jueves, 7 de julio de 2016

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El verano ya ha llegado y con él la vida social se ha activado a mil. 
Cuento los días que faltan para las vacaciones como una condenada en prisión. Estoy por marcar los días que faltan en la pared con un punzón. (¿Se nota que ya he empezado a ver la nueva temporada de Orange is the New Black?) 

Los fines semana me van genial para desconectar de mi "fakevida" (esa que transcurre en mi horario laboral) y darme cuenta que el verano se ha instalado en la ciudad. Que por fin haya estrenado temporada de playa también ha ayudado. 
Para no volverme loca con la cantidad de cosas que quiero hacer este mes (el festival Fire, el Pride, conciertos varios, fiestas...) me he hecho un calendario-plan para apuntarme los eventos, y demás actividades que no me quiero perder. 
Sé que suena estresante. De hecho el otro día lo hablábamos con Id: últimamente sentimos que nuestra vida marcha a un ritmo demasiado acelerado. Pero una nueva adquisición promete hacernos la vida más sencilla. Sí, por fin Id se ha comprado esta preciosidad:



Yo, que nunca había ido en moto, en un par de días me he acostumbrado a que me lleven. Ya habíamos probado la experiencia hace algunos veranos pero la Yamaha es mucho más cómoda que la scooter que alquilamos esa vez. 
Un día fuimos a la playa en moto, y aunque presenta algunos problemas logísticos y de espacio (no podemos llevar sombrilla, ni demasiados trastos), fue genial poder llegar y aparcar con rapidez. 
Me encanta pasear por Barcelona en moto, sobretodo ahora en verano y al atardecer. Lo que más me ha llamado la atención es la cantidad de olores que te van impactando mientras paseas por la ciudad: los distintos aromas de comidas que se escapan de los restaurantes, de hierba recién regada, de mar, y otras más desagradables como la de los tubos de escape de los otros vehículos.

Nos hubiera gustado estrenar temporada de playa el día de San Juan, pero MPop nos tiene preocupadas. Vino a celebrar la revetlla a nuestra casa, junto con Blau y la Noia. Comimos coca, brindamos con cava y Blau nos animó a escribir nuestra lista de deseos para la noche más corta y mágica del año. Después nos fuimos a la fiesta Nueva Época que Canadá Editorial hacía en el Poble Espanyol. La selección musical de los Djs fue bastante decepcionante, y eso hizo que hubiera más fiesta en la calle que dentro del local. Aguantamos un par de horas, y nos fuimos al ver que aquello no mejoraba. 
Ya de camino a casa MPop me contó que volvía a estar muy mal. Se quedó a dormir y al día siguiente, se derrumbó otra vez al explicarnos que finalmente lo ha dejado con Swank. Duele verla tan deprimida y desecha cuando parecía que empezaba a remontar. Me sorprende mucho como se ha comportado su ex con ella, lo cobarde y cabrona que puede llegar a ser una persona que creías conocer tan bien.

En contraste con ella, la felicidad y la ilusión de Jeia y su novia, que por fin han conseguido ir a vivir juntas. Es como ver una película con distintas historias cortas sobre las diferentes fases del amor y el desamor. 
Quedamos con ellas para cenar en Gràcia y fue una alegría ver que por fin han conseguido lo que soñaban: un hogar propio. Id y yo las entendemos perfectamente. 
Después de la cena nos fuimos a ver West north West una película japonesa programada dentro del Fire. Fue una decepción absoluta: lenta, sin guión, ni una idea clara de explicar una historia. Suerte que le pusimos humor y palomitas. 
Espero que el resto de películas del Fire que tengo en mente ir a ver no sean tan decepcionantes.

Lo que no fue nada decepcionante fue el concierto de Lucy Rose en la Sala Barts. Ella sola en el escenario con su guitarra, y a ratos, tocando el teclado. Me sorprendió lo humilde y cercana que se mostró. Hizo que el técnico subiera las luces para vernos las caras, nos pidió que le dijéramos que canciones nos apetecía escuchar. Y después de interpretarlas de una manera absolutamente sublime, nos daba las gracias medio avergonzada, como si fuera lo más normal del mundo tocar el alma de toda una sala. Fue una experiencia increíble.




6 comentarios:

  1. A disfrutar del verano, de las vacaciones, de la moto, a disfrutar de toooodooo.
    Tenemos que ir a la chocolateria ;-)
    Muack

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    1. Siii, a exprimir el verano al máximo!! (aunque con este calor sofocante sea difícil...)
      jajajaja a la chocolateria/bombonería.. XD

      Petons!

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  2. A gaudir l'estiu ben fort, que estem tot l'any esperant-lo i després se'ns escapa com la sorra entre els dits!

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    1. Això és el que s'intenta! amb lo lent que se'm fa l'hivern i lo ràpid que passa a l'estiu... aix...
      Carpe diem! ;)

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  3. Yo tuve una temporada en la que quería una Ducatti, sí o sí. Luego se me pasó. Lo que comentas de los olores, yo también lo he apreciado en bicicleta. Me gusta la hierba mojada de la Ciutadella. Ánimos para vuestra amiga MPop. Verano+tristeza es ola de calor.

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    1. Las Ducatti también molan! :)
      Hace tiempo que quiero comprarme una bicicleta para pasear por la ciudad (para ir al trabajo sería demasiado lejos y estresante).
      Gracias Paola! :)

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