martes, 7 de octubre de 2014

banalidades que se convierten en perlas


Hace casi un mes que empezó el curso escolar y en las puertas de las guarderías y las escuelas todavía se escucha a niños llorando. De camino al trabajo me los cruzo y me da penita verlos con esa cara de puchero y llorando desconsoladamente. No entienden porque se les obliga a ir a un lugar desconocido, regido por normas extrañas, donde deben quedarse solos y rodeados de gente desconocida. Envidio esa capacidad que tiene los niños de llorar espontáneamente, sin vergüenza, expresando de manera directa que algo les angustia y acongoja. 
A mí, por ejemplo, me gustaría poder echarme a llorar cada vez que tengo que hacer uno transbordo largo de metro, porque los odio a rabiar. Aunque con las orejas impregnadas en música consigo que ese trance resulte menos traumático. Como decía Josh Radnor en Liberal Arts, con la banda sonora adecuada, lo divino puede emerger de la cotidianidad más prosaica. Y es que una de las cosas más fantásticas de la música es que dota a las escenas más anodinas de significado. Todas las banalidades se convierten en perlas divinas y resplandecientes. Y ahora estoy citando a ese productor musical fracasado que Mark Ruffalo interpreta en Begin Again


Me hubiera gustado mucho dedicarle un post a esta película. Salí del cine entusiasmada, y eso que el listón tras Once -el film anterior de John Carney- estaba muy alto. Me hubiera gustado contaros que me volví a enamorar de Keira Knightley; que me gustó mucho la banda sonora; explicaros el soplo de optimismo que infunde la película; porque sí, yo también creo que la música puede cambiarte la vida. Que me encantó la escena en la que ella y Mark Ruffalo pasean de noche por las calles de Nueva York escuchando canciones; y es que "se sabe mucho de una persona por sus playlists". Y también la escena en la que Dan (Ruffalo), borracho, se va imaginando los arreglos musicales que añadiría a la canción que está interpretando Gretta (Knightley). 
Estas últimas semanas, Lost Stars me ha acompañado en mis paseos por la ciudad y en esos odiados transbordos (creo que me quedo con la versión más intimista de Keira, aunque la versión de Adam Levine también me gusta).


Pero una vez más ha quedado demostrado que Belle and Sebastian y Camera Obscura siguen siendo la mejor banda sonora para convertir en perlas la realidad más banal. Que me acompañen cada mañana por la calles de Barcelona es tan placentero como oler el primer café del día.
Pero el suplicio de los transbordos subterráneos ha terminado en parte, porque desde hace un par de semanas soy socia del Bicing. Recibí el carné con gran alegría pero tras una semana utilizando el servicio, estoy bastante cabreada. ¡Imposible encontrar una bici cuando la necesito, imposible devolverla cuando llego a mi destinación! Un día me pasé media hora buscando un punto de aparcamiento porque todos estaban o averiados o cerrados. ¡Indignante! Así que si estáis pensando en haceros usuarios del Bicing os recomiendo que no lo hagáis. Una vergüenza el servicio y el estado de algunas bicis y estaciones. 
Y hasta aquí mi momento indignación. Y para no terminar el post con malas vibraciones, música buenrollera please!


14 comentarios:

  1. Me gustó mucho la peli ¡y qué decir de la banda sonora! :)

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    1. Tengo ganas de volver a verla. La banda sonora está genial, ¿verdad? :D ya la habré escuchado miles veces jeje :)

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  2. Lo mejor es tener bici propia, el bicing es una estafa!

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    1. Toda la razón! cada vez que cojo el bicing acabo cabreada, grrr... Así que lo de la bici propia no me parece mala idea.

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  3. Me has recordado al capítulo aquel de Padre de Familia en el que Peter encontraba una lámpara mágica con genio y deseaba tener su propia "banda sonora". Luego iba por ahí con una musiquilla acompañándole en todo lo que hacía. Seguro que a ti tampoco te parecería mala idea pedirle eso a un genio. xD

    Lo de las bicis es una gran idea para una ciudad (una ciudad llana, sobre todo), pero es verdad que es ese tipo de servicios que requiere un mantenimiento muy constante. Si empieza a haber bicis estropeadas o estaciones que no funcionan, el sistema deja de merecer la pena.

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    1. jajajajaja lo encuentro el mejor deseo de la historia de las lámparas mágicas! XD Nunca se me hubiera ocurrido pero ahora pediría ese deseo jajaja aunque creo que al final acabaría harta.

      Soy muy fan del uso de la bicicleta en la ciudad. Y de hecho creo que es el futuro, pero de momento, el servicio del Bicing, deja mucho que desear. Y mira que ya había escuchado quejas..., pero me dejé llevar por el entusiasmo.

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  4. Oh!!!!! el nou disc d'Allo Darlin'!!!!! genial!! :D gràcies pel link! ^^ Ja l'he descarregat, i sip, he de reconèixer que és molt jo jaja

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  5. Pues gracias por el aviso, porque yo estaba a punto de darme de alta en Bicing...

    Saludos

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    1. Quien avisa no es traidor ;) mejor comprarse un bici propia.

      Abrazos!

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  6. Me ha hecho mucha gracia y ternura tu anécdota de infancia :)
    Yo no recuerdo llorar por no querer ir al colegio o a la guardería, pero sí el miedo atroz que me daba una monja de mi colegio, jaja
    El Bicing es una buena idea pero su puesta en práctica deja mucho que desear. Sólo espero que el servicio mejore porque si no, no pienso renovar mi suscripción...
    Espero que te guste la peli! ya me contarás que te parece :)

    Un beso!

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  7. Qué bonito escribes :))))))
    a las madres trabajadoras, no nos queda otra que llevar a nuestros cachorros a la guardería, nos guste más o menos. Hay que buscar un buen sitio, que la gente te de confianza. De todas formas, los pequeños se adaptan a los cambios mucho mejor que los adultos. si se encuentran a una persona que les da amor, lo devuelven con creces. Mis hijas han ido muy felices a la guardería. Si los padres lo viven con angustia, transmiten la angustia a los hijos. No hay que vivirlo como si fuera un abandono o sintiéndote culpable, hay que vivirlo como una nueva etapa y transmitirle alegría, que es un lugar donde va a estar muy bien. Entonces seguro, que el pequeño no tiene ningún problema :)
    bendita música que nos acompaña!!!!
    abrazosmil

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    1. ¡Gracias!! :D
      Yo recuerdo la guardería con alegría. Cada mañana me pasaban a recoger con la furgo de la guarde (era muy chula!) y recuerdo que en lugar de llorar, me ponía muy contenta, jaja
      Buscar la guardería perfecta para los hijos debe ser difícil... pero si los tuviera, los llevaría a una porque considero que son buenas para su desarrollo y sociabilidad.
      Viva la música!! :D
      Un abrazo enorme!

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  8. A mi me gusta ir a todas partes con música pero como tengo la manía de subir de más el volumen hay días que me duelen tanto los oídos que no puedo llevarme la música conmigo.
    Un saludo

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    1. Yo soy de escuchar música con un volumen moderado y también hay días en los que me duelen los oídos... ais! que acabaremos sordas..! jaja
      Saludos!

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