidad mensuales. No sé si acaba de gustarme que algo tan pequeño e insignificante como una hormona tenga tanto poder sobre mi vida cotidiana. Aunque poder echarle la culpa a algo -o a alguien- siempre supone una descarga liberadora.


(esa era yo este fin de semana)

Tal vez sea que hace demasiados días que estoy en el pueblo... Tengo comprobado que, según pasan los días, este entorno me hace sentir como una fiera enjaulada.
Leer biografías de mujeres intrépidas ayuda a alimentar mis ganas de huir. También he vuelo a hojear y releer París era mujer. Que el libro tenga tanta abundancia de fotografías, fragmentos literarios, dibujos, documentos..., me encanta. Tiene algo de esa fascinación que sentía de pequeña -y que todavía conservo- por los libros de cuentos bien ilustrados. ¡Cómo me hubiera gustado vivir en París en ese momento histórico! Además el libro te anima a explorar e investigar la vida y obra de todas esas mujeres maravillosas que coincidieron en el París dorado de entreguerras.



Los cambios repentinos de planes tampoco me gustan. De tener que celebrar el 'Castaween' con las Sestras, pasé a celebrarlo en familia en casa de mis padres. En el fondo me vino bien por el tema pasta, y otros asuntos; pero supuso estar alejada de Id unos días más.
Pero bien, ese cambio de planes también tuvo una parte buena. A última hora me propusieron ir a un concierto de Mishima en un pueblo de la comarca del lado. Justo el día que había leído el capítulo de Putos himnes generacionals dedicado al grupo. Esas casualidades me chiflan. Así que fue una gozada poder disfrutar de uno de mis grupos favoritos en primera fila, sin agobios y gratis. Todo lo contrario de lo que me encontraré si finalmente voy al concierto de final de gira en Barcelona, en la sala Apolo.

Mishima en concierto (foto: hiro)

Y hablando del Apolo, por esperar demasiado, me he encontrado que ya no quedaban entradas para el concierto de Kings of Convenience del día 7 de diciembre. Snif...

Como cantaban The Frederics, en la genial Pop Ràpid"yo no tengo entradas para el Apolo" :(

10 comentarios:

  1. Guarapi, ea ea ea ya estas con la fotógrafa. Tenemos que cuadrar para vernos, algún buen lugar para un chocolate con churros?

    Besoss

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    1. jajajajajaja Te escribo y quedamos este fin de semana. ¿Un buen lugar? sé más de uno ;)

      Petons!!

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    1. jajaja era tan bona aquesta sèrie!! l'Id encara no l'ha vist, a veure si la convenço i la torno a mirar amb ella.

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    2. T'acabo d'enviar un mail; suposo que ja t'hauràs assabentat de la suspensió de Belle & Sebastian... :S

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    3. Si....quina ràbia!! Primer em quedo sense entrades per KoC, i ara això... :'(

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  3. Esa semana que crees que todo va en contra tuya porque no soportas nada, me he guardado el artículo para leerlo con tranquilidad.

    No hay nada mejor que un concierto improvisado y sin pensar ^^.

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    1. Ese tipo de semanas son odiosas, verdad? que las hormonas, en gran parte, tengan la culpa alivia un poco ;)

      Sí!! los conciertos espontáneos son lo más :D (los que se cancelan a última hora, ya no tanto...)

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